ENGANCHE LABORAL CON PRÉSTAMOS
ESCRIBE: JORGE MANCO
ZACONETTI
En el informe de Arca
Continental, SAB de CV ante la Bolsa Mexicana de Valores reconoce que los
resultados del ejercicio 2016 “fueron sobresalientes, logrando un crecimiento
anual de 22.5 % en ventas y de 20.3 % en EBITDA, lo que destaca la fortaleza
financiera y operativa de la empresa para enfrentar con éxito entornos
desafiantes y entregar resultados positivos de forma consistente, gracias al
profesionalismo de nuestro gran equipo humano y al liderazgo de la empresa en
el mercado” (pág. 2)
Esto lo ha sostenido
Francisco Garza Egloff, Director General de Arca Continental que detenta más
del 60 % del capital social de la Corporación Lindley, la empresa líder en
nuestro país en el sector de gaseosas y bebidas.
En verdad, los altos
funcionarios de la transnacional Arca Continental deben preocuparse pues si la
empresa el 31 de enero del 2017 “fue seleccionada oficialmente para integrar el
FTSE Good Emerging Index, que lista a las empresas públicas que demuestran un
fuerte compromiso con las mejores prácticas ambientales, sociales, y de
Gobierno Corporativo en más de 20 países emergentes” (pág. 11 del Informe), las
malas prácticas de corporación deberán ser superadas.
En nuestro país, las
relaciones con los trabajadores organizados no son de las mejores, en especial
por la enajenación sistemática a una distribución justa en las utilidades
laborales gracias a una serie de maniobras contables, beneficios tributarios, y
abusos de poder.
En tal sentido, los
nuevos accionistas representados por las familias Barragán, Grossman, Fernández
y Arizpe de México que detentan el 71 % de Arca Continental deben tener
conocimiento que han comprado la mayoría accionaria de una empresa que se
caracteriza por sus malas prácticas, a pesar del discurso oficial de sus
gerentes intermedios.
Así, la Corporación
Lindley es una empresa que está acostumbrada a prácticas no transparentes, al
abuso y prepotencia con sus trabajadores, al no pago de utilidades a sus
colaboradores que han fortalecido el patrimonio empresarial que en el 2001 era
apenas de 239 millones de soles, en el 2012 antes de la venta accionaria se
incrementó sobre los 773 millones de dólares y que al 2016 se mantiene sobre
los 776 millones de soles gracias al aporte mexicano.
En tal sentido, si la
misión que tiene Arca Continental es “Generar valor para nuestros clientes,
colaboradores, comunidades y accionistas, satisfaciendo en todo momento y con
excelencia las expectativas de nuestros colaboradores”
Esta misión no se
estaría cumpliendo con los trabajadores pues estamos ante una empresa que
minimiza las utilidades a través de negocios con empresas vinculadas, que se
vende y compra así misma terrenos, que no paga por el valor del agua que
debería abonar, que está acostumbrada a las políticas de “cholo barato”
concediendo préstamos a sus trabajadores en vez de una justa distribución en
las utilidades que a los trabajadores les corresponde.
Si como bien reconoce
el Director General de Arca Continental al informar a los accionistas sobre Los
“Resultados Operativos para Sudamérica” en referente al Perú al señalar que “
Durante el año (2016) destaca la implementación de más de 25 iniciativas
enfocadas en incrementar la productividad y generar eficiencias en costos entre
las que destaca el desarrollo del portafolio de productos bajos en calorías, la
optimización de las líneas de producción, así como la implementación de mejores
prácticas en todas las áreas de la organización, con lo que se logró la
expansión de 230 puntos base en el margen EBTDA”
Si el propio Director
General de Arca Continental está reconociendo la expansión en 230 puntos de la
utilidad antes de impuestos y participaciones de los trabajadores, lo que
debiera significar una importante distribución a favor de la fuerza laboral
constituida por más de 3,500 colaboradores, no se entiende la persistencia, y
angurria de la administración peruana de Corporación Lindley en el otorgamiento
de préstamos laborales que constituyen un atentado contra la dignidad de los
trabajadores.
Sirva de ejemplo con
la información todavía no auditada al 2016 sobre el aumento de los préstamos
por cobrar al personal, pues este se incrementó de 10.3 millones de soles en el
2015 a un poco más de 16.8 millones en
el 2016. Como todo prestamista la empresa ahora exige el pago por los préstamos
otorgados desde el 2014 aprovechándose de la necesidad y de los apuros de los
trabajadores por dinero en efectivo ante los magros sueldos y salarios.
Esto no constituye
una práctica seria ni responsable desde el punto de vista social pues vulnera
el prestigio de Arca Continental pues reproduce las viejas prácticas del
“enganche colonial” donde los trabajadores y sus familias vivían endeudados
siempre con la empresa, en un perverso patrón de acumulación donde a más
riqueza producida más deuda generada para el trabajador asalariado. Ello
creemos atenta con las “mejores prácticas ambientales, sociales y de Gobierno
Corporativo” que dice suscribir Arca Continental.
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