lunes, 17 de junio de 2019

UN DESBORDE DE EXPECTATIVAS



MINERÍA: MÁS RIQUEZA MÁS CONFLICTOS SOCIALES
ESCRIBE: JORGE MANCO ZACONETTI

¿Por qué surgen los conflictos sociales? ¿Quién gana con los conflictos?, ¿Por qué en democracia los conflictos son necesarios? ¿Son malintencionados los que protestan contra las inversiones mineras negando las posibilidades de crecimiento al país? Estas son partes de las preguntas que se hicieron  en el “Foro Económico: Conflictos Sociales en el Ámbito de la Minería Peruana”, en la facultad de Ciencias Económicas de UNMSM el 7 de junio pasado.
En décadas pasadas la categoría usada por la Economía Política en lugar de los conflictos era las contradicciones económicos sociales que genera la acumulación del capital en su desarrollo en regiones o países con débil o escasa relación con el mercado capitalista.
Existe amplia literatura al respecto en países con industrias extractivas como el Perú, con una fuerte presencia de comunidades campesinas, son más de 4 mil que están reconocidas por la Constitución, y que tuvieron una destacada oposición a las políticas de terror de “Sendero Luminoso”.
En tal sentido la democracia que vivimos con todas sus debilidades, se debe en gran parte a la contribución de sangre y sacrificio de miles de campesinos que derrotaron a las huestes del Presidente Gonzalo. Hoy en algunas regiones del país se oponen a la actividad minera por una serie de consideraciones ambientales, exigencias económicas, aprovechamiento político, acceso por más recursos ante una debilidad crónica del Estado por resolver los conflictos sociales.
Ahora dichos conflictos sociales provocados o ligados a las inversiones mineras se han convertido en el principal obstáculo para las mismas. Las regiones insisten por mayores recursos pero secan a la “vaca lechera” de la economía peruana que genera riqueza, capacidad de compra y capacidad de gasto directo e indirecto al conjunto del país.
Por ello, la oposición al proyecto cuprífero de “Tía María” en Arequipa, al proyecto de “Minas Conga” en Cajamarca o “Río Blanco” en Piura constituyen una expresión del agotamiento de un modelo de expansión de las inversiones que si bien aprovechó la bonanza del ciclo 2004/2013 hoy encuentran una grave oposición de importantes sectores de campesinos, agricultores, frentes de defensa y líderes regionales oportunistas por el poder.
En la presente coyuntura resultan preocupantes las perspectivas de lo que pueda pasar a futuro 2020/2030, pues el crecimiento económico del país, depende en gran medida de las inversiones mineras, pues no tenemos otros motores de crecimiento con la suficiente fuerza y dinámica como podría ser el turismo y la agroindustria que pueden correr en pareja con la actividad minera.
UN MOTOR DE DESARROLLO
Reconociendo que las inversiones mineras son inversiones de largo plazo, organismos públicos como el Banco Central de Reserva del Perú, sostienen que una inversión de US $ 2,000 millones de dólares explican o determinan el crecimiento del PBI de uno por ciento (1%) Con un crecimiento esperado para este año y el próximo menor al 4% se podría afirmar que tendremos un incremento de la riqueza mediocre, muy por debajo de nuestras posibilidades.
En tal sentido, si la inversión sectorial proyectada supera los US $ 52 mil millones, debiera ser un tema de debate nacional y de preocupación social,  la naturaleza de los conflictos sociales, ante un Estado y Gobierno que no tiene una política clara, eficiente para resolver los conflictos, que en democracia deben resolverse en un diálogo social con ganancias compartidas para las partes.
Por ello, trataré de resumir algunas ideas que se expusieron en el “Foro Económico: Conflictos Sociales en el Ámbito de la Minería Peruana” que tuvo como expositor central al Arq. Raúl Molina, Viceministro de Gobernanza Territorial de la Presidencia del Consejo de Ministros, contando en la mesa con la presencia de panelistas del ámbito privado y público, y expertos en la resolución de conflictos.
