martes, 10 de mayo de 2016

HOMENAJE A LA MADRE CON “LA SAZÓN DE ELIA”

Escribe: Jorge Manco Zaconetti

El domingo 8 de mayo se recordó el Día de la Madre a nivel internacional y en nuestro país fue un día festivo, de múltiples reuniones familiares donde se afianzaron los vínculos entre padres e hijos, con visitas al cementerio para aquellos que han perdido al ser querido; es un día de unidad y amor familiar, de homenaje al ser que nos dio la vida, y que formó, cuidó los primeros años de existencia. 

En nuestro caso ante la desaparición física de nuestra madre Elia Zaconetti Castel el 18 de enero del 2014 el mejor homenaje es recordarla y emularla pues su vida constituye todo un ejemplo de trabajo, sacrificio, perseverancia,  y amor al prójimo. 

En su nombre hemos inaugurado un pequeño restaurante  familiar que lleva su nombre, pues ella siempre decía que si no hubiese sido una reconocida obstetriz de la Maternidad de Lima, hubiese sido una exitosa cocinera, por formación, necesidad y gusto familiar aprendió a combinar olores, sabores, mezclando la comida del sur con la criolla, italiana y andina. 

Ella, nacida en Tarapacá en Zapiga un 3 de febrero de 1918 con sus padres y hermanos formó parte de los miles de peruanos expulsados, repatriados por defender la peruanidad de Tarapacá, Arica, Tacna y la provincia Mariscal Nieto de Moquegua ocupadas estas últimas  hasta agosto del 1929 cuando se firma el tratado supuestamente definitivo de amistad y límites con Chile.

Elia Zaconetti Castel por los problemas de ser repatriada y la falta de medios económicos de la familia materna pues se tuvo que abandonar y dejar todo en Tarapacá, llegó a Lima hacia 1924 durante el gobierno de Leguía donde la familia tuvo que pasar por mil peripecias por el hecho de hablar como “nortino” con el dejo chileno, experimentó el maltrato, desdén y la indiferencia de las autoridades y del pueblo de Lima.

Es más, como la tragedia nunca viene sola mi abuela  enviudó tempranamente en Lima dejando a la familia en la pobreza, en el desamparo y la falta de trabajo que agobiaba a los sectores populares ante la crisis económica de los años treinta. 

Con seis hijos pequeños mi abuela María Castel recibió el apoyo de parientes arequipeños pues tenía el conocimiento popular de la cocina characata que mi madre bebió y aprendió de niña para poder sobrevivir en la agresiva ciudad capital. 

Mi abuela pobre de solemnidad, tenía que hacer malabares para poder alimentar a la prole, por ello mi madre se decía a si misma: Debo estudiar para ser una profesional, pero le gustaba la cocina que en ese entonces no tenía la importancia que tiene ahora. 

En tal sentido, el mejor homenaje en su nombre es haber organizado este pequeño restaurante que lleva su nombre: “La Sazón de Elia” que tiene como responsable a su hija política Magda Castillo Quispe.

Magda Castillo que desde joven en casa aprendió el arte, el oficio, los trucos de la cocina popular, los aderezos que le dan sabor y olor a las comidas. Como mi madre no tuvo hijas mujeres le trasmitió el conocimiento culinario para tratar los chupes, los aguaditos, la causa, el olluco, el escabeche que tiene que dormir en vinagre, los trucos del pisco con la carne, los aderezos de los tallarines rojos y verdes al estilo italiano, la sopa bruta, el picante raya de Mala tierra de mi padre, en fin ella recogió y asumió este saber que hoy se convierte en una aventura empresarial.

Por ello, hay un hilo conductor que va desde el saber gastronómico de mi abuela María Castel, mi madre Elia Zaconetti hacia Magda Castillo. En especial en la elaboración de la comida arequipeña, con el rocoto relleno, las sopas tradicionales, la sarsa de patitas, el estofado, la sopa de camarones.

Así, en el primer piso de la casa familiar Av. Germán Amézaga 450 frente a la Ciudad Universitaria de UNMSM mi madre jubilada quería tener su restaurante, hoy ese deseo se hace realidad pues recién el 5 de mayo del presente hemos cumplido un mes en esta pequeña empresa que cumple con los requisitos y condiciones formales.

Este emprendimiento no sería posible sin el apoyo, y participación de otras personas como la Sra. Mariela Pacherre Navarro piurana de origen que aporta el saber culinario y los secretos de la comida del norte de nuestro país, y que se constituye en la segunda al mando en la cocina, entre las 12 y las 4 de la tarde es infranqueable en su coto culinario.

Igualmente participa la Sra. Mariela Capcha Castillo amiga de toda la vida de mi señora  es la responsable de la presentación, limpieza, orden y servicio a los clientes, bajo lema el cliente tienen la razón. Con una sonrisa recibe a los comensales que siempre quieren ser los primeros en la atención.

Por último, mi hermano Alfredo Manco Zaconetti es el mago en la ”Sazón de Elia” pues tiene una serie de responsabilidades. Con la juventud de los setenta años es el hombre que recibe a los parroquianos con una copa de vino del rico valle de Mala. Es también apuntador, administrador, seguridad, contador etc. etc.

En fin en lo que a mí respecta que aprecio la buena comida, los buenos quesos y vinos como investigador de la UNMSM por casi cuarenta años y próximo a la jubilación apoyo esta aventura empresarial pensando en un restaurante que esté al servicio del cliente, de los docentes, funcionarios y estudiantes de nuestra querida  universidad en particular que por su cercanía es el mercado natural.

Se trata de apostar con un restaurante de una comida de carácter y sabor familiar, donde no se use saborizantes, donde el menú sea del día, de casa a precios competitivos, donde almorzar sea un placer, un acto de amor, donde la mezcla de sabores y olores cautive al comensal, tal como era la idea de Elia Zaconetti Castel mi querida madre.





Croquis de "La Sazón de Elia"



Staff de "La Sazón de Elia": Sra. Mariella Pacherre, Magda Castillo, Mariella Capcha y Alfredo Manco Zaconetti.













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