martes, 21 de marzo de 2017

CORPORACIÓN LINDLEY Y SUS MALAS PRÁCTICAS

AVARICIA EMPRESARIAL CONTRA TRABAJADORES

ESCRIBE: JORGE MANCO ZACONETTI

Sobre las malas prácticas decía mi abuelita que “gallina que come huevos aunque le quemen el pico”. Así, una empresa que está acostumbrada a prácticas no transparentes, al abuso y prepotencia con sus trabajadores, al no pago de utilidades a sus colaboradores que han fortalecido el patrimonio empresarial, otorgando préstamos que se descuentan al año para tener endeudados a sus servidores como en el “enganche colonial”.

Una corporación que minimiza las utilidades a través de negocios con empresas vinculadas, que se vende y compra así mismo terrenos, que no paga por el valor del agua que debería abonar, que está acostumbrada a las políticas de “cholo barato” Es más, la historia de una explotación laboral sería tan larga de enumerar que merecería más de un tomo como libro.

Todo ello y mucho más hace Corporación Lindley para conocimiento de sus nuevos dueños: Arca Continental de México. Lamentablemente la historia se está repitiendo con los accionistas mexicanos, las “viejas prácticas” se reproducen de forma ampliada con la nueva administración de Corporación Lindley S.A.

Esta corporación a través de un largo proceso se ha posicionado como la más importante empresa de gaseosas y bebidas del mercado peruano, con una creciente producción a lo largo y ancho del país, pues tiene una participación del 67 por ciento con bebidas emblemáticas como la Inka Kola, Coca Cola, Fanta, San Luis, Sprite, Crush etc., que no solamente cubre el mercado interno sino que también exporta.

MEJOR PAGO LA MULTA

Sobre la falta de transparencia se debe recordar las sanciones que le impuso la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV) las mismas que fueron asumidas por la Corporación Lindley en el proceso de venta de su mayoría accionaria en carta del 20 de julio del 2016, cuando declaraba que: “En la fecha Corporación Lindley S.A. ha decidido no interponer recursos administrativos contra la “Resolución” que sanciona a Corporación Lindley, por las infracciones al reglamento de Hechos de Importancia, con una multa de 200 UIT por haber incurrido en cuatro (4) infracciones tipificadas en el inciso 1.4, numeral 1 del Anexo I del Reglamento de Sanciones y en tres (3) infracciones tipificadas en los incisos 2.11 y 2.14 del numeral 2 del Anexo I..”

¿Qué sostiene la infracción del punto 1.4 que está clasificada como “muy grave” por la CONASEV? Esta hace referencia al punto de “Presentar a CONASEV, a la Bolsa, a la Banca de Productos, a la entidad encargada del Mecanismo Centralizado, al inversionista y en general a cualquier otro sujeto del mercado de valores o de productos, información inexacta, falsa o tendenciosa; o divulgar dicha información en el mercado..”

Esto significa que la Corporación Lindley se allanó al pago de 200 UIT (un valor de S/ 3,950 soles por una UIT en dicho año) que resultan equivalentes a 790 mil soles que constituye una menudencia frente a las utilidades netas obtenidas en el ejercicio 2016, las mismas que fueron las más importantes de los últimos años gracias a la capacidad y productividad de los trabajadores, pues sumaron los 240 millones de soles.

Por dar “información inexacta, falsa o tendenciosa” el organismo regulador sanciona a la Corporación Lindley con una migaja que no está en correspondencia a la importancia del hecho económico al omitir información en el Mercado de Valores de Lima.

En el proceso de compra-venta entre Arca Continental y las diversas fracciones del grupo Lindley, se debe tener presente que el 10 de setiembre del 2015 se registró la venta del 53.16 % de las acciones comunes en manos de Johnny Lindley Suárez y hermanos por un valor de 758.7 millones de dólares. El mismo día también se registró en el Reporte Anual de Arca Continental SAB de CV la venta del 2.03 % de las acciones de inversión en propiedad de Johnny Lindley Suárez y hermanos por un valor de 1.30 de millón de dólares.

Luego, el 29 de setiembre del 2015 Arca Continental se registró el pago de 150 millones de dólares adicionales a Johnny Lindley Suárez y hermanos por una cláusula de exclusividad para que a futuro no incursionen en el mercado peruano de bebidas gaseosas. Es decir, para evitar la libre competencia se paga una millonaria suma que se publica en la bolsa de México y rebota indirectamente en el país.

Lo grave es que este  acuerdo no se informó a la Superintendencia de Mercado de Valores del Perú ni a los accionistas minoritarios, mucho menos a los trabajadores. De allí la falta de credibilidad de los trabajadores respecto a la información económica financiera que procesa la empresa, donde gracias a las llamadas “pérdidas tributarias” que no son pérdidas económicas, se les enajena y sustrae sistemáticamente la participación en las utilidades.

ME COMPRO/VENDO A MI MISMO

También constituye una práctica no transparente los negocios inmobiliarios antes de la venta de la mayoría accionaria a la transnacional mexicana Arca Continental S.A. llevada a cabo por la fracción de los Lindley Suárez, los cuales afectan la participación de los trabajadores en las utilidades.

Haciendo un poco de historia en el mes de julio del 2013 Johnny R. Lindley Suárez incursiona nuevamente en el negocio inmobiliario creando la empresa Great Real Estate SAC (GRE SAC), con una participación accionaria de 99.9%, teniendo como socio minoritario a Emilio Rodríguez Larraín Salinas vinculado al decano de la prensa peruana por su matrimonio con Milagros Miró Quesada actual Vicepresidenta del nuevo Directorio del Grupo El Comercio, con el control en Perú 21, El Trome, Gestión, Correo, Ojo etc.

Así, Lindley Suárez con una inversión de un capital de S/ 100 mil soles dio origen a Great Real Estate. Con esta empresa y siendo Presidente del Directorio de la Corporación Lindley ha llevado a cabo millonarios negocios de compra y venta de terrenos, levantado edificios. Así, hasta antes de la transferencia a capitales mexicanos, se maximizó el negocio inmobiliario con compromisos para los siguientes años. Por tanto, lo que es egreso para la corporación es ingreso para la empresa recién creada Great Real Estate SAC que tenía al mismo presidente del directorio. ¡Todo queda en familia!

Para el 05 de agosto del 2014 también inicia operaciones otra empresa de Johnny R. Lindley Suárez Great Retail SAC, dedicada al negocio de los minimarkets con el logo Tambo que se han distribuido en todos los distritos de Lima Metropolitana. Donde dicho sea de paso con la falta de agua mineral han agotado sus stocks rayando en las ventas.

A través de la empresa Great Real Estate SAC se crean una serie de subsidiarias en Lima y otras regiones del país para las actividades inmobiliarias y de la construcción que son financiadas por la corporación. Lo particular de estas empresas es que empiezan sus actividades adquiriendo terrenos e inmuebles pertenecientes a la Corporación Lindley, además asumen la construcción de los almacenes de la corporación; y se llevan a cabo en la parte o tramo final de los Lindley como accionistas mayoritarios de la corporación. Ver gráfica de las “Empresas Inmobiliarias Pertenecientes a Jhonny Lindley Suárez”

En todos estos negocios ello no debiera llamar la atención de haber sido transparentes pues debemos asumir que con la riqueza generada por los trabajadores en la Corporación Lindley se emprenden nuevos negocios, nuevas empresas que tienen formalmente distintas razones legales pero que han sido financiadas en parte con las utilidades que económicamente les correspondía a sus colaboradores. Por tanto, se afecta gravemente los intereses de los trabajadores, de allí el resentimiento ante la corporación que los nuevos accionistas mexicanos deben enfrentar y resolver.

En verdad, son múltiples los mecanismos por cuales se minimiza las utilidades por distribuir a los trabajadores, los mismos que demandan ante los nuevos dueños mexicanos un cambio en las relaciones entre la empresa y el trabajo, pues las políticas de “cholo barato” son insostenibles en el tiempo.

Prueba de ello, es el acuerdo laboral adoptado en la ciudad de Arequipa con presencia de todos los representantes de las bases de la Corporación Lindley ratificando un paro de 48 horas para los días 28 y 29 del presente, como una medida de protesta ante la enajenación sistemática de las utilidades a los 3,300 trabajadores que han contribuido al fortalecimiento patrimonial de la principal empresa del mercado de gaseosas y bebidas.



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