ANIVERSARIO DE LA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS
Señor Decano de la Facultad de Ciencias Económicas
Mg.. Humberto Campodónico Sánchez
Señor Director de la Escuela de Economía,
Eco. Hugo Sánchez Díaz
Señor Director Administrativo
Mg. Enrique Palacios Lozada
Señor Director del Instituto de Investigaciones Económicas
Mg. Carlos Aquino
Señor Director del Cesepi
Miguel Cruz Labrín
Señores profesores, señores trabajadores y señores estudiantes
Amigos todos:
Sin excepción alguna estamos gratamente sorprendidos y orgullosos que tres estudiantes de la facultad hayan alcanzado los tres primeros puestos en el curso de extensión universitaria que organiza anualmente el Banco Central de Reserva del Perú desde hace 50 años. De igual importancia debemos mencionar a los estudiantes que han ocupado primeros lugares en organismos reguladores como Osinergmin y Osiptel, que también deben ser reconocidos en su oportunidad, pues siendo una universidad y facultad pobre en recursos materiales, con limitaciones de gasto como toda entidad pública, y no podemos publicar grandes avisos periodísticos en la gran prensa como lo hacen muchas universidades privadas.
Sin embargo, se han realizado esfuerzos y hoy día en el diario “La República” se hace una invitación pública y un reconocimiento a nuestros estudiantes por los éxitos alcanzados que prestigian a la facultad. Ello nos debe servir de ejemplo para fomentar la cultura del trabajo y dejar de lado la cultura de la envidia y mediocridad.
Una universidad, una facultad es lo que publica, lo que investigan sus docentes y estudiantes, de allí la necesidad de ser agresivos en la investigación, en descubrir o “sacar a luz los mecanismos económicos”, para ello debemos tender los puentes con el sector privado, la cooperación internacional y los diversos organismos oficiales.
Una pequeña muestra al respecto sobre el enorme potencial que posee la facultad lo demuestran los cursos organizados con FondoEmpleo y el Centro de Extensión y Proyección Social (CEUPS) a través de los programas de gestión minera, donde en octubre y noviembre del año pasado se han recibido a dirigentes sindicales de diversas empresas mineras para la capacitación sobre la realidad de la actividad minera, a través de los precios, las utilidades, los estados financieros de las diversas empresas, cumpliendo con el viejo mandato de las puertas abiertas de la universidad al mundo del trabajo, como fue en el pasado las Universidades Populares de González Prada.
Lo significativo es que para captar los recursos de FondoEmpleo se compite con ESAN y con la Pontificia Universidad Católica (PUC) y salimos adelante en el marco de la reglas del mercado, generando recursos para la universidad y la facultad.
Aunque parezca contradictorio debemos hacer de nuestra pobreza una ventaja comparativa en el sentido ricardiano, una fortaleza en el sentido de Michael Porter. Ello es posible de ser alcanzada si todos los profesores, estudiantes y trabajadores identificamos objetivos comunes deponiendo intereses personales o de grupo subalternos sobre el interés colectivo de la facultad.
Ser una facultad líder, un referente nacional e internacional es tarea de todos, sin exclusiones. En tal sentido, se debe superar la mezquindad y la miopía de pequeños grupos de docentes y estudiantes que obstaculizan los cambios que nuestra facultad demanda, que entraban la gobernabilidad de la facultad.
Por ello, se debe felicitar a todos aquellos que han hecho posible tales logros que tienen su explicación en la gran reserva moral que todavía tienen profesores, estudiantes y trabajadores para sacar adelante a nuestra facultad, a pesar de todos los problemas, y a la falta de transparencia de las gestiones anteriores que heredamos y estamos superando con honestidad, trabajo y capacidad de gestión. Pero como diría el poeta César Vallejo “Hay hermanos muchísimo que hacer”.
Si bien el éxito de nuestros estudiantes, se explica en lo fundamental por el esfuerzo individual, resulta evidente que todos ganamos, pues lo más importante que tiene la Universidad de San Marcos, y nuestra facultad en particular, es el capital intangible, su nombre, su prestigio, a sus profesores, a sus estudiantes que han realizado grandes esfuerzos por ingresar a este viejo claustro. De allí, que un reto es hacer de nuestra pobreza una fortaleza.
De igual importancia señor decano en la modernización de la enseñanza de las ciencias económicas en nuestra facultad, es la aprobación a nivel del Consejo Universitario y Asamblea Universitaria por unanimidad, la creación de dos escuelas adicionales a la ya vigente, de economía internacional y economía pública, que debe posicionarnos en mejores condiciones en la formación de nuestros economistas en el siglo XXI.
Frente a la desidia y desinterés de anteriores administraciones, se ha asumido el reto de su implementación rescatando el trabajo colectivo de muchos profesores y estudiantes que en la reforma curricular del 2006/2007 establecieron la necesidad de tener tres escuelas académicas, para una mejor especialización sin perder de vista una sólida formación económica en la teoría, en el análisis económico, y en los métodos cuantitativos aplicados en la economía.
UN POCO DE HISTORIA
Señor decano, como diría J.M. Keynes “ en el largo plazo todos estaremos muertos”, pues su análisis era de corto plazo, en una coyuntura de la depresión de los años treinta del siglo pasado. Así, nosotros no veremos lo que hoy estamos sembrando, pues en la presente coyuntura con la actual gestión que tiene como motor y factor de cambio a la energía estudiantil, de los jóvenes representantes del tercio y centro federado que coinciden en la necesidad histórica de “salvar a la facultad”, para posicionarla en el mundo económico y empresarial como un referente, como lo que siempre fue desde su origen fundacional.