MÁS MINERÍA MÁS CONFLICTOS
Sin duda, el sector minero es el sector más importante de la economía peruana en lo referente a la generación de divisas,  en el monto de inversiones proyectadas, y en los ingresos regionales transferidos por concepto de canon y regalías mineras como se podrá observar en el cuadro “Distribución del Canon Minero y Regalías Mineras 2004/2018”, que lleva como subtítulo el sector minero es el principal generador de Renta Regional.
En el período mencionado 2004/2018 al margen de su determinación las regiones mineras han percibido por canon minero la suma de S/ 44, 266 millones de soles y por regalías entre el 2005 a setiembre del 2018 un valor de S/ 7,420 millones. Es decir, las regiones solamente por estos conceptos han percibido transferencias por S/ 51,686 millones de soles.
En verdad, cabría preguntarse sobre el destino de tales ingresos redistribuidos gracias a las actividades mineras al margen de otras transferencias como los derechos de vigencia y penalidades que en un porcentaje del 75 % se quedan en las regiones y gobiernos locales.
Por este concepto de los derechos de vigencia en el período de referencia se ha captado S/ 970 millones de soles, al margen del llamado “aporte voluntario minero” del segundo gobierno aprista 2006/2011 que llegó a un monto cercano a los S/ 2,400 millones de soles.
Tampoco se están considerando las diversas inversiones realizadas por las empresas mineras formales por concepto de responsabilidad social que lamentablemente no están sistematizadas por el Ministerio de Energía y Minas. Todo ello debería sumar como parte de la riqueza transferida a los gobiernos regionales, locales y universidades públicas.
LAS REGIONES CON MÁS CANON
En lo referente al canon minero las regiones mineras que más participación tienen en esta renta territorial son los departamentos de Ancash con el 25 % lo que representaría una distribución del canon por un valor de 11,066 millones de soles en el período 2004/2018, riqueza distribuida sobre todo por el impuesto abonado por la Mra. Antamina.
Al respecto el distrito de San Marcos (10%) de la provincia de Huari (25%) en la región de Ancash han percibido en dicho período la suma de S/ 1,110 millones de soles y S/2,766 millones respectivamente por la fórmula que rige la distribución del canon minero.
En la realidad el distrito de San Marcos  habría percibido un promedio anual de S/ 80 millones de soles en estos catorce años, sigue careciendo de servicios básicos y la mayor parte de sus autoridades tienen una serie de denuncias penales, como también las autoridades regionales, así el ex presidente regional César Álvarez estaría comprometido hasta el tuétano con una organización criminal, según una serie de denuncias presentadas ante el poder judicial.
En segundo lugar, el departamento de Arequipa ha captado el 11.76 % del canon distribuido lo que en cifras absolutas representa un valor de S/ 5,179 millones de soles, en lo fundamental explicado por el pago del impuesto a la renta de la Mra. Cerro Verde, y otras mineras auríferas que operan en la región.
En el tercer lugar está el departamento de Cajamarca con una participación del 10.99 % del canon distribuido a nivel nacional lo que en cifras absolutas representa una riqueza distribuida de S/ 4,824 millones de soles.
Estos montos resultan representativos de la riqueza distribuida solamente por concepto de canon minero,  poco o nada tienen que ver con el bienestar de los centros poblados o distritos que están cercanos o alrededor de la explotación minera por una serie de consideraciones como la corrupción, la ineficiencia e incapacidad de gasto de los gobiernos locales.
MAL USO CON CRECIENTES EXPECTATIVAS
Se reconoce a partir del expediente Odebrecht la corrupción galopante en los gobiernos regionales y locales sobre todo en las inversiones realizadas en transporte e infraestructura con sobrecostos, licitaciones dirigidas, obras mal hechas; en resumen la corrupción estaría explicando el mal uso de los recursos del canon y regalías mineras al margen de la ineficiencia de gasto en los gobiernos sub nacionales que dicho de paso también son parte del Estado.
Es más, en departamentos como Cajamarca o Arequipa amplios sectores de la población tienen una creciente oposición a las inversiones mineras y el Estado no tiene un planeamiento estratégico para enfrentar positivamente los conflictos sociales y éstos son utilizados políticamente por sectores ideologizados de la izquierda, que no asumen todavía las inversiones y al capital privado como parte sustancial de un programa de gobierno moderno.
