Lima 4 de julio del
2015
DISCURSO DE ORDEN*
Dra. Alida Díaz;
Decana de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNMSM
Dr. Alejandro Reyes
Flores,
Señoras y Señores
Amigos todos.
Constituye
para mí un alto honor comentar el libro de nuestro maestro, amigo y colega Dr.
Alejandro Reyes Flores, “Barrios Altos. La Otra Historia de Lima Siglos XVIII-XX”
primera edición publicado pulcramente por el Fondo Editorial de UNMSM, un libro
en lo que podríamos denominar según la escuela francesa de los Annales, de una
historia de largo plazo, de larga duración.
Se
trata de un libro propio de una “historia total” donde se analizan las
relaciones económicas, políticas, culturales que se desenvuelven en un barrio
tradicional de Lima, como son los Barrios Altos, donde en su devenir histórico
se sintetizan “todas las sangres” donde desde los siglos XVI al XX, indios,
españoles, africanos, europeos especialmente italianos, más la inmigración china
y japonesa aportan, se mezclan, conviven no sin problemas, recreando el sentido
de lo popular.
Lamentablemente
los historiadores por formación y especialización identifican como materia de
estudio determinados períodos de la historia, sea la Colonia, o la República como
también eventos históricos como la Guerra del Guano y Salitre mal llamada
Guerra del Pacífico, o la era del Guano, o peor aún la historia se reduce al
recuento de batallas y de las personalidades “hacedoras de la historia”, es
decir se especializan perdiendo de vista la totalidad histórica, y la
particularidad de la historia como la reproducción del pasado, presente y
futuro, como una unidad dialéctica, procesual, contradictoria entre las clases
y grupos sociales en su devenir.
No
es el caso del libro que ahora comentamos, pues si bien se tiene como objeto de
estudio un barrio desde el siglo XVI hasta el XX donde se exponen los grandes
momentos del devenir histórico de nuestro país, el establecimiento de la
economía colonial, la larga crisis del XVIII, las tensiones del proceso de la
independencia, el resurgimiento de la era del guano, la secuela de la guerra
contra Chile e Inglaterra, la lenta recuperación de fines del XIX y comienzos
del siglo XX, todo ello desde la perspectiva de los actores y pobladores de un
barrio tradicional de Lima.
En
tal sentido el libro del profesor Reyes Flores apuesta por la historia de largo
plazo de un barrio que tiene claramente sus limitaciones geográficas, donde se
pulsan las tensiones sociales de un barrio popular de Lima, que fue en su
momento centro de parte de la nobleza colonial en el siglo XVIII, fuente de sus
recursos económicos por el alquiler y arriendo de casas, huertas, solares.
Los
Barrios Altos particularmente fue y es cobijo de las clases populares de la
Colonia y de la República, que
reproducían la economía doméstica, con el predominio de la economía
mercantil simple, donde el artesano, el maestro tiene un papel central y se
trata de obtener dineros para el consumo, la sobrevivencia, por ello los
artesanos con excepciones no dejaron herencias importantes.
La
lectura de este libro me permite encontrar un hilo conductor entre las primeras
clases que recibí de mi profesor de historia económica, Alejandro Reyes Flores
allá por los años 1974 y 1975 en la facultad de Ciencias Económicas de San
Marcos, donde el autor enseñaba los cursos de Historia Económica del Perú I y
II.
En
sus clases como maestro e historiador compartía con sus alumnos los hallazgos
de sus visitas en los archivos arzobispales, notariales, históricos. Nuestro
profesor Reyes Flores para ilustrarnos sobre cómo funcionaba la economía
colonial, entregaba a cada estudiante la fotocopia de un documento histórico
donde por ejemplo aparecían los precios de los esclavos calificados como “cosas
vivientes”, con precios de 400 pesos o 300 pesos que se transaban en el mercado
de esclavos que se llevaba cabo en el mercado de esclavos donde ahora está la
Plazuela cerca al teatro Segura.
Se
podría decir, que este libro como el buen pisco ha sido macerado en el tiempo,
pues encuentro un hilo conductor con los primeros libros del autor como
“Contradicciones en el Perú Colonial (1983) y este libro que sin duda alguna
constituye el más logrado, el más importante del autor a mi parecer.