De allí, la importancia de rescatar la historia de las instituciones y de la Universidad de San Marcos que como la Iglesia Católica y sus diversas órdenes (dominicos, franciscanos, jesuitas, agustinos etc.), es más vieja que la misma República, pues nuestra acta de fundación es de 1551 como Universidad, y de nuestra Facultad data de 1875; y nace con los vientos de la modernización del proyecto civilista de don Manuel Pardo como una escisión de la vieja facultad de Derecho, repito hacia 1875, donde por vez primera se enseñan los cursos de economía política y finanzas públicas.
En su creación la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, se le encargó su organización y primer decano al ciudadano francés Dr. Pablo Pradier Foderé, discípulo de Jean Bautiste Say célebre autor de la famosa ley de mercados, ley que fundamenta el equilibrio neoclásico que al decir de Raúl Prebish en los años treinta del siglo pasado ante la crisis general del capitalismo, incapacitaba a la teoría económica neoclásica para interpretar y mucho menos proponer alternativas para superar la crisis y la larga depresión.
De acuerdo a las normas de la época de 1875 se le llamó “Facultad de Ciencias Políticas y Administrativas”, siendo su objetivo básicamente, preparar alumnos para desempeñar funciones en la Administración Pública, la diplomacia, y la finanzas públicas ante la mayor presencia del Estado.
Al variar las condiciones, sociales, económicas, políticas y el concepto de enseñanza, a la par que el reconocimiento de la importancia de las materias económicas, se cambió el nombre de la Facultad por el de “Facultad de Ciencias Políticas y Económicas” en 1920. Más tarde, durante el gobierno del Presidente Augusto B. Leguía y por medio del nuevo Estatuto Universitario, Ley 6041 del 19 de mayo de 1928, se modificó nuevamente el nombre, llamándose “Facultad de Ciencias Económicas”.
Por ello, que mejor telón de fondo para celebrar un aniversario más de nuestra Facultad de Ciencias Económicas, el 136º aniversario, dado que fue fundada un 7 de abril de 1875 durante el proyecto civilista de don Manuel Pardo, años previos a la Guerra del Guano y Salitre, donde nuestra Universidad señor decano, con el rector de ese entonces, decanos de diversas facultades como el mencionado Pradier de Foderé, profesores y estudiantes estuvieron en los parapetos y trincheras de San Juan y Miraflores el 13 y 15 de noviembre de 1881 en la llamada segunda división del Ejército de la Reserva de Lima, para defender el honor nacional ante la agresión de nuestro vecino del sur, sediento de las riquezas naturales que fueron la desgracia del Perú.
Pocas facultades por no decir ninguna, tienen entre sus méritos históricos el haber contribuido en la defensa de la patria, como lo hizo nuestra Universidad y Facultad en especial, donde los profesores en un acto de desprendimiento donaron el 25% de sus magros sueldos para la defensa nacional. Y nuestros estudiantes muchos de ellos ofrendaron sus vidas en la Defensa de Lima y participando en la Campaña de la Breña con el Brujo de Los Andes, nuestro mariscal Andrés A. Cáceres.
Bastaría revisar el largo listado de nuestros maestros y estudiantes que lucharon, nombres expuestos en el libro de Jenaro Herrera de 1927 titulado “La Universidad Mayor de San Marcos y la Guerra del Pacífico” libro escrito a solicitud del rector de ese entonces, José Matías Manzanilla, donde se presenta la contribución de sus docentes y estudiantes. Destacando entre sus docentes los doctores de la facultad: Dr. Manuel Alvarez Calderón catedrático de Economía Política, Estadística y Ciencia de Finanzas en la Facultad de Ciencias Políticas y administrativas, Manuel Vicente Morote, Ramón Ribeyro, Antenor Arias, Luis Felipe Villarán, Federico León y León, Manuel Aurelio Fuentes entre otros.
Esta riqueza del guano y salitre que el historiador de la República y también profesor de San Marcos, Jorge Basadre denominó “la riqueza falaz”, donde nuestro país desde 1842 hipotecó con el capital financiero internacional, los consignatarios y los grandes especuladores la riqueza guanera y salitrera, la misma que se desvalorizó durante la primera crisis general del capitalismo hacia los años 70 del siglo XIX.
Señor decano si la historia tiene un objetivo propedéutico las lecciones del pasado nos deben servir para no repetir los errores de ayer. Ello nos debe hacer repensar sobre el actual boom minero donde el Estado no está participando de las ganancias extraordinarias que genera la explotación de los recursos mineros no renovables. De allí, las debilidades fiscales para asumir sus responsabilidades como Estado frente a la salud, educación, seguridad social etc.
En su origen, la creación de la Facultad de Ciencias Económicas es el producto necesario de una serie de factores que se manifiestan en forma conjugada, durante la segunda década del siglo XX. En primer término, es la expresión de la modernización del Estado, producto a su vez de la expansión capitalista que al insertarse en sociedades de corte feudal, que adoptó desde fines del siglo pasado, el carácter de “enclaves económicos”, donde la racionalidad está marcada por la articulación del capital extranjero y la economía terrateniente.
Por ello, cuando se revisa la revista de la facultad de Ciencias Económicas y la producción de sus primeros profesores destaca la crítica a la producción primario exportadora, a los contratos de la Brea y Pariñas con el laudo con la IPC, y la aspiración de la recuperación de la soberanía sobre los recursos naturales.
Además, las nuevas funciones del Estado, los nuevos problemas sociales producto de la emergencia de los sectores populares expresadas posteriormente en el APRA y el Partido Comunista (PC), las consecuencias provenientes del fin de la Primera Guerra Mundial y la inestabilidad monetaria, entre otras cuestiones, requerían de la Universidad un cambio en la formación académica. Se necesitaban profesionales con conocimientos de economía, contabilidad, finanzas, administración.