Frente a ello existe un desborde de expectativas de la población organizada e informada gracias a la revolución tecnológica en los medios de trasmisión vía internet, telefonía celular, y de apertura al  mundo en tiempo real en los distritos y provincias.
Éstas le exigen al capital privado en especial a las empresas mineras formales la satisfacción de una serie de necesidades sociales que constituyen una obligación del Estado central, regional y local resolver. Por ello los gobiernos regionales tienen una débil o nula participación en la solución de conflictos, y las poblaciones desbordadas exigen la presencia del ministro del sector o del premier como exigencia de solución.
Esta debilidad histórica del Estado republicano, empírico le llamaba el historiador sanmarquino Jorge Basadre, todavía con recursos monetarios  ha sido incapaz de resolver, a pesar de significativos avances en la reducción de la pobreza sobre todo campesina, los problemas de inseguridad ciudadana, salud y educación de calidad, y una infraestructura decente en las 196 provincias que se distribuyen a nivel país.
EL PROBLEMA ES POLÍTICO
Siendo el sector minero el más conflictivo en términos sociales y el que genera una mayor oposición, sobre todo de las comunidades campesinas, frentes organizados y de mayor aprovechamiento político para  liderazgos regionales y nacionales.
Gracias a la oposición a la actividad minera formal resulta explicable el liderazgo del “Goyo Santos” en Cajamarca militante expulsado del Partido Comunista Patria Roja, o del ex cura Arana que llegó al Congreso de la República bajo las banderas ambientalistas contra el proyecto Conga en Cajamarca. Hoy Cajamarca está conjuntamente con Huancavelica y Ayacucho considerada como una de las regiones con mayor pobreza.
¡Es decir, la oposición a la actividad minera rinde un rédito político, que se exacerba en coyunturas políticas!
La lista sería larga pero lo sustantivo es el pensamiento tradicional de cierta dirigencia de izquierda para asumir de forma responsable la necesidad promover la generación de riqueza no solamente en las actividades extractivas como la minería, que se constituye en el motor del crecimiento económico del país y de la riqueza regional que se distribuye con todas las limitaciones, como canon, regalías, derechos de vigencia, e inversiones de responsabilidad social por mencionar algunas.
El reconocido líder socialista, ex miembro del movimiento insurgente de los tupamarus, y expresidente del Uruguay en una gestión exitosa, Pepe Mujica diría que es una responsabilidad de la izquierda moderna promover la creación de la riqueza, que es una función de los capitalistas para luego una vez creada la riqueza apostar por la lucha redistributiva. ¡De lo contrario se distribuye pobreza entre una mayor población!
En tal sentido, se debe aspirar por una nueva minería que  debe respetar el equilibrio del medio ambiente y ser responsable en términos sociales y tributarios, pues la minería formal es una “oportunidad de desarrollo” en razón que las inversiones generan un efecto multiplicador y expansivo hacia otros sectores tales como la industria, energía, servicios, agricultura, etc.
GENERAR CONFIANZA
Una de las conclusiones del evento realizado en la facultad de economía de la UNMSM es la necesidad de generar confianza con las comunidades campesinas, los frentes de defensa que se oponen a la actividad minera, en un diálogo respetuoso no ofreciendo magia a través de las “mesas de diálogo” con las autoridades del gobierno de turno, que asumen el cumplimiento de una serie de compromisos fantásticos con la finalidad de levantar una medida de lucha como podría ser la toma de carreteras, un puente o una instalación minera.
Los conflictos sociales deben ser percibidos como oportunidades para establecer un diálogo social entre la población organizada, el Estado y las empresas, frente a un incumplimiento y olvido histórico con las provincias del interior sobre todo andinas del país.
De allí, la necesidad de organizar un “fondo social” en las localidades donde se ha adoptado la decisión de llevar a cabo la explotación minera, como un adelanto del canon minero esperado que pueda ser descontado con los impuestos cuando la empresa minera esté en la fase de explotación.
