ESCRIBE: JORGE MANCO ZACONETTI (Investigador
UNMSM)
Desde fines del 2015 la trasnacional mexicana
líder en el rubro de gaseosas y bebidas en América Latina, Arca Continental con
presencia en Argentina, Ecuador, España, Estados Unidos y España controla por
ahora el 60 por ciento de las acciones comunes y el 3.8 por ciento de las
acciones de inversión de la Corporación Lindley S.A. y tiene interés por seguir
aumentando su participación.
Este grupo mexicano que tiene los derechos
exclusivos para el embotellamiento y distribución de los productos de la marca
Coca Cola en México, Argentina, Ecuador ahora controla el segmento de bebidas
más importante en nuestro país que tiene en la Inca Kola, Coca Cola, Sprite,
Fanta, Crush entre otras bebidas más conocidas. En el Perú la Corporación
Lindley explica el 68 % del segmento de bebidas gaseosas, que ahora estará
controlado por capitales mexicanos.
La compra / venta de las acciones comunes de
la Corporación Lindley ha sido criticada por los accionistas minoritarios y los
trabajadores de la corporación pues en última instancia las deudas de largo
plazo, es decir los pasivos, que financiaron las inversiones realizadas para la
construcción de las diversas plantas de la corporación desde el 2010 a la fecha,
el pago de la emisión de bonos corporativos y otros, serán pagadas por los
trabajadores. Con la información disponible de los estados financieros al
primer trimestre del 2016 las obligaciones financieras a largo plazo cuyos
vencimientos deberán cumplirse entre los años 2021 y 2023 suman los 1,969
millones de soles.
Si a ello, se agrega el endeudamiento asumido
por la trasnacional mexicana Arca Continental, ahora accionista mayoritario,
para financiar el 60 % de las acciones en manos de las distintas fracciones del
grupo Lindley por un valor de 910 millones de dólares con bancos que operan en
México como Banco Santander, Scotiabank Inverlat, Banco Nacional de México,
BBVA Bancomer, HSBC Bank de USA se tiene un panorama nada auspicioso para los
trabajadores. (Ver recuadro)
Si bien existen varias formas para estimar el
valor de las empresas, desde el valor contable hasta una valorización asociada
al posicionamiento en el mercado, el flujo de caja proyectado en un período
determinado, la generación interna de recursos, utilidades proyectadas, el
valor de los activos corrientes, fijos, e intangibles, el valor del patrimonio
etc., aquí estamos ante un proceso de compra / venta que ha sido cuestionado
por los accionistas minoritarios en su momento, y por la propia
Superintendencia del Mercado de Valores del Perú.
En este proceso de compra/venta entre Arca
Continental y las diversas fracciones del grupo Lindley, el proceso puede
registrarse en el cuadro “Excedente Obtenido por la Familia Lindley por Vender
Sus Acciones en Corporación Lindley S.A. a la Empresa Mexicana Arca
Continental”.
En tal sentido, el 10 de setiembre del 2015
se registra la venta del 53.16 % de las acciones comunes en manos de Johnny
Lindley Suárez y hermanos por un valor de 758.7 millones de dólares. El mismo
día también se registra según el Reporte Anual de Arca Continental SAB de CV la
venta del 2.03 % de las acciones de inversión en propiedad de Johnny Lindley
Suárez y hermanos por un valor de 1.30 de millón de dólares.
Más tarde, el 29 de setiembre del 2015 Arca
Continental registra el pago de 150 millones de dólares a Johnny Lindley Suárez
y hermanos por una cláusula de exclusividad, de “no competencia” para que a
futuro no incursionen en el mercado peruano de bebidas gaseosas. Es más, este
acuerdo no se informó como un hecho de importancia a la Superintendencia de
Valores del Perú ni a los accionistas minoritarios, mucho menos a los
trabajadores.
Posteriormente con fecha 1 de enero del 2016
se registra la compra del 6.6165624% de las acciones comunes en manos de la
familia Arredondo Lindley por un valor de 60.35 millones de dólares.
Por último, el mismo 1 de enero del 2016 se
registra la compra/venta del 1.7870004 % de las acciones de inversión bajo
propiedad de la familia Arredondo Lindley por un valor de 1.14 de millón de
dólares.
En su conjunto, las diversas fracciones de la
familia Lindley por la venta de las acciones comunes (60%) y de inversión (3.8
%) han percibido ingresos del orden de 971 millones de dólares, los mismos que
fueron cuestionados por los accionistas minoritarios y por Superintendencia de
Valores del Perú.
De otro lado, hay que destacar que una de las
fracciones familiares, el grupo Lindley Suárez, el 24 de febrero del 2016 ha
pagado la suma de 400 millones de dólares a favor de Arca Continental SAB de CV
por la adquisición del 3.8495 % de las acciones. Es decir, como premio consuelo
se convierte en accionista minoritario del gigante mexicano con presencia en
América Latina.
Johnny Lindley Suárez miembro de la cuarta
generación y bisnieto del fundador de la Corporación Lindley, se mantendrá en la Presidencia del Directorio en el Perú por
los próximos diez años en razón del conocimiento del mercado, y el interés
corporativo en razón de la cláusula de “no competencia” mencionada
anteriormente.
Este proceso de compra/venta constituye pues
una transacción que si bien ha sido cuestionada por la Superintendencia del
Mercado de Valores (SMV) por su falta de transparencia y ocultamiento de
información hacia los accionistas minoritarios a futuro afectaría los intereses
de los trabajadores en razón del aumento de los pasivos a largo plazo que se
deben pagar.
Si bien la transnacional mexicana habría
pagado más de 971 millones de dólares por las acciones comunes y de inversión a
las distintas fracciones de la familia Lindley. La misma Arca Continental ha
financiado dicha compra con préstamos pagaderos en los próximos 5 años por un
valor de 910 millones de dólares con distintos bancos que operan en México (Ver
recuadro)
En resumen, se debe reconocer que los
trabajadores en última instancia han hecho posible la riqueza de la Corporación
Lindley, y han financiado el aumento del capital, el conjunto de inversiones,
activos de las nuevas plantas de embotellamiento y distribución, y pagarán con
su trabajo, con las utilidades dejadas de percibir, y sus magros salarios las
deudas y pasivos que tiene ahora la Corporación Lindley y que asumirá Arca
Continental como nuevos dueños para financiar la compra.
Así, funciona el capitalismo popular donde las
políticas de libre mercado suponen “cláusulas de exclusividad”, prácticas no
transparentes, donde las consecuencias de la libertad del mercado la pagan en
última instancia los trabajadores y consumidores.
Es más, el excedente neto libre de pasivos resultado de
la venta del 60 % de las acciones comunes y de inversión en la Corporación
Lindley menos la compra del 3.85 % de las acciones de Arca Continental, ha
significado una diferencia de 571.5 millones de dólares a favor de las diversas
fracciones familiares del Grupo Lindley.
Sin
embargo, el precio pagado significa perder el control y la mayoría accionaria
en la corporación cuyo patrimonio, capital, activos, posicionamiento en el
mercado ha tenido como responsable principal a los trabajadores activos y
jubilados que han hecho posible esta riqueza, y que pagarán el costo final de
estas transacciones a nombre de la libertad del mercado de trabajo.
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