En segundo lugar, la creación de la facultad se explica también por la demanda y reivindicaciones estudiantiles –de sectores medios emergentes, provincianos y urbanos, producto de la Reforma Universitaria (1919) –, que aspiraban a una educación científica-moderna, acorde a las nuevas necesidades de la sociedad, y como respuesta también a la emergencia social que sólo la educación universitaria consagraba en una sociedad oligárquica y estamental, con serias limitaciones en la movilización.
Por último, un tercer elemento estaría ligado al surgimiento del pensamiento socialista. Tal vez sea J.C. Mariátegui quien haya percibido con más nitidez que otros la necesidad de pensar la historia de manera diferente a la tradicional. Es decir, el imperativo de hacer historia entendida ésta como procesal, dialéctica, social. Así Mariátegui escribía hacia 1925:
“No es posible comprender la realidad peruana sin buscar y sin mirar el hecho económico. La nueva generación no la sabe, tal vez de un modo muy exacto. Pero lo siente de un modo muy enérgico. Se da cuenta de que el problema fundamental del Perú, que es del indio y de la tierra, es ante todo un problema de la economía peruana”.
Este es el contexto que explica la presencia de nuestra facultad en las primeras décadas del siglo pasado.
LA FACULTAD Y SUS PRIMEROS PROFESORES
Fue el 28 de mayo de 1928 cuando se realizó la sesión de instalación de la Facultad de Ciencias Económicas, bajo la Presidencia del Decano, Dr. Abraham Rodríguez Dulanto y la asistencia de distinguidos catedráticos. En aquella oportunidad se dio lectura al artículo 184 del Estatuto Universitario, que contenía la relación de las cátedras de la Facultad y los respectivos profesores, que a continuación señalamos y que están representados en el cuadro que antecede al despacho del señor decano:
– de Finanzas Especiales y Geografía Financiera General y del Perú, el Dr. Abraham Rodríguez Dulanto médico de profesión como F. Quesnay fundador de la Fisiciocracia;
– de Matemática Económica y Financiera, el Ing. Fernando Fuchs;
– de Economía Bancaria y Monetaria, el Sr. Ernesto Boggiano;
– de Economía Social, el Dr. Manuel Gonzáles Olaechea;
– de Geografía Económica General y del Perú, el Dr. Emilio Romero;
– de Historia Financiera General y del Perú, el Dr. Luis Ernesto Denegri;
– de Derecho Usual, el Dr. Mario Sosa;
– de Contabilidad Pública, el Sr. Ricardo Madueño.
A ellos se integraron los cursos y profesores correspondientes a la extinguida Facultad de Ciencias Políticas y Económicas:
– de Economía Política General y Economía Política Especial (curso
monográfico), el Dr. José Matías Manzanilla;
– de Historia Económica General y del Perú, el Dr. César A. Ugarte;
– de Estadística, el Dr. Oscar Arrús;
– de Legislación Consular y Aduanera del Perú, el Dr. Alberto Freundt Rosell;
– de Derecho Comercial Internacional Público y Privado, el Dr. Gerardo Balbuena.
Una cuestión que merece destacarse en algunos profesores tales como J.M. Manzanilla, Emilio Romero y C.A. Ugarte, es la actualidad de sus conocimientos en relación con el desarrollo de la ciencia de la época. Ello se puede verificar revisando por ejemplo, los programas de estudios de los cursos que fueron publicados sucesivamente en los siete primeros números de la “Revista Económica y Financiera”, órgano de la Facultad que se editó a partir de abril de 1928 el último de ellos, correspondiente a los meses finales de 1929.
La Revista volverá a ser publicada hacia 1937 bajo el nombre de “Revista de la Facultad de Ciencias Económicas y Comerciales” hasta 1968, y desde 1994 al 2011 se retoma la tradición con la publicación sistemática de la Revista Institucional de la Facultad de Ciencias Económicas para posteriormente publicar también la Revista Pensamiento Crítico, revista del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) que tuvo en el profesor Enrique Palacios su primer mentor y director.
En lo fundamental la estructura curricular de 1928 se mantiene hasta muy avanzada la década del ’40. Es cierto que hay cambios –producto del aumento estudiantil que obliga al desdoblamiento de cursos, cambios que obedecen a la dinámica política estudiantil, profesional, etc., pero en lo central existe una continuidad. La misma que se fractura hacia inicios de los años sesenta cuando
ante el influjo de las teorías cepalianas, y la necesidad de reformas económicas auspiciadas por los organismos multilaterales como FMI-BM que implicaban reformas estructurales con una mayor intervención del Estado, y la aplicación del modelo de sustitución de importaciones en el proceso de industrialización, es que la antigua Facultad de Ciencias Económicas se transforma en las facultades de administración, facultad de ciencias contables y ciencias económicas con cuerpos docentes y administrativos diferenciados
Es más, fueron los estudiantes de economía que hacinados en la calle Tigre cerca al Congreso de la República, los que tomaron la iniciativa con jóvenes profesores para el traslado de las carpetas y ocupar las instalaciones de este pabellón, hacia fines de la década del sesenta.
Siempre los grandes cambios señor decano, en la universidad y en la facultad han estado promovidos por la fuerza estudiantil, cuya generosidad y entrega debe ser reconocida. Más bien somos los profesores el estamento tradicional y muchas veces refractarios al cambio.
LA FACULTAD Y LA CRISIS
Si bien la primera crisis general del capitalismo en 1870, la crisis de 1929, de 1970 y la última del 2008 nos demuestran el carácter cíclico de la economía, con sus fases de crecimiento, auge, recesión y crisis, este proceso siempre ha sido una preocupación de la facultad para interrogarse sobre la naturaleza de las crisis y sus efectos. De allí, que fueron sus profesores investigadores los que siempre se preguntaron sobre el origen y los efectos internos de la crisis del capitalismo internacional.