Un mejor uso y racionalidad en la ejecución de los recursos del canon y regalías más otros ingresos supone la modernización de la administración de los gobiernos locales y regionales que muchas veces ignoran los simples trámites para la ejecución del gasto y de las inversiones, de allí el grave retardo en la inversión pública en los gobiernos sub nacionales.
Lo cierto y evidente es que se experimenta un desborde de expectativas, por un progreso material por parte de los centros poblados y comunidades campesinas que aspiran a un mayor bienestar ante un Estado débil e incapacitado de resolver los conflictos sociales, actuando como  bombero que apaga temporalmente el fuego social de un Perú profundo que vive su pobreza sentado en un “banco de oro”.






lunes, 3 de junio de 2019

PERÚ: MINERÍA DE COBRE EN UNA ECONOMÍA ENFERMA


PRESENCIA CHINA Y TRANSNACIONALES
ESCRIBE: JORGE MANCO ZACONETTI
Entre la ciencia económica y las ciencias médicas hay una relación de vieja data. En su partida de nacimiento la Economía Política adopta y toma a préstamos teorías y categorías de diversas ciencias como la medicina, física, química, la historia, geografía etc. para poder explicar el fenómeno económico.
Así, el padre de la economía política en Francia de fines del siglo XVIII, fue el médico y economista Francois Quesnay, reconocido padre de la Fisiocracia, que planteó por vez primera la circulación de la riqueza en forma de valor por el “cuerpo económico de la sociedad” conformado por la clase propietaria, la clase estéril y la clase productora, los empresarios agrícolas.
Quesnay consideraba que el único sector productivo en el sentido de “producir plusvalor”, era la agricultura. La producción capitalista en el agro, era considerada la única actividad que generaba  “excedente económico” o “produit net”, lo que Marx llamaría posteriormente la plusvalía.
Por ello, según el ilustre médico, las decisiones de los empresarios agrícolas mediante la forma de inversiones generan “poder de compra” en el conjunto de la sociedad. Como médico de la Corte en Versalles antes de la Revolución Francesa, sus teorías no fueron aceptadas por el poder real.
Es decir, era un cortesano que tenía el tiempo necesario para reflexionar sobre la situación crítica de la economía y sociedad francesa antes de la vorágine social y política que cambió al mundo occidental.
Sus recomendaciones podrían resumirse en impuesto único para terminar con los privilegios de la nobleza, libertad de comercio, y priorización de la agricultura. Aplicado al Perú se diría que se debe terminar con los privilegios al sector exportador, equidad y justicia tributaria más reactivación agraria ligada al mercado interno.
LA INTERDEPENDENCIA
El otro principio que le debemos a Quesnay es la necesaria “interdependencia económica” que existe entre la producción y el consumo, como del consumo y la producción.
Con este principio se pudo construir la matriz reconocida como la “Tabla de Insumo Producto” que expone las relaciones intersectoriales entre los distintos sectores de la economía peruana. ¿Con qué sectores se relaciona la minería? ¿Cuánto le compra a la industria local? Serían las preguntas pertinentes.
Bajo tales descubrimientos de la economía podemos afirmar que la economía peruana es una economía enferma, primario exportadora, dependiente de las fluctuaciones de los precios de las materias primas, anómala y deforme a pesar del discurso oficial. El 49 % del valor de la producción de bienes y servicios (PBI) se centraliza en Lima.
Bajo los principios de la Fisiocracia el sector más importante de la economía peruana sería la minería que en lo fundamental es una actividad extractiva ligada a la exportación, con una débil contribución fiscal, pero con un fuerte efecto multiplicador al conjunto de la economía, por el “poder de compra” que generan las inversiones mineras.
En el mismo sentido para reflejar la dependencia de las exportaciones del Perú y de los países de  América Latina hacia el mercado norteamericano en los años cincuenta del siglo pasado se decía que: ”Si la economía gringa tiene una gripe a los países de América Latina les da una pulmonía”
En la presente coyuntura el principio de “todo depende de todo” de la interdependencia económica entre países se refuerza por la importancia del gigante mercado chino y las exportaciones peruanas en productos mineros, pesqueros y agrarios. Desde la segunda década del presente siglo, el mercado chino ha desplazado a un segundo lugar al mercado norteamericano como lugar de destino.
