DISCURSO DE ORDEN
XXIV PROMOCIÓN DEL
CMLP
ESCRIBE:
JORGE MANCO ZACONETTI ( Investigador UNMSM))
La
generosidad del Presidente y amigo Ricardo Benavides general en retiro de la
PNP, de la Junta Directiva que lo acompañan me han conferido el honor de
realizar el Discurso de Orden en esta fecha tan importante en nuestras vidas.
En
principio debo agradecer el encargo “sin dudas ni murmuraciones” prueba de ello
estas líneas para recordar tan significativa fecha no sin antes felicitar a la
Junta Directiva y a su presidente que han tenido y tienen el enorme trabajo de
organizar, revivir, juntar, convocar a los diversos miembros de la Promoción
XXIV, que como dicen algunos camaradas, es una gran sección.
Soy
testigo de excepción de las múltiples llamadas para asistir a las diversas
ceremonias y eventos organizados por la presente Junta Directiva, por ello en
la medida de mis posibilidades, pues como investigador de UNMSM, consultor en
el sector de energía y minas, periodista, y amante padre de familia era una
obligación para mi estar en esta fecha.
En
tal sentido, cómo olvidar la gran reunión del 13 de diciembre cuando cumplimos
45 años de egresados del CMLP donde asistimos más de 74 promocionales con
nuestras respectivas parejas. Y asumo que todas estas reuniones tienen un
sentido, el de prepararnos para las Bodas de Oro, en esta tercera juventud de
nuestra existencia.
Esta
reunión no es solamente para festejar a los cumpleañeros del mes de abril que
es una práctica acertada, también es para felicitar a los diversos miembros que
participan en los juegos deportivos que tienen como nombre a un reconocido deportista
de la XXIV como Luis Arbulú, y sobre todo recordar, rememorar el primer día de
nuestro ingreso a nuestro querido Colegio Militar.
Como
testimonio personal debo recordar que antes de ingresar el 17 de Abril de 1967,
habíamos pasado por un examen de admisión, donde la prueba se tomaba en lo que
es el comedor del colegio. Por tanto, con 13, 14 o 15 años teníamos que dar un
examen de rigor donde decenas de postulantes fueron rechazados, pues postulamos
más de 2,500 e ingresamos un poco más o menos de 450.
Si
la memoria no me falla, pues la memoria “es como las amantes… ingrata” fuimos
los ingresantes los que adquirimos la condición de perros a partir de esa
fecha, y egresamos menos de 340 que pasamos por el tercer, cuarto y quinto año,
es decir pasamos por el reino animal de la modesta condición de perros,
medianos chivos a vacas sagradas.
Por
ello, permítaseme recordar con un minuto de silencio a todos los compañeros que
ya no están físicamente con nosotros pero que nos acompañarán hasta el fin de
nuestros días.
¡Muchas
gracias!
Con
la estadística de nuestro presidente son cerca de los 50 ex cadetes
promocionales que están en el reino celestial, si a ello se suman los camaradas
que radican en el extranjero y en el interior del país, a todos ellos nuestro
reconocimiento deseándoles el mayor de los éxitos y bienestar familiar.
UNA FECHA MEMORABLE
1967
es un año interesante, el equipo Universitario de Deportes fue campeón del
fútbol peruano y Lucho Cruzado fue reconocido como el mejor jugador del campeonato.
Por si acaso no soy de la “U”
A
nivel político el gobierno del arquitecto Fernando Belaúnde Terry se debatía en
una grave crisis de gobernabilidad, con altos niveles de corrupción con una
fuerte oposición a nivel parlamentario, como ahora, pues la alianza APRA/UNO
del general Odría tenía mayoría congresal y al año siguiente se interpelaría a
un Gabinete que solamente duraría 24 horas pues tal era la crisis que los
militares con el general Juan Velasco Alvarado se vieron obligados a establecer
el Golpe Militar del 3 de Octubre del 1968 ante el escándalo de la Página Once,
por el asunto de la Brea y Pariñas con la IPC.
A
la crisis política se sumaba la crisis económica con las primeras devaluaciones
del sol frente al dólar con el incremento de los precios que afectaban a las
clases medias en especial.
A
nivel internacional se agudizaba el conflicto
del Medio Oriente que llegaría a
su clímax entre el 5 al 11 de junio de
1967 con la Guerra de los 6 días entre Israel y los países árabes; y el general
De Gaulle presidente de Francia exigía a los Estados Unidos el cumplimiento de
la libre convertibilidad del oro pues se asumía que una onza de oro era igual a
33 dólares americanos, como lo establecía el acuerdo de Bretton Woods de 1944.