De allí que en correspondencia a esta tradición fue una legítima preocupación de la Escuela de Economía con el profesor Hugo Sánchez y el profesor Humberto Campodónico y la facultad organizar el Seminario Internacional “Crisis Global y los Mitos del Libre Comercio” durante el 15 de mayo al 19 del 2009, donde la facultad se convirtió en un referente nacional e internacional. Prueba de ello fue la presencia del Dr. Anwar Shaikh de la Escuela de Investigaciones Sociales de New York, contando con la participación de reconocidos investigadores nacionales.
Por ello, podemos afirmar que exista una línea de continuidad entre los trabajos de C.A Ugarte, Matías Manzanilla, Luis Miró Quesada, con los investigadores de los años cincuenta Bruno Moll, Emilio Romero, Erasmo Roca, Leoncio Palacios, Carlos Capuñay, Gregorio Garayar, con el pensamiento crítico de Pedro Castro, Fernando González Vigil, Ñuflo Chávez, Alvaro Mendoza, Pacífico Huamán, Virgilio Roel y tantos otros profesores que pasaron por nuestra alma mater desde los años de 1970 a la actualidad.
LA CONTRIBUCIÓN
Si uno de los principales aportes de la Facultad es la publicación permanente de la Revista de Ciencias Económicas, vocero encargado de divulgar los trabajos de sus investigadores, y será el tiempo el que explique la relevancia de los artículos, no podemos dejar de reconocer a nuestros escribas destacando con sus escritos los profesores, Campodónico, Lezama, Sanabria, Aquino, Cortéz, Valdéz, Orozco, Cárdenas Nuñez, León, Medianero, Barrientos, Cruz Labrín, Medrano, Pacheco, Barrera Herrera, Cóndor, Macines, Mosquera, Guidice, Fernández, Roca, Rivas, Paz y tantos otros cuyos nombres están preservados en la revista.
Al respecto recuerdo que en discurso del año 2000 afirmaba que: “Quienes dirigen la Facultad de Ciencias Económicas de San Marcos están convencidos de que la formación del economista debe estar en permanente confrontación entre la teoría y la realidad. La historia de la Facultad está comprometida con los más importantes procesos histórico-sociales del país”, así lo manifesté ya en el discurso de orden que pronuncié al conmemorarse el 125 aniversario de la facultad, en el año 2000, en una ceremonia que se realizó en el Salón General del Centro Cultural de nuestra universidad, en la Vieja Casona del Parque Universitario que bien lo resume el poeta Juan Gonzalo Rose, “San Marcos es nido de inquietudes y plaza de victorias”.
Al respecto no es posible pensar en el Instituto Nacional de Estadística (INEI) sin el esfuerzo y participación de nuestros egresados y profesionales. Solamente recordar que en los primeros años de la década de los sesenta, señor decano, profesores y alumnos de la facultad construyeron la primera tabla de Insumo Producto, Chekley, Roel, Garagay hicieron posible la primera tabla que mide la Interdependencia Sectorial.
Por ello existe un hilo conductor entre sus primeros responsables del Instituto de Estadística con el difunto Dr. Franco Cosquillo, también con el fallecido tempranamente Gustavo Chávez Villacorta, con los ex directores Aurelio Valdés, Renán Quispe todos sanmarquinos y muchos más que han desplegado sus capacidades profesionales en el levantamiento de la estadística económica.
Lo mismo se podría afirmar respecto al Instituto Nacional de Planificación (INP) que tuvo en el doctor Virgilio Roel uno de sus más enérgicos propulsores. Al igual que la partida de nacimiento del BCR con la Misión Kemerer hacia 1931. Lo mismo en los orígenes de la Cámara de Comercio de Lima desde el siglo pasado, y en los últimos años con la dra. Fernández Baca, el Dr.César Peñaranda y el profesor Chávez Polo, pues esta institución está vinculada a nuestra facultad.
Lo mismo se podría afirmar con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) donde muchos de nuestros egresados han ocupado puestos de responsabilidades direcciones generales, viceministerios etc.
Señor decano por las aulas de la Facultad de Ciencias Económicas en sus 136 años han transitado presidentes de la Repúblicas (Nicolás de Piérola, Manuel Pardo), Ministros de Estado (Matías Manzanilla, Emillio Romero, Silva Ruete, Manuel Ulloa, Vásquez Bazán, Jesús Alvarado), congresistas, alcaldes, empresarios de éxito, decanos de colegio de economistas, funcionarios internacionales, profesores visitantes reconocidos, directores de empresas, líderes de opinión, profesionales exitosos, docentes universitarios en varias universidades públicas y privadas, como prueba de la trascendencia y utilidad social de nuestra facultad.
Por ello, en este magno día cuando recordamos un aniversario más de nuestra querida Facultad solamente nos queda como reto posicionar a nuestra facultad y universidad en el liderazgo académico y profesional a pesar de las restricciones presupuestales. Ello supone superar nuestras limitaciones económicas, políticas y culturales, para hacer una facultad competitiva, creativa, solvente que asegure el éxito profesional a sus egresados, y que contribuya con el bienestar del país.
