lunes, 2 de diciembre de 2013

POR UNA GENERACIÓN ENTREGADA A LA FACULTAD

35 Y MÁS AÑOS EN LA UNMSM-FCE

ESCRIBE: JORGE MANCO ZACONETTI (Investigador UNMSM)

El escritor Garcilazo de la Vega, hijo del capitán español del mismo nombre y de una noble ñusta quechua, decía en su libro supremo “Los Comentarios Reales”, obra que toda persona inteligente debiera leer para entender la forma de ser peruano. Decía el autor por su experiencia en los primeros años de la formación de lo que se llamaría el Reyno del Perú, que como país “era madre de los extranjeros y madrasta con sus hijos” Es decir, el olvido, la postración, el desarraigo, el maltrato era la forma como el naciente estado colonial trataba a los suyos.

Sirva esta introducción histórica para tratar de entender la forma del ser peruano donde la discriminación cultural, económica y racial, la envidia, el maltrato a los otros, el resentimiento forma parte del carácter nacional. No se acostumbra a reconocer el éxito de los colegas, y en la universidad ello se agudiza pues postrada por las luchas internas por la ambición al poder, antes de privilegiar la inteligencia y la investigación, que es la razón de ser de la universidad.

Así, en la presente gestión del señor decano de la Facultad de Ciencias Económicas, Mg. Jorge Osorio Vaccaro por primera vez en su historia, el viernes 29 de noviembre en el Salón de Grados de nuestra facultad, se reconoce a un conjunto de docentes y trabajadores administrativos que hayan cumplido 35 o más años de servicios laborales en nuestra querida universidad y facultad.

En tal sentido como director del Centro de Extensión y Proyección (CEUPS) responsables en parte del evento académico lo primero que se hizo  fue solicitar al señor jefe de Personal la información oficial, con los años de servicios plenamente  reconocidos por la alta administración de la Universidad. De allí la relación que se adjunta de los profesores y trabajadores homenajeados.

Este reconocimiento académico y administrativo tiene varios objetivos, al margen del fomento de la camaradería, es la valorización del capital humano que tiene la facultad en sus tres estamentos: docentes, estudiantes y administrativos.

Quienes apostamos por la cultura del éxito y del reconocimiento de los méritos personales y académicos de los otros, sin la envidia insana y mala fe heredados del pasado, tenemos que reconocer que la Facultad de Ciencias Económicas de nuestra universidad está posicionada en el mercado y en el país gracias al esfuerzo personal de sus miembros pero también por el respaldo institucional. Después de todo es la facultad más antigua del continente.

Sin embargo, en los últimos años percibo en algunos miembros de la comunidad el complejo de inferioridad propia del mestizo sumiso con los poderosos y arrogante con los indios como lo grafica la herencia colonial. Esta falta de autoestima limita la formación de un pensamiento crítico propio de la economía política.

Ello llevado al plano universitario se refleja en el complejo de inferioridad hacia las universidades privadas, en particular la Universidad Pacífico, Pontificia Católica, la de Lima que con sus patronatos, altas pensiones y hasta subvenciones públicas han realizado importantes investigaciones en las áreas de las ciencias sociales y la economía en particular, en la mayor parte de los casos justificando las políticas de ajuste estructural, la reinserción y las grandes reformas como la privatización de la actividad económica empresarial del estado, que se llevaron a cabo con altas dosis de corrupción.

Es decir, universidades privadas que han sido y son coherentes con la política económica impuesta por el FMI y Banco Mundial, y en la década de los noventa del siglo pasado con  el gobierno más corrupto de la historia del país. Por ello, sería importante enumerar la cantidad de ministros, viceministros, congresistas, políticos y altos funcionarios que administraron el poder durante el fujimontesinismo, protegidos bajo el manto ideológico de una cuestionable tecnocracia.

El historiador recientemente fallecido  Alfonso Quiroz en su libro “Historia de la Corrupción” ha estimado cuantitativamente lo que ha  significado los costos de la corrupción en los años que van 1990 al 2000, donde un promedio el 4.1% del PBI anual se licuó en las diversas variantes de la corrupción a través de las decisiones en el gasto público.

EL POSICIONAMIENTO DE LA FACULTAD

En tal sentido para mí ha sido una sorpresa encontrar el posicionamiento de nuestra facultad, en el informe del profesor Octavio Suárez Puelles, investigador sanmarquino radicado en Francia hace más de 20 años, titulado “Notas sobre los rankings y la Facultad de Ciencias Económicas en San Marcos”, donde para el año 2012 ubica a nuestra facultad en un tercer lugar, detrás de las facultades de economía de la Universidad Pacífico y Pontificia Católica. Ver Cuadro.