En tal sentido, la profundización del conflicto entre las políticas  económicas entre la China Popular y Estados Unidos nos afectará. Ello se explica por la mayor importancia del mercado chino, y las crecientes inversiones en variados sectores de la economía peruana.
DEPENDENCIA EXTERNA
El principal mercado para las exportaciones que se realizan desde el Perú sobre todo mineras están ligadas al gigante asiático, empezando por los concentrados de cobre, el principal producto de exportación de nuestro país, controlado por transnacionales occidentales y chinas.
Si se analiza el sector exportador se puede afirmar que el 85 % o más de las exportaciones están constituidas por productos mineros, pesqueros e hidrocarburos con bajo nivel de elaboración, es decir materias primas; que en lo fundamental están controladas por empresas transnacionales de gran poder económico y político, gracias a sus alianzas políticas locales.
Al respecto el cuadro “Mra. Cerro Verde, Mra. Antamina y Las Bambas Acumulan el 55 % del Total de la Producción de Concentrados de Cobre al  2018” Supuestamente con tales niveles de producción el segundo lugar en la producción mundial le correspondería al Perú, después de Chile que con una producción de 5.5 millones de toneladas lidera la producción cuprífera.
CHINA PRINCIPAL PRODUCTOR
Entre el 2017 la producción de concentrados de cobre bordea los 2’446 millones, es decir los dos millones cuatrocientos mil toneladas equivalentes en finos, donde el principal productor es el estado chino, que controla dos empresas cupríferas de la gran minería.
Sí, el estado chino en su proceso de expansión y fortalecimiento mundial como futura potencia hegemónica de la economía mundial tiene la propiedad accionaria y el control sobre Mra. Las Bambas   (Apurímac) y Mra. Chinalco (Junín). Por tanto, el principal productor y exportador de cobre en el país, es el estado chino.
Entre el 2017 y el 2018 la producción de las empresas cupríferas de capitales chinos explican el 29% y el 24 % de la producción interna de concentrados de cobre, y las proyecciones estaban basadas a que explicaran por lo menos un tercio de la producción interna.
En la fase de proyectos la producción esperada de Las Bambas superaba las 600 mil toneladas y en Chinalco (Toromocho) sobre las 300 mil toneladas, pero los conflictos sociales han afectado en gran parte tales pronósticos más las equivocadas decisiones de inversiones explicarían tales retrasos.
Es evidente por las prácticas de mercado de los capitales chinos en nuestro país el efecto “Shougang-Marcona” que constituyen una fuente de renovados conflictos sociales ante un estado permisivo y ausente como es el peruano.
Entre el 2018 en relación al 2017 la producción cuprífera de Las Bambas ha disminuido en un 23 % en razón de una paralización de la producción producto del conflicto con las comunidades campesinas ubicadas en la ruta de salida hacia la costa. Es decir, las reiteradas interrupciones del transporte de más de 300 camiones por día será una fuente de mayores conflictos a pesar de los supuestos acuerdos arribados por el presente gobierno.
Debiera ser evidente que la producción para el presente año también se resentirá en la medida que el problema de la contaminación y la falta de acuerdo económico de largo plazo entre la empresa y las comunidades campesinas no se resuelvan en el marco de una política de ganancias compartidas, ante un “Estado ausente”.
CHINOS CON CHOLO BARATO
Tanto en Las Bambas como en Chinalco (Toromocho) el comportamiento de los capitales chinos en relación a sus trabajadores es de una rigidez y una sobreexplotación de la fuerza de trabajo que se expresa en los accidentes fatales que ha tenido la primera y a la subestimación de las normas de seguridad en el trabajo, en una actividad de alto riesgo que se desenvuelve en jornadas atípicas de trabajo, por encima de los 4,000 metros de altitud.
Si a ello, se agrega los recurrentes desperfectos de la maquinaria china importada de dicho país, con las paralizaciones de la producción que tiene que ser recuperada en el menor tiempo posible a costa de una mayor intensidad del trabajo.