Muchas Gracias
Discurso de Orden
Profesor Investigador Jorge Manco Zaconetti
Señor Decano de la Facultad de Ciencias Económicas
Mg.. Humberto Campodónico Sánchez
Señor Director de la Escuela de Economía,
Eco. Hugo Sánchez Díaz
Señor Director Administrativo
Mg. Enrique Palacios Lozada
Señor Director del Instituto de Investigaciones Económicas
Mg. Carlos Aquino
Señor Director del Cesepi
Miguel Cruz Labrín
Señores profesores, señores trabajadores y señores estudiantes
Amigos todos:
Sin excepción alguna estamos gratamente sorprendidos y orgullosos que tres estudiantes de la facultad hayan alcanzado los tres primeros puestos en el curso de extensión universitaria que organiza anualmente el Banco Central de Reserva del Perú desde hace 50 años. De igual importancia debemos mencionar a los estudiantes que han ocupado primeros lugares en organismos reguladores como Osinergmin y Osiptel, que también deben ser reconocidos en su oportunidad, pues siendo una universidad y facultad pobre en recursos materiales, con limitaciones de gasto como toda entidad pública, y no podemos publicar grandes avisos periodísticos en la gran prensa como lo hacen muchas universidades privadas.
Sin embargo, se han realizado esfuerzos y hoy día en el diario “La República” se hace una invitación pública y un reconocimiento a nuestros estudiantes por los éxitos alcanzados que prestigian a la facultad. Ello nos debe servir de ejemplo para fomentar la cultura del trabajo y dejar de lado la cultura de la envidia y mediocridad.
Una universidad, una facultad es lo que publica, lo que investigan sus docentes y estudiantes, de allí la necesidad de ser agresivos en la investigación, en descubrir o “sacar a luz los mecanismos económicos”, para ello debemos tender los puentes con el sector privado, la cooperación internacional y los diversos organismos oficiales.
Una pequeña muestra al respecto sobre el enorme potencial que posee la facultad lo demuestran los cursos organizados con FondoEmpleo y el Centro de Extensión y Proyección Social (CEUPS) a través de los programas de gestión minera, donde en octubre y noviembre del año pasado se han recibido a dirigentes sindicales de diversas empresas mineras para la capacitación sobre la realidad de la actividad minera, a través de los precios, las utilidades, los estados financieros de las diversas empresas, cumpliendo con el viejo mandato de las puertas abiertas de la universidad al mundo del trabajo, como fue en el pasado las Universidades Populares de González Prada.
Lo significativo es que para captar los recursos de FondoEmpleo se compite con ESAN y con la Pontificia Universidad Católica (PUC) y salimos adelante en el marco de la reglas del mercado, generando recursos para la universidad y la facultad.
Aunque parezca contradictorio debemos hacer de nuestra pobreza una ventaja comparativa en el sentido ricardiano, una fortaleza en el sentido de Michael Porter. Ello es posible de ser alcanzada si todos los profesores, estudiantes y trabajadores identificamos objetivos comunes deponiendo intereses personales o de grupo subalternos sobre el interés colectivo de la facultad.
Ser una facultad líder, un referente nacional e internacional es tarea de todos, sin exclusiones. En tal sentido, se debe superar la mezquindad y la miopía de pequeños grupos de docentes y estudiantes que obstaculizan los cambios que nuestra facultad demanda, que entraban la gobernabilidad de la facultad.
Por ello, se debe felicitar a todos aquellos que han hecho posible tales logros que tienen su explicación en la gran reserva moral que todavía tienen profesores, estudiantes y trabajadores para sacar adelante a nuestra facultad, a pesar de todos los problemas, y a la falta de transparencia de las gestiones anteriores que heredamos y estamos superando con honestidad, trabajo y capacidad de gestión. Pero como diría el poeta César Vallejo “Hay hermanos muchísimo que hacer”.
Si bien el éxito de nuestros estudiantes, se explica en lo fundamental por el esfuerzo individual, resulta evidente que todos ganamos, pues lo más importante que tiene la Universidad de San Marcos, y nuestra facultad en particular, es el capital intangible, su nombre, su prestigio, a sus profesores, a sus estudiantes que han realizado grandes esfuerzos por ingresar a este viejo claustro. De allí, que un reto es hacer de nuestra pobreza una fortaleza.
De igual importancia señor decano en la modernización de la enseñanza de las ciencias económicas en nuestra facultad, es la aprobación a nivel del Consejo Universitario y Asamblea Universitaria por unanimidad, la creación de dos escuelas adicionales a la ya vigente, de economía internacional y economía pública, que debe posicionarnos en mejores condiciones en la formación de nuestros economistas en el siglo XXI.
Frente a la desidia y desinterés de anteriores administraciones, se ha asumido el reto de su implementación rescatando el trabajo colectivo de muchos profesores y estudiantes que en la reforma curricular del 2006/2007 establecieron la necesidad de tener tres escuelas académicas, para una mejor especialización sin perder de vista una sólida formación económica en la teoría, en el análisis económico, y en los métodos cuantitativos aplicados en la economía.
UN POCO DE HISTORIA
Señor decano, como diría J.M. Keynes “ en el largo plazo todos estaremos muertos”, pues su análisis era de corto plazo, en una coyuntura de la depresión de los años treinta del siglo pasado. Así, nosotros no veremos lo que hoy estamos sembrando, pues en la presente coyuntura con la actual gestión que tiene como motor y factor de cambio a la energía estudiantil, de los jóvenes representantes del tercio y centro federado que coinciden en la necesidad histórica de “salvar a la facultad”, para posicionarla en el mundo económico y empresarial como un referente, como lo que siempre fue desde su origen fundacional.
De allí, la importancia de rescatar la historia de las instituciones y de la Universidad de San Marcos que como la Iglesia Católica y sus diversas órdenes (dominicos, franciscanos, jesuitas, agustinos etc.), es más vieja que la misma República, pues nuestra acta de fundación es de 1551 como Universidad, y de nuestra Facultad data de 1875; y nace con los vientos de la modernización del proyecto civilista de don Manuel Pardo como una escisión de la vieja facultad de Derecho, repito hacia 1875, donde por vez primera se enseñan los cursos de economía política y finanzas públicas.
