viernes, 27 de agosto de 2010

LAS REGALÍAS: UN MODELO EXTRACTIVISTA EN CUESTIÓN

HIDROCARBUROS Y MINERÍA EN LA MIRA

El debate sobre una mayor participación del Estado sobre la renta generada a partir de la explotación de los recursos naturales no renovables como los productos mineros y los hidrocarburos está en la agenda política como una demanda de los pueblos. A pesar que estamos en la agonía del régimen del Presidente García, luego de los estragos de la crisis financiera de setiembre del 2008, continúan los altos precios de los minerales y se debería analizar con la mayor transparencia y decisión la aplicación del impuesto extraordinario a las sobre utilidades mineras, que están alcanzando niveles inéditos en la historia económica del Perú, con tasas de utilidad neta del 40% o más.

Lo menos que se puede hacer es analizar los pro y contra de su aplicación ante la baja participación fiscal en la renta minera a diferencia de la renta petrolera. El Perú esta considerado como un país líder en la producción de minerales ocupando los primeros lugares en la producción de plata, oro, cobre etc, pero debe ser uno de los últimos en cuanto a la participación fiscal en la renta minera. Así, en artículos anteriores escribimos que en la bonanza de las exportaciones 2004-2009, de cada 100 dólares de exportaciones, el fisco no capta ni 12 dólares, sea por impuestos a la renta, regalías, aporte voluntario y derechos de vigencia.

Por ello, la discusión se aviva con las declaraciones de la todavía ministra de economía y finanzas, Dra. Mercedes Aráoz cuando hacía referencia a la disposición de su portafolio al estudio del aumento de las tasas de regalías mineras en razón de los magros resultados del aporte voluntario, y de las propias regalías que en su mejor momento arribaron a los 174 millones de dólares en el 2008, frente a las regalías de hidrocarburos que sumaron los 1,217 millones de dólares en el mismo año.

Ante tales anuncios el pensamiento arcaico y tradicional de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía con sus voceros expresaba su preocupación ante la posibilidad de modificar los llamados contratos de estabilidad jurídica, tributaria y administrativa que indebidamente están blindando a las principales empresas mineras como Mra. Yanacocha, Mra. Antamina, Mra. Cerro Verde, Mra. Xstrata Tintaya, Mra. Barrick-Pierina etc, del abono de las regalías mineras. Son más de 600 millones de nuevos soles adicionales que está dejando de percibir el Estado por el concepto de regalías mineras en razón de los contratos de estabilidad que hasta el FMI está recomendando su revisión.

Sin embargo, es útil y necesario hacer la distinción económica y jurídica de la propia categoría de regalías aplicadas en el sector de hidrocarburos y el minero, al margen de las abismales diferencias en cuanto a su importancia fiscal como se puede observar en el cuadro comparativo entre las regalías abonadas por todas las empresas, sin excepción, que explotan los hidrocarburos en su forma de petróleo crudo, líquidos de gas natural y gas natural, frente a las regalías mineras. Ver cuadro “Perú Regalías: Hidrocarburos y Minería (2005 - Julio 2010)

LAS REGALÍAS DE HIDROCARBUROS

El cuadro en referencia presenta desde el año 2005 hasta julio del 2010 los desiguales valores que abonan al fisco las empresas petroleras frente a las mineras por concepto de regalías, lo cual constituye una inequidad frente al país en cuanto a la explotación de los recursos naturales no renovables. Prácticamente las regalías por la extracción de hidrocarburos resultan en promedio superiores en siete a ocho veces en relación a las regalías mineras. Ello no se condice con la importancia mundial que tiene la minería que se desenvuelve en el Perú.

Ello constituye un contrasentido pues el Perú no es una potencia petrolera, pues en América del Sur, en cuanto a la producción de crudo estamos a la cola de Venezuela, Colombia, Brasil, Argentina, Ecuador, y en la producción y reservas de gas natural nos ubicamos por debajo de Venezuela, Bolivia, Argentina, a pesar del importante potencial gasífero en el Gran Camisea lotes 88, 56, 57, 58 más la cuenca de Talara, que debiera ser monetizado mediante la exportación y el crecimiento del mercado interno.

Por tanto, somos un país marginal en la producción de hidrocarburos pero todas las empresas abonan regalías en los contratos de licencia y regalías equivalentes en los contratos de servicios. Con respecto a la legislación vigente el pago de las regalías al Estado, concretamente a Perúpetro es una obligación que tienen que realizar las empresas normalmente como un porcentaje del valor de la producción aplicado en un punto de fiscalización.

Si bien la aplicación de las regalías en hidrocarburos tiene su propia metodología con la vigencia del contrato y el abono de regalías que puede fluctuar entre un 5% (lote Z-1) del valor de la producción fiscalizada a 63% (lote IX de Unipetro), la empresa con el pago de las regalías puede disponer de los hidrocarburos, es decir asume la posesión, uso y usufructo de los mismos, es decir la propiedad sobre los recursos, sea petróleo crudo, gas natural o líquidos.

En promedio las empresas del sector de hidrocarburos abonan el 30% por concepto de regalías que se deducen directamente como gasto. Esto significa que del 100% del valor de la producción fiscalizada un promedio equivalente al 30% es captado por el fisco como regalía. Esto al margen que pueden existir contratos como el de Petrolera Monterrico en el lote II (