¿Por
qué menciono las clases que nos dictaba el profesor Alejandro Reyes Flores en 1974
con el libro que hoy comentamos? Existe una razón fundamental, la
identificación profunda del autor con los sectores populares.
A
diferencia de los intelectuales que asumen una identificación racional con lo
popular, de simpatía pero guardando las distancias; en cambio para Reyes Flores
como hijo de Barrios Altos, la identificación es vital, emocional, auténtica.
Solamente alguien que asuma lo popular con autenticidad podría haber escrito
este libro, que cumple con los cánones de todo libro de historia, con el uso riguroso
de las fuentes de archivo, para sacar a la luz a los miembros de los sectores
populares, a los esclavos, libertos, artesanos, pequeños comerciantes,
lavanderas, vivanderas, a todos ellos que no dejan testamentos, es decir
riquezas por repartir.
En
palabras del autor, se trata pues: “Encontrar a los sectores populares que
viven en el centro y la periferia de Lima es difícil, porque poco le interesó al Estado colonial su
existencia, apareciendo escuetamente en los libros de nacimientos, bautismos,
matrimonios, defunciones, padrones y algo más evidente cuando se involucran en
procesos civiles o penales. Nuestra aspiración es aproximarnos a la vida
cotidiana de los Barrios Altos donde el sector popular fue mayoritario (…..) Nos
interesa rescatarlos individualmente, en familia, en relación con el lugar en
que viven, con el barrio, con sus problemas cotidianos y, eventualmente, con
sus propiedades. Vamos pues, a rescatar del olvido secular, a un sinnúmero
de barrioaltinos y volverlos a la vida mediando nuestro relato.” Página
41
Este
valioso libro, testimonio de la historia de un barrio tradicional de Lima el más importante de Lima Cercado está
estructurado en 17 capítulos, 334 páginas, con fotografías e ilustraciones, que
van desde los siglos XVI al siglo XX,
donde se utilizan todas las fuentes posibles, fuentes notariales, arzobispales,
escritas, documentos de archivos, testimonios orales, fotografías, etc.
En
lo particular me impresionó por ejemplo la extensión y las propiedades de la
Iglesia Católica en los Barrios Altos, y su dinámica económica donde los
monasterios vivían de las rentas producto del alquiler de los cuartos en
quintas y callejones a los sectores populares sean libertos, artesanos,
maestros, lavanderas, pequeños comerciantes etc.
En
especial me llamó la atención, la reproducción material de los monasterios con
las monjas de clausura, que tenían que buscar administradores, llamados
“ecónomos en la Colonia y luego síndicos en los primeros años de la República, algunos
de los cuales tenían malas costumbres a la hora de cuadrar los ingresos y
egresos de las rentas.
Así,
por ejemplo las monjas del Monasterio del Prado en 1866, cuando se dirigen en
un documento al arzobispo de Lima para que designe a un nuevo síndico (administrador),
le piden: “que no sea hombre rico por que los ricos no ven por los intereses de
los pobres sino sus negocios, que sea hombre que tema a Dios y a su justicia “(páginas
95/96)
Esta
sabiduría propia del sentido común de las monjas de clausura tiene una legítima
vigencia en especial en la presente coyuntura ahora que estamos en el Perú
próximos a un proceso electoral, donde la corrupción en miembros de la clase
dirigente, es como dijera el historiador de la República Don Jorge Basadre es
un axioma y por tanto no necesitaría demostración.
En
segundo lugar, en el capítulo IV del libro “Barrios Altos: Semblanzas de
vecinos relevantes”, en particular libro el autor rescata la memoria de
personajes importantes haciéndolos revivir, en especial me impactó la figura de
José María Galdiano 1782-1863 abogado formado en San Marcos y vecino de la
calle de Peña Horadada una calle que se caracteriza por tener una piedra que
era considerada como huaca, es decir, objeto de veneración en el pasado
prehispánico y en la colonia y primeros años de la República fue una calle
tradicional, donde vivían connotados limeños.