En su creación la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, se le encargó su organización y primer decano al ciudadano francés Dr. Pablo Pradier Foderé, discípulo de Jean Bautiste Say célebre autor de la famosa ley de mercados, ley que fundamenta el equilibrio neoclásico que al decir de Raúl Prebish en los años treinta del siglo pasado ante la crisis general del capitalismo, incapacitaba a la teoría económica neoclásica para interpretar y mucho menos proponer alternativas para superar la crisis y la larga depresión.
De acuerdo a las normas de la época de 1875 se le llamó “Facultad de Ciencias Políticas y Administrativas”, siendo su objetivo básicamente, preparar alumnos para desempeñar funciones en la Administración Pública, la diplomacia, y la finanzas públicas ante la mayor presencia del Estado.
Al variar las condiciones, sociales, económicas, políticas y el concepto de enseñanza, a la par que el reconocimiento de la importancia de las materias económicas, se cambió el nombre de la Facultad por el de “Facultad de Ciencias Políticas y Económicas” en 1920. Más tarde, durante el gobierno del Presidente Augusto B. Leguía y por medio del nuevo Estatuto Universitario, Ley 6041 del 19 de mayo de 1928, se modificó nuevamente el nombre, llamándose “Facultad de Ciencias Económicas”.
Por ello, que mejor telón de fondo para celebrar un aniversario más de nuestra Facultad de Ciencias Económicas, el 136º aniversario, dado que fue fundada un 7 de abril de 1875 durante el proyecto civilista de don Manuel Pardo, años previos a la Guerra del Guano y Salitre, donde nuestra Universidad señor decano, con el rector de ese entonces, decanos de diversas facultades como el mencionado Pradier de Foderé, profesores y estudiantes estuvieron en los parapetos y trincheras de San Juan y Miraflores el 13 y 15 de noviembre de 1881 en la llamada segunda división del Ejército de la Reserva de Lima, para defender el honor nacional ante la agresión de nuestro vecino del sur, sediento de las riquezas naturales que fueron la desgracia del Perú.
Pocas facultades por no decir ninguna, tienen entre sus méritos históricos el haber contribuido en la defensa de la patria, como lo hizo nuestra Universidad y Facultad en especial, donde los profesores en un acto de desprendimiento donaron el 25% de sus magros sueldos para la defensa nacional. Y nuestros estudiantes muchos de ellos ofrendaron sus vidas en la Defensa de Lima y participando en la Campaña de la Breña con el Brujo de Los Andes, nuestro mariscal Andrés A. Cáceres.
Bastaría revisar el largo listado de nuestros maestros y estudiantes que lucharon, nombres expuestos en el libro de Jenaro Herrera de 1927 titulado “La Universidad Mayor de San Marcos y la Guerra del Pacífico” libro escrito a solicitud del rector de ese entonces, José Matías Manzanilla, donde se presenta la contribución de sus docentes y estudiantes. Destacando entre sus docentes los doctores de la facultad: Dr. Manuel Alvarez Calderón catedrático de Economía Política, Estadística y Ciencia de Finanzas en la Facultad de Ciencias Políticas y administrativas, Manuel Vicente Morote, Ramón Ribeyro, Antenor Arias, Luis Felipe Villarán, Federico León y León, Manuel Aurelio Fuentes entre otros.
Esta riqueza del guano y salitre que el historiador de la República y también profesor de San Marcos, Jorge Basadre denominó “la riqueza falaz”, donde nuestro país desde 1842 hipotecó con el capital financiero internacional, los consignatarios y los grandes especuladores la riqueza guanera y salitrera, la misma que se desvalorizó durante la primera crisis general del capitalismo hacia los años 70 del siglo XIX.
Señor decano si la historia tiene un objetivo propedéutico las lecciones del pasado nos deben servir para no repetir los errores de ayer. Ello nos debe hacer repensar sobre el actual boom minero donde el Estado no está participando de las ganancias extraordinarias que genera la explotación de los recursos mineros no renovables. De allí, las debilidades fiscales para asumir sus responsabilidades como Estado frente a la salud, educación, seguridad social etc.
En su origen, la creación de la Facultad de Ciencias Económicas es el producto necesario de una serie de factores que se manifiestan en forma conjugada, durante la segunda década del siglo XX. En primer término, es la expresión de la modernización del Estado, producto a su vez de la expansión capitalista que al insertarse en sociedades de corte feudal, que adoptó desde fines del siglo pasado, el carácter de “enclaves económicos”, donde la racionalidad está marcada por la articulación del capital extranjero y la economía terrateniente.
Por ello, cuando se revisa la revista de la facultad de Ciencias Económicas y la producción de sus primeros profesores destaca la crítica a la producción primario exportadora, a los contratos de la Brea y Pariñas con el laudo con la IPC, y la aspiración de la recuperación de la soberanía sobre los recursos naturales.
Además, las nuevas funciones del Estado, los nuevos problemas sociales producto de la emergencia de los sectores populares expresadas posteriormente en el APRA y el Partido Comunista (PC), las consecuencias provenientes del fin de la Primera Guerra Mundial y la inestabilidad monetaria, entre otras cuestiones, requerían de la Universidad un cambio en la formación académica. Se necesitaban profesionales con conocimientos de economía, contabilidad, finanzas, administración.
En segundo lugar, la creación de la facultad se explica también por la demanda y reivindicaciones estudiantiles –de sectores medios emergentes, provincianos y urbanos, producto de la Reforma Universitaria (1919) –, que aspiraban a una educación científica-moderna, acorde a las nuevas necesidades de la sociedad, y como respuesta también a la emergencia social que sólo la educación universitaria consagraba en una sociedad oligárquica y estamental, con serias limitaciones en la movilización.