En
ese contexto el lunes 17 de abril en la mañana con nuestros utensilios más
elementales nos dirigimos al CMLP acompañados por nuestros padres y familiares,
pues estaríamos internados hasta el Día de la Madre, que se celebra el segundo
domingo del mes de mayo.
Los
días de internamiento fueron utilizados para cambiar nuestra situación de
jóvenes pelucones de la nueva ola, aficionados a los Beatles, Los Iracundos,
Los Saicos a la estricta vida militar.
¡Cuádrese
Cadete! ¡Angulo recto carajo! ¡Saca pecho! ¡Paso ligero! ¡Uno, dos, tres! ¡Los
tres últimos están castigados! Fueron parte de las palabras y los nuevos
códigos.
En
verdad, para un muchacho de 13 o 14 años la vida de internado en un colegio
militarizado tiene fundamental importancia resulta una experiencia que te marca
la vida
En
especial en el primer año, donde prácticamente sobreviven los más fuertes ante
una serie de experiencias, golpes en el pecho, ranas, ángulos rectos, insulsas
marchas y contramarchas, en fin prácticas de la vida militar donde los cadetes
de quinto y cuarto año, se desquitaban a
su vez de los abusos heredados del pasado; acciones todas propias de la vida
militar bajo el supuesto de la formación del carácter.
¿Cómo
olvidar el Bautizo al que fuimos sometidos? Me acuerdo que en las primeras
semanas, después de almorzar, salían los cadetes de quinto año, luego los de
cuarto y por último nosotros.
Cuando
veo en TV. Mundo Salvaje en África, cuando los leones cazan a las manadas de
cebras, o antílopes, así también éramos nosotros cazados por los cadetes de
cuarto o quinto año. Por ello si no querías tender camas, lustrar botines,
encerar pisos entre otros, teníamos que correr a la mayor velocidad posible,
como en las sábanas africanas.
En
tal sentido, lo primero que debo agradecer al CMLP en ese objetivo de “hacerse
hombrecito” es el valerse por si mismo, pues ya no tienes a los padres,
hermanos mayores o amigos del barrio que salgan en tu defensa. Esta experiencia
formativa te prepara para la dura vida, donde el éxito o fracaso depende del
esfuerzo personal, inteligencia, viveza en el buen sentido de la palabra.
DISCIPLINA,
MORALIDAD. TRABAJO
no son simples palabras. Son valores que nos han convertido en ciudadanos, en
personas de bien, en amantes del Perú sobre todas las cosas. Capaces del
desprendimiento y sacrificio de nuestro referente Leoncio Prado Gutiérrez
después de la tragedia de Huamachuco, batalla que se pudo ganar si no fuera por
la falta de municiones y de apoyo de otros jefes peruanos que mezquinaron
soldados, vituallas y armas a nuestra Mariscal Andrés Avelino Cáceres.
¿Qué
le escribía nuestro héroe a su padre Mariano Ignacio Prado, en una misiva del
15 de julio de 1883 horas antes de morir fusilado?: “Queridísimo padre: Estoy
herido y prisionero, y hoy a las ocho y media debo ser fusilado por el delito
de haber defendido a mi Patria”
Han
pasado 48 años y está en nuestras retinas cómo de civiles, jóvenes de los
diversos barrios de Lima, de los diversos estratos sociales y con provincianos
de todo el Perú nos convertimos en cadetes, donde la disciplina en nuestros
actos, la moralidad, el trabajo se convirtieron en los principios rectores de
nuestras vidas.
El
CMLP era ya un colegio posicionado con prestigio bien ganado. Somos la XXIV
promoción por tanto hay XXIII promociones
que nos antecedían, pues era y es un privilegio haber estudiado en sus aulas.
Nuestro
único premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa con sus obras “La Ciudad y
los Perros”, y en su Memorias “El Pez en el Agua” ha convertido a nuestro
colegio en una institución reconocida a nivel internacional. Es más, está
agradecido con el CMLP pues reconoce que su vocación de escritor se forjó en
sus aulas, en los dos años que como cadete de tercer y cuarto año estuvo
internado.
Al
igual que Vargas Llosa cada uno de nosotros reconoce una deuda imposible de
pagar con nuestro querido colegio. Sea por la calidad de enseñanza. Sea por los
amigos que se cultivaron allí, sea por los principios que nos inculcaron, o por
todo ello.
En
lo personal a pesar del tiempo transcurrido asumo una deuda, un
reconocimiento hacia el CMLP que me
acompañará hasta el fin de nuestros días, un orgullo por esos tres años que nos
han hecho hermanos para siempre.
Por
todo ello muchas gracias por su atención.
Para
terminar quiero que me acompañen con tres vivas.
¡Viva la XXIV
Promoción!
¡Viva el CMLP!
¡Viva el Perú Carajo!
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