Galdiano
según el autor ha sido un vecino ilustre, un abogado probo lo cual es bastante difícil,
“dos veces Alcalde de Lima, Ministro de
Estado, Presidente del Congreso y de la Corte Suprema, identificado con Lima y
los Barrios Altos en particular, había conocido en forma directa a La Serna,
San Martín, Bolívar, Santa Cruz facilitando con su coherencia política, el
tránsito la República” (129)
A
diferencia de muchos criollos que manifestaron una inicial simpatía por las
ideas republicanas frente a la presencia de las tropas de Bolívar y su proyecto
dictatorial regresaron a su identificación con el poder colonial español del
cual eran usufructuarios. En cambio, el doctor José María Galdiano mantuvo una
coherencia en defensa de las ideas republicanas, a diferencia de la nobleza
criolla que como Torre Tagle, Berindoaga y más de 100 familias ricas que se
cobijaron hasta 1825 con Rodil en el fuerte del Real Felipe con la esperanza
del renacimiento del imperio español.
En
tal sentido, el libro de nuestro autor rescata a la memoria histórica a una
serie de personajes que han contribuido al país en los diferentes ámbitos
políticos, económicos y culturales. En tal sentido, me pregunto sobre los hijos
ilustres de Barrios Altos en las diversas facetas de la vida, política,
economía, la cultura, deporte etc. Este es un gran tema, ¿cuál ha sido el
aporte de los Barrios Altos en la formación del Perú?
En
tercer lugar, ahora que se experimenta el boom de la gastronomía donde nuestro
país es reconocido internacionalmente por la riqueza y diversidad de su comida,
es bueno recordar el aporte de los Barrios Altos y en general de los sectores
populares a esta fusión de olores y sabores que se desenvuelve en las viejas
calles de Barrios Altos, en los mercadillos, pulperías, y chinganas
En
tal sentido, como señala el autor “en octubre de 1959 don Minoru Kunigami
(1919-2004) hijo de japonés okinawense,
estableció su pulpería en la esquina de la calle Penitencia con Trinitarias, más
conocida como la cebichería de la Buena Muerte iniciando con su familia, quizás
sin prever, la aventura de revolucionar el gusto de los barrioaltinos” ( página
236) En realidad allí tenemos un aporte fundamental de la fusión de los
productos del mar con la comida criolla y la comida japonesa, con platos como
los cebiches, el arroz con mariscos, los garbanzos con mariscos, el pejerrey
enrollado, cau cau y otras exquisiteces.
En
verdad, múltiples son los méritos del libro que hoy comentamos y su lectura
resulta necesaria para todo buen limeño y peruano, pues sería importante
reproducir para cada barrio una visión histórica de largo plazo, que
reivindique lo popular, el aporte material de los trabajadores, de aquellos
que no tienen nombre pero que hacen
posible el pan, los vestidos, los alimentos, los servicios, albañiles, el arte
de la calle, los artistas, etc.
En
particular, el suscrito habiendo nacido en Barrios Altos, cuadra tres de Maynas
314 interior “c”, en una quinta familiar, teniendo como referente la Iglesia de
Mercedarias y habiendo estudiado en el Colegio Fiscal Ramón Espinoza 448, más
conocido como RE, según las malas lenguas “rateros especiales”, siento una
particular simpatía e identificación con el libro.
Han
tenido que pasar 62 años que es mi edad cronológica, para entender y saber
sobre el barrio donde nací, y fue testigo de mis primeras andanzas como niño y palomilla
en Maynas, Las Carrozas, Amazonas, La Huerta Perdida, Maravillas, Huamalíes,
Junín, la Quinta Heeren, Centro Escolar, el Martinete, Buenos Aires, visitando
a los cines del barrio; en fin leer el libro ha formado parte de una
recuperación de la memoria y en la forja de la identidad.
¡Ahora
más que nunca siento un mayor orgullo de haber nacido en los Barrios Altos!
Por
ello, no cabe más que agradecer al autor por este bello e importante libro.
Felicitar al autor infatigable por otros aportes que, estoy seguro, serán
próximamente publicados como la participación de los hijos de Barrios Altos en
la Guerra contra Chile e Inglaterra.
Muchas
Gracias Doctor Alejandro Reyes Flores.
(*) Discurso pronunciado por
el economista Jorge Manco Zaconetti como comentarista del libro del autor
Alejandro Reyes Flores “Barrios Altos. La Otra Historia de Lima Siglos
XVIII-XX” presentado el 4 de julio en la Casona de la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos.
Presentación en el Salón de Orden
de la Casona San Marcos
Dr. Alejandro Reyes Flores
Econ. Jorge Manco Zaconetti
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