lunes, 17 de mayo de 2010

Sin programas, sin ideas*

Colegas y amigos:

Estamos advertidos. El denominado Movimiento Democrático de Docentes (MDD), que gobierna la Facultad y que pretende seguir en el poder a pesar de su desacertada gestión, está en el mismo punto de partida de hace 3 años: al garete, sin programa de gobierno, y lo que es peor, sin ideas de lo que debe hacerse para salir de la crisis en que se debate nuestra Unidad Académica por su incapacidad e ineficiencia. Esta afirmación se sustenta en el documento que dichos colegas acaban de editar, en el que supuestamente dan a conocer sus “principios” y “ejes estratégicos”, y que objetivamente no resisten un análisis estrictamente técnico, lo puede decir un alumno de un curso elemental de gestión.

En dicho texto, no hay ni siquiera el esbozo de un diagnóstico de lo que ocurre en la Facultad. Con las justas se animan a escribir que en “la gestión actual” hay “problemas que han generado incredulidad y cierta decepción”, enfilando luego contra la Escuela Académica y sus directivos por no haber impulsado “el Seminario Curricular ni la creación de las nuevas escuelas de la Facultad. ¿Y el Postgrado es un dechado de virtudes? ¿Y el CEUPS es acaso un modelo de gestión? ¿Es una falsedad que se afirme que la Facultad no cuenta con un Plan Estratégico? ¿Y los laboratorios de Cómputo no son ahora cementerios de computadoras? ¿Y no es verdad que en la Biblioteca, donde el año 2009 no se compró un solo libro se ha vuelto a la Edad de Piedra en lo que se refiere búsqueda bibliográfica? Y finalmente, en este rápido repaso, por no hablar de otras Unidades, ¿por qué no nos hablan de las cuentas en rojo de la Facultad y por ende de las deudas que cargará la próxima administración?

Tan despistados andan estos profesores que dicen “haber superado la autoevaluación para lograr la certificación y la acreditación”, cuando este examen ha arrojado resultados negativos; tan mala es la situación que la Facultad tendrá que volver a realizar su autoevaluación, porque así como está no habrá ni acreditación ni certificación, en ese orden.

Esos problemas, entre otros, tan o más serios que los señalados, y que nuestros colegas evaden porque saben perfectamente que son de su entera responsabilidad en tanto son parte de la administración que fenece, deben ser el punto de partida de toda propuesta de cambio que se enarbole en la Facultad. Soslayar la crisis, que es consecuencia directa del manejo errático y deficiente de estos 3 últimos años es no querer resolverla, ni asumir las responsabilidades que le competen al MDD.

En ese sentido no es ético, si de ética quiere hablar el MDD, decir que los problemas de la Facultad se arrastran “desde las gestiones de los decanos de Estrade” y volver a la letanía del Banco República, el despido de docentes, enriquecimientos, etcétera. Si acaso eso fuese cierto los profesores del MDD con su Decano a la cabeza han tenido todo el tiempo, el poder, y los recursos suficientes para resolverlos, incluyendo los juicios laborales que vienen desde los años de la intervención de CESEPI en el Banco República; y que si se han perdido – conforme se examinó en el Consejo de Facultad- es por la negligencia de la actual gestión que ni siquiera contrató a un abogado especialista para atenderlos, sencillamente los abandonó.

No deben olvidar además, que si de pedir cuentas a ESTRADE se trata, a quien tendrían que ajustar, en primer lugar, es a su decanable Adolfo Reyes Escárate, conspicuo integrante del MDD, y que en sus tiempos de miembro de ESTRADE fue Director de la Unidad de Postgrado, miembro del Consejo de Facultad y de la Comisión docente encargada justamente de las ratificaciones y promociones de los profesores. Y no se quedan atrás los colegas Guillermo Socla Director Administrativo durante la primera gestión de ESTRADE y su entonces Asesor Juan Anicama, hoy asesor del decano saliente, todopoderoso personero del MDD, y de la lista que auspicia el Rector a la Asamblea Universitaria… aspirando todavía si esto fuera poco a coordinar las elecciones estudiantiles del próximo viernes 21 en nuestra Facultad. Y así nos hablan de “concentración de poder”.

Por lo dicho nos ratificamos que en la hora actual la única salida que tiene la Facultad para superar la crisis en que se encuentra, es optar por el cambio, por un Plan de Emergencia, como el que está enarbolando Academia y Desarrollo, que nos permita recuperar los años perdidos y reencontrarnos con el camino del progreso y la renovación académica y administrativa. El continuismo no debe pasar. ¡Salvemos la Facultad!

(*) ESTRADE - UNMSM

C. Universitaria, 17 de mayo de 2010

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