Si bien se cita a la revista empresarial “América Economía”, la encuesta de opinión tendría cierta objetividad pues se entrevista a los hunters, cazatalentos y reclutadores más a gerentes de las empresas públicas y privadas, quienes libremente emiten su opinión. 

Sin embargo el hecho de aparecer detrás de las universidades privadas al margen de servir de acicate para ser mejores, no excluye señalar el error de agregación propio de los economistas que muchas veces confundimos y sumamos “papas con camotes”.

La información del ranking de las facultades soslaya las diferencias económicas entre las facultades privadas mencionadas con pensiones que van desde los 1,000 nuevos soles mensuales a más de 4,000 soles, sumados a otros costos y el financiamiento empresarial que algunas de ellas perciben. 

Sin pecar de unilateral como ex profesor de la Universidad de Ingeniería y docente investigador de UNMSM-FCE debo mencionar las ventajas del universitario de estas universidades públicas, que funcionan con magros presupuestos. Esta se relaciona con la calidad del estudiante en el caso de la facultad de economía con el riguroso proceso de selección, pues de cada 6 o 7 postulante ingresa a la facultad solamente uno, cuestión que no sucede en las privadas donde se admiten a los que pueden abonar las pensiones, y existe una dura competencia entre las mismas por atraer a los postulantes en función al libre mercado.

En tal sentido reconociendo las deficiencias, debilidades de nuestra facultad, la pobreza de nuestra biblioteca, de la falta de local más aguda ahora con la formación de las dos escuelas adicionales como la de economía pública y economía internacional, sin aulas virtuales, falta de multimedias, fortalecimiento de los idiomas, los magros ingresos que percibe el personal docente y no docente etc., la ubicación de nuestra facultad no deja de ser expectante.

Por ello, creo que es justo y necesario reconocer a los profesores y trabajadores administrativos  que durante 35 o más años, toda una generación, han entregado su capacidad, esfuerzo en la formación de este capital humano que hoy destaca en el mundo privado y público. Si bien el esfuerzo personal de profesores y estudiantes es mayor para destacar de manera individual no podemos subestimar el esfuerzo institucional, injusto sería desconocer esta realidad.

Creemos que este reconocimiento aliviará en algo la percepción que tenemos los profesores y trabajadores del interesado y secular olvido del Estado hacia las universidades públicas. Hay veces me pregunto ¡Si los recursos perdidos por la corrupción hubiesen sido destinados a una educación pública y salud de calidad, otro sería el destino del país!

Los problemas y posibilidades de nuestra facultad en el corto, mediano y largo plazo son múltiples, y la gobernanza de nuestra facultad exige el necesario consenso en especial de docentes pues los representantes estudiantiles se renuevan permanentemente y cada 5 años tienen que egresar para competir en un mercado cada vez más agresivo.

Es más, es tiempo de revisar el sentido del llamado tercio estudiantil en las universidades públicas que son pasibles de ser subsumidas por los poderes fácticos de turno y sujetos a prácticas corruptas, pues la universidad reproduce en micro lo que sucede en el país, en especial del Poder Judicial, Policía Nacional y Congreso de la República que son percibidas como las instituciones más corruptas.

Curiosamente los jóvenes admiran las universidades anglosajonas que más funcionan como empresas donde los rectores más parecen presidentes de  directorios de las empresas privadas, donde las pensiones tipo Oxford, Cambridge, MIT, Harvard etc. sobrepasan los 100 mil dólares anuales y no existen tercios estudiantiles, como tampoco existe en las universidades europeas ni en la China Popular.

En el caso de la facultad de Ciencias Económicas se requiere en lo fundamental de una capacidad de gestión eficiente, transparente, moderna para hacer posible el nuevo local institucional, satisfacer los requerimientos de las nuevas escuelas, generar sus propios recursos sin claudicar en mayores transferencias públicas, para ubicar a nuestra Facultad en el liderazgo.

Por ello, uno siempre debe ser agradecido, con el Hacedor, con el país, con la universidad que nos formó, por ello una forma de devolver es este modesto homenaje a nuestros profesores y a los trabajadores administrativos por estos años de servicios de trabajo que representan toda una generación de vida. 















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