En tal sentido, la lógica de los capitales chinos es más agresiva que los capitales de empresas occidentales, pues en dicho país de la “democracia socialista” no existen sindicatos  y el salario  promedio de US $ 1,500 dólares mensuales que pueda percibir un trabajador de la gran minería de cobre en el Perú, constituiría una exageración en comparación de los niveles salariales en el país asiático.
En conclusión, el primer exportador de cobre son las empresas mineras del estado chino, donde el principal mercado es la propia China, que dicho sea de paso es un importante productor y consumidor de cobre a nivel mundial gracias a sus altos niveles industriales y dinámico crecimiento.
MRA. ANTAMINA
Esta minera ha visto aumentar la producción cuprífera en un modesto 4.6% en el período pues se privilegia la producción de zinc antes que el cobre.
La presencia de BHP-Billiton con un 33.75 % del capital accionario, de la transnacional suiza Glencore  con un 33.75%, de la gringa Teck con un 22.5 % con la japonesa Mitsubishi con 10 %, expresan la importancia de las empresas involucradas en esta unidad.
Si se tiene presente que la suiza Glencore también controla el 100 % del capital accionario en Cía. Mra. Antapaccay (Cuzco) en proceso de expansión, ha producido 205 mil toneladas el 2018, en la práctica sería el segundo productor de cobre en nuestro país.
Es decir, si se considera la participación del 33.75 % que tiene Glencore en Mra. Antamina, más el 100% la producción de Cía. Antapaccay en el 2018 habría producido más de 360 mil toneladas.
¡Es decir después de los capitales chinos le siguen los suizos en importancia cuprífera!
MRA CERRO VERDE
Esta empresa minera que opera en Arequipa a menos de una hora de la capital ha incrementado la producción en un 9.13 % entre el 2017 al 2018 bordeando los 500 mil toneladas como se puede observar en el cuadro respectivo.
Desde el punto de vista de los capitales accionarios la norteamericana Freeport Mc Moran retiene el 53.56 % del capital, Mra. Buenaventura el 19.58 % y la japonesa Sumitomo  controla  el 21 % del capital accionario, correspondiendo el 5.26% restante a trabajadores y otros accionistas minoritarios.
Con el proceso de expansión Ma. Cerro Verde está liderando la producción cuprífera en nuestro país con uno de los menores costos de producción a nivel internacional.
Más lo cierto y evidente es que los capitales norteamericanos en la producción de cobre en nuestro país han sido desplazados por los capitales chinos, anglosajones, suizos y mexicanos en un proceso de transnacionalización de la minería peruana, gracias a una drástica privatización de la actividad estatal aplicada en la década de los noventa del siglo pasado.
EPÍLOGO
No se conoce una experiencia exitosa de un país moderno con un mayor bienestar para su población, que se haya desarrollado a partir de la producción de materias primas sin mayor valor agregado e interdependencia con la industria.
De allí de una política y estrategia nacional por una nueva minería con una mayor interdependencia con la industria local, regional y nacional, por el efecto expansivo y multiplicador de las inversiones mineras.
La actividad minera genera “poder de compra” al conjunto de la economía de allí la relación positiva entre los mayores precios de los minerales especialmente el cobre, con las reservas monetarias, las transferencias regionales e ingresos fiscales derivados por el efecto multiplicador de las inversiones.
Sin embargo, todo lo contario sucede cuando los precios de los minerales se derrumban en el mercado mundial. Los países productores como el Perú experimentan un período de “vacas flacas”, que se agravan con los mayores conflictos sociales e informalidad minera.
De allí la necesidad de fortalecer la presencia dinámica del estado central, regional y local en las regiones con los recursos necesarios para hacer realidad las inversiones sociales y enfrentar en mejores condiciones los conflictos sociales que son recurrentes en toda actividad extractiva.
En razón de ello la facultad de Ciencias Económicas de la UNMSM a través del Centro de Servicios y Asesoramiento Empresarial (CESEPI) está organizando para el próximo 7 de junio a las 6 pm, “El Foro Económico: Conflictos Sociales en la Minería Peruana” teniendo como invitado especial al Vice Ministro de Gobernanza Territorial de la PCM  Arq. Raúl Molina que tendrá un reconocido panel de comentaristas.