Por último, un tercer elemento estaría ligado al surgimiento del pensamiento socialista. Tal vez sea J.C. Mariátegui quien haya percibido con más nitidez que otros la necesidad de pensar la historia de manera diferente a la tradicional. Es decir, el imperativo de hacer historia entendida ésta como procesal, dialéctica, social. Así Mariátegui escribía hacia 1925:
“No es posible comprender la realidad peruana sin buscar y sin mirar el hecho económico. La nueva generación no la sabe, tal vez de un modo muy exacto. Pero lo siente de un modo muy enérgico. Se da cuenta de que el problema fundamental del Perú, que es del indio y de la tierra, es ante todo un problema de la economía peruana”.
Este es el contexto que explica la presencia de nuestra facultad en las primeras décadas del siglo pasado.
LA FACULTAD Y SUS PRIMEROS PROFESORES
Fue el 28 de mayo de 1928 cuando se realizó la sesión de instalación de la Facultad de Ciencias Económicas, bajo la Presidencia del Decano, Dr. Abraham Rodríguez Dulanto y la asistencia de distinguidos catedráticos. En aquella oportunidad se dio lectura al artículo 184 del Estatuto Universitario, que contenía la relación de las cátedras de la Facultad y los respectivos profesores, que a continuación señalamos y que están representados en el cuadro que antecede al despacho del señor decano:
– de Finanzas Especiales y Geografía Financiera General y del Perú, el Dr. Abraham Rodríguez Dulanto médico de profesión como F. Quesnay fundador de la Fisiciocracia;
– de Matemática Económica y Financiera, el Ing. Fernando Fuchs;
– de Economía Bancaria y Monetaria, el Sr. Ernesto Boggiano;
– de Economía Social, el Dr. Manuel Gonzáles Olaechea;
– de Geografía Económica General y del Perú, el Dr. Emilio Romero;
– de Historia Financiera General y del Perú, el Dr. Luis Ernesto Denegri;
– de Derecho Usual, el Dr. Mario Sosa;
– de Contabilidad Pública, el Sr. Ricardo Madueño.
A ellos se integraron los cursos y profesores correspondientes a la extinguida Facultad de Ciencias Políticas y Económicas:
– de Economía Política General y Economía Política Especial (curso
monográfico), el Dr. José Matías Manzanilla;
– de Historia Económica General y del Perú, el Dr. César A. Ugarte;
– de Estadística, el Dr. Oscar Arrús;
– de Legislación Consular y Aduanera del Perú, el Dr. Alberto Freundt Rosell;
– de Derecho Comercial Internacional Público y Privado, el Dr. Gerardo Balbuena.
Una cuestión que merece destacarse en algunos profesores tales como J.M. Manzanilla, Emilio Romero y C.A. Ugarte, es la actualidad de sus conocimientos en relación con el desarrollo de la ciencia de la época. Ello se puede verificar revisando por ejemplo, los programas de estudios de los cursos que fueron publicados sucesivamente en los siete primeros números de la “Revista Económica y Financiera”, órgano de la Facultad que se editó a partir de abril de 1928 el último de ellos, correspondiente a los meses finales de 1929.
La Revista volverá a ser publicada hacia 1937 bajo el nombre de “Revista de la Facultad de Ciencias Económicas y Comerciales” hasta 1968, y desde 1994 al 2011 se retoma la tradición con la publicación sistemática de la Revista Institucional de la Facultad de Ciencias Económicas para posteriormente publicar también la Revista Pensamiento Crítico, revista del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) que tuvo en el profesor Enrique Palacios su primer mentor y director.
En lo fundamental la estructura curricular de 1928 se mantiene hasta muy avanzada la década del ’40. Es cierto que hay cambios –producto del aumento estudiantil que obliga al desdoblamiento de cursos, cambios que obedecen a la dinámica política estudiantil, profesional, etc., pero en lo central existe una continuidad. La misma que se fractura hacia inicios de los años sesenta cuando
ante el influjo de las teorías cepalianas, y la necesidad de reformas económicas auspiciadas por los organismos multilaterales como FMI-BM que implicaban reformas estructurales con una mayor intervención del Estado, y la aplicación del modelo de sustitución de importaciones en el proceso de industrialización, es que la antigua Facultad de Ciencias Económicas se transforma en las facultades de administración, facultad de ciencias contables y ciencias económicas con cuerpos docentes y administrativos diferenciados
Es más, fueron los estudiantes de economía que hacinados en la calle Tigre cerca al Congreso de la República, los que tomaron la iniciativa con jóvenes profesores para el traslado de las carpetas y ocupar las instalaciones de este pabellón, hacia fines de la década del sesenta.
Siempre los grandes cambios señor decano, en la universidad y en la facultad han estado promovidos por la fuerza estudiantil, cuya generosidad y entrega debe ser reconocida. Más bien somos los profesores el estamento tradicional y muchas veces refractarios al cambio.
LA FACULTAD Y LA CRISIS
Si bien la primera crisis general del capitalismo en 1870, la crisis de 1929, de 1970 y la última del 2008 nos demuestran el carácter cíclico de la economía, con sus fases de crecimiento, auge, recesión y crisis, este proceso siempre ha sido una preocupación de la facultad para interrogarse sobre la naturaleza de las crisis y sus efectos. De allí, que fueron sus profesores investigadores los que siempre se preguntaron sobre el origen y los efectos internos de la crisis del capitalismo internacional.
De allí que en correspondencia a esta tradición fue una legítima preocupación de la Escuela de Economía con el profesor Hugo Sánchez y el profesor Humberto Campodónico y la facultad organizar el Seminario Internacional “Crisis Global y los Mitos del Libre Comercio” durante el 15 de mayo al 19 del 2009, donde la facultad se convirtió en un referente nacional e internacional. Prueba de ello fue la presencia del Dr. Anwar Shaikh de la Escuela de Investigaciones Sociales de New York, contando con la participación de reconocidos investigadores nacionales.
Por ello, podemos afirmar que exista una línea de continuidad entre los trabajos de C.A Ugarte, Matías Manzanilla, Luis Miró Quesada, con los investigadores de los años cincuenta Bruno Moll, Emilio Romero, Erasmo Roca, Leoncio Palacios, Carlos Capuñay, Gregorio Garayar, con el pensamiento crítico de Pedro Castro, Fernando González Vigil, Ñuflo Chávez, Alvaro Mendoza, Pacífico Huamán, Virgilio Roel y tantos otros profesores que pasaron por nuestra alma mater desde los años de 1970 a la actualidad.
LA CONTRIBUCIÓN
Si uno de los principales aportes de la Facultad es la publicación permanente de la Revista de Ciencias Económicas, vocero encargado de divulgar los trabajos de sus investigadores, y será el tiempo el que explique la relevancia de los artículos, no podemos dejar de reconocer a nuestros escribas destacando con sus escritos los profesores, Campodónico, Lezama, Sanabria, Aquino, Cortéz, Valdéz, Orozco, Cárdenas Nuñez, León, Medianero, Barrientos, Cruz Labrín, Medrano, Pacheco, Barrera Herrera, Cóndor, Macines, Mosquera, Guidice, Fernández, Roca, Rivas, Paz y tantos otros cuyos nombres están preservados en la revista.
Al respecto recuerdo que en discurso del año 2000 afirmaba que: “Quienes dirigen la Facultad de Ciencias Económicas de San Marcos están convencidos de que la formación del economista debe estar en permanente confrontación entre la teoría y la realidad. La historia de la Facultad está comprometida con los más importantes procesos histórico-sociales del país”, así lo manifesté ya en el discurso de orden que pronuncié al conmemorarse el 125 aniversario de la facultad, en el año 2000, en una ceremonia que se realizó en el Salón General del Centro Cultural de nuestra universidad, en la Vieja Casona del Parque Universitario que bien lo resume el poeta Juan Gonzalo Rose, “San Marcos es nido de inquietudes y plaza de victorias”.
Al respecto no es posible pensar en el Instituto Nacional de Estadística (INEI) sin el esfuerzo y participación de nuestros egresados y profesionales. Solamente recordar que en los primeros años de la década de los sesenta, señor decano, profesores y alumnos de la facultad construyeron la primera tabla de Insumo Producto, Chekley, Roel, Garagay hicieron posible la primera tabla que mide la Interdependencia Sectorial.
Por ello existe un hilo conductor entre sus primeros responsables del Instituto de Estadística con el difunto Dr. Franco Cosquillo, también con el fallecido tempranamente Gustavo Chávez Villacorta, con los ex directores Aurelio Valdés, Renán Quispe todos sanmarquinos y muchos más que han desplegado sus capacidades profesionales en el levantamiento de la estadística económica.
Lo mismo se podría afirmar respecto al Instituto Nacional de Planificación (INP) que tuvo en el doctor Virgilio Roel uno de sus más enérgicos propulsores. Al igual que la partida de nacimiento del BCR con la Misión Kemerer hacia 1931. Lo mismo en los orígenes de la Cámara de Comercio de Lima desde el siglo pasado, y en los últimos años con la dra. Fernández Baca, el Dr.César Peñaranda y el profesor Chávez Polo, pues esta institución está vinculada a nuestra facultad.
Lo mismo se podría afirmar con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) donde muchos de nuestros egresados han ocupado puestos de responsabilidades direcciones generales, viceministerios etc.
Señor decano por las aulas de la Facultad de Ciencias Económicas en sus 136 años han transitado presidentes de la Repúblicas (Nicolás de Piérola, Manuel Pardo), Ministros de Estado (Matías Manzanilla, Emillio Romero, Silva Ruete, Manuel Ulloa, Vásquez Bazán, Jesús Alvarado), congresistas, alcaldes, empresarios de éxito, decanos de colegio de economistas, funcionarios internacionales, profesores visitantes reconocidos, directores de empresas, líderes de opinión, profesionales exitosos, docentes universitarios en varias universidades públicas y privadas, como prueba de la trascendencia y utilidad social de nuestra facultad.
Por ello, en este magno día cuando recordamos un aniversario más de nuestra querida Facultad solamente nos queda como reto posicionar a nuestra facultad y universidad en el liderazgo académico y profesional a pesar de las restricciones presupuestales. Ello supone superar nuestras limitaciones económicas, políticas y culturales, para hacer una facultad competitiva, creativa, solvente que asegure el éxito profesional a sus egresados, y que contribuya con el bienestar del país.
Muchas Gracias
Discurso de Orden
Profesor Investigador Jorge Manco Zaconetti
1 comentario:
Estimado Profesor,
Sus palabras iniciales son bastantes alentadoras, sin embargo tengo tres puntos que quiera comentarle:
1. El CEUPS o mejor dicho las funciones que realiza, no se tienen la difución que debería tener con la finalidad de integrar a los alumnos interesados en las capacitaciones y charlas que realiza, se lo comento porque no estab aenterada de que trataban el tema minero por ejemplo.
2. Estos deacuerdo que la investigación es uno de los puntos que se deben reforzar en la facultad, propongo que se inicie con reforzar y diversificar los temas que se designan. Con el objetivo de incentivar la participación de los alumnos como colaboradores.
3. Felicito la creación de las 2 escuelas, sin embargo ante la coyuntura actual propondría la creación de la escuela de ECONOMÍA AMBIENTAL.
Saludos Cordiales
Beatriz Canchari Hermitaño
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