DESDE
EL 2012 SIGUE CAYENDO EL CANON MINERO
ESCRIBE:
JORGE MANCO ZACONETTI (Investigador UNMSM)
Como se puede observar en el
cuadro respectivo el canon minero tiene una tendencia descendente desde un pico
de S/ 5,124 millones de nuevos soles en el 2012 para alcanzar los S/ 2,260
millones para el 2015 que serán distribuidos en las cuentas de los gobiernos
regionales y locales. En relación a lo distribuido en el 2014 la disminución es
de S/ 718 millones de nuevos soles menos, lo que significa una variación
negativa del 24.1 por ciento. Lo grave es que ésta tendencia se agudizará en
los próximos años, peor aún si se
retrasan o se impiden importantes proyectos mineros.
Como resulta evidente los
números no mienten pues la distribución por concepto de canon minero tiende a
la caída. El canon es la principal renta territorial de los gobiernos locales y
regionales que a su vez depende del 50 por ciento del impuesto a la renta
pagado por las empresas mineras y que se transfiere desde julio de cada año con
una vigencia de 12 meses. Así, lo distribuido en el 2012 corresponde al
ejercicio fiscal del 2011, es decir al impuesto a la renta abonado por la
empresas del sector en dicho año y que se transfiere entre julio 2012 hasta junio
2013, y así sucesivamente, por tanto lo distribuido en el 2015 corresponde al
impuesto abonado en el 2014 por el ejercicio fiscal de dicho año.
Así, el canon minero
distribuido para al período julio 2015 a junio 2016 corresponde al impuesto a
la renta pagado por las empresas mineras metálicas y no metálicas por el
ejercicio 2014 después de aplicar una serie de beneficios tributarios y una
serie de consideraciones para la determinación de la utilidad antes de impuesto
imponible sobre el cual se aplica el 8 por ciento de participación en las
utilidades de los trabajadores y el 30 por ciento por concepto de impuesto a la
renta, y partir del 2015 la tasa vigente
será de 32 por ciento, excepto para las empresas que gozan de contratos de
estabilidad tributaria.
Como se podrá observar la
tendencia es claramente a la baja, como si fuera un tobogán pues si en el 2012
se distribuyeron 5,124 millones de nuevos soles, en 2013 se llegó a los S/
3,817 millones, en el 2014 peor aún se ubicaron en los S/ 2,978 millones y para
el 2015 a la mezquina cifra de S/ 2,260 millones de nuevos soles, y estoy
seguro que para el 2016 se estima que la cifra será mucho menor por una serie
de razones.
En tal sentido, cabe
interrogarse ¿Por qué se derrumba el canon minero en el 2015 y particularmente
en los departamentos de Ancash y
Cajamarca?
Como diría mi viejo profesor
de metodología Alvaro Mendoza Diez, las “causas causales” del derrumbe en el
canon tiene varias explicaciones, siendo la primera el nuevo marco tributario
minero establecido en el cuarto trimestre del 2011 durante el primer gabinete
del presidente Ollanta Humala, donde se establecieron las categorías del
impuesto especial a la minería (IEM) aplicado a las empresas sin contrato de
estabilidad tributaria y el gravamen especial a la minería (GEM) aplicado a las
empresas con contratos de estabilidad tributaria, básicamente a las empresas
que se establecieron en el marco de la nueva ley de minería de 1992 (Mra.
Yanacocha, Mra. Antamina, Mra. Barrick Misquichilca entre otras)
A ello debiera sumarse la
modificación de la ley de regalías con la ley Nº 29788 que al igual que el
impuesto especial y el gravamen minero tiene la consideración de gasto fiscal
deducible, es decir se restan de la utilidad antes de impuesto a la renta para
la determinación de la utilidad imponible. Por tanto, el efecto práctico es la
disminución del impuesto a la renta y de la participación en las utilidades
para los trabajadores del sector.
Así, en el 2014 de las
regiones mineras las empresas han abonado y deducido al fisco la suma de S/
372.5 millones por concepto de IEM, han pagado y deducido la suma de S/ 535.1
millones de nuevos soles por el GEM y por la nueva ley de regalías Nº 29798 las
empresas han abonado y deducido la cifra de S/ 529 millones de nuevos soles.
Es decir, la suma del
impuesto especial (IEM), gravamen especial (GEM) y nueva regalía minera equivalente a los
S/ 1,436 millones de nuevos soles se deducen como gasto tributario, se restan
para la determinación de la utilidad imponible, lo cual afecta los intereses de
los gobiernos regionales y locales por una menor recaudación del impuesto a la
renta y por tanto explican las cifras decrecientes en el canon minero como se
expone en los cuadros respectivos.
En segundo lugar, el
derrumbe del canon minero se debe también a los menores precios de los metales
vigentes en el mercado internacional y por tanto explican los menores ingresos
por ventas que perciben las empresas mineras, y las menores utilidades brutas y
operativas.
Esta relativa disminución en
especial en los precios del cobre y del oro deben ser analizadas con cautela
pues precios del cobre por encima de los US$ 2.70 la libra de cobre y de US$
1,260 la onza de oro todavía rentabilizan las operaciones mineras pues se
mantienen superiores a los precios vigentes anteriores al 2007.
Sin embargo si se comparan
los precios promedio vigentes al 2012 con un precio de la libra de cobre
equivalente a US $ 3.60 dólares y del oro a
US $ 1,669 la onza troy es evidente la tendencia a la baja en los
precios de los metales, menores precios que en parte son compensados por
mayores volúmenes extraídos de cobre y otros metales, pero no sería el caso del
oro, donde disminuyen al mismo tiempo los precios y los volúmenes producidos.
En el 2011 los precios
promedio del cobre estaban por encima de los US $ 4 dólares la libra y en el
2012 resultaban equivalentes a los US $ 3.60 la libra, para bajar en el 2013
hasta llegar a los US $ 3.32 y en el 2014 ubicarse en los US $ 3.11 por libra como
promedio.
En el caso del oro, la onza
de oro troy en el 2011 se ubicaba sobre los US$ 1,569 dólares, en el 2012
resultaban equivalentes a los US $ 1,669 dólares la onza, para bajar en el 2013
hasta llegar a los US $ 1,411 la onza y en el 2014 ubicarse en los US $ 1,266
dólares como promedio.
A pesar de tales niveles de
precios las operaciones mineras en el Perú siguen siendo rentables, atractivas
y competitivas, sin embargo a las regiones y gobiernos locales se les está
enajenando, sustrayendo importantes montos por concepto del IEM y GEM que
constituyen partidas que son centralizadas por el Ministerio de Economía y
Finanzas supuestamente con el objetivo de compensar a las regiones no mineras.
Un tercer factor que explica
la disminución del canon minero está en relación a las diferentes partidas que
se aplican como gasto tributario y que tienen el carácter de deducible, así a
los conocidos montos por depreciaciones, amortizaciones, inversiones llevadas a
cabo por las empresas mineras pero que son entregadas al estado y adoptan el
carácter de bienes públicos, pérdidas
por ajuste de precios entre el precio vendido y el precio pagado, se debiera
sumar el concepto de “deterioro de activos” que como pérdida contable se
considera como parte del costo de venta, disminuyendo el monto de la utilidad
imponible sobre el cual se aplica el 30 por ciento por concepto del impuesto a
la renta.
EPÍLOGO
Hemos afirmado en anteriores
artículos que el sector minero es el sector más importante de la economía
peruana por una serie de razones, es por decirlo la “vaca lechera” a la cual
hay que saber ordeñar. Sin embargo, por las razones expuestas y la información
sobre la evolución del canon minero es evidente su tendencia a la disminución
golpeando fuertemente la capacidad de gasto de una serie de departamentos que
tienen en dicho canon la principal fuente de financiamiento para la inversión
local y regional, en obras de infraestructura, carreteras, saneamiento,
educación, salud, etc.
En comparación a los
recursos transferidos por canon minero en el 2014 en relación al 2015 los
departamentos más afectados son Ancash con un 43.2 por ciento menos, Cajamarca
con 40.3 por ciento menos, Ica con una disminución equivalente 46.2 por ciento,
Junín con una caída del 51.7 por ciento, Pasco con una disminución equivalente
al 29.4 por ciento, Puno con una variación negativa del 22.8 por ciento y La
Libertad con un 19.4 por ciento menos, éstos resultan siendo los departamentos
más afectados.
Esta realidad debe impulsar
un debate nacional y regional sobre la pertinencia de la inversión minera, de
nuevos proyectos con la debida responsabilidad social, ambiental y tributaria
donde el principal beneficiado de la riqueza extraída sean las comunidades
campesinas, con inversiones locales que eleven el nivel de vida de cientos de
miles de peruanos considerados entre los más pobres.
En
resumen, la evolución del canon minero del 2012 a la fecha constituye
parafraseando a García Márquez la “crónica de una muerte anunciada”, que
debiera cuestionar el patrón de acumulación primario exportador sin mayor valor
agregado, altamente dependiente de la demanda externa de nuestras materias
primas. Si China cae, es un decir, se caen buena parte de los ingresos de
exportación que obtiene el país.
En
todo caso, lo que está sucediendo con el canon minero demostraría la
precariedad, la falta de transparencia, los altos niveles de corrupción en la
ejecución de las inversiones financiadas con dicho recurso, lo cual estaría
determinando desgraciadamente otra “oportunidad perdida”, pues nunca como ahora
las regiones y gobiernos locales han tenido tan abundantes recursos gracias a
la explotación de los recursos naturales.
1 comentario:
Muchas felicitaciones por todos sus acertados comentarios, para mi es un honor leerlo y a la vez poder comunicarme con usted, para hacerle una consulta. Si usted me permite dejarle mi correo: duliatapia@hotmail.com le agradeceria mucho.
Atte
Dulia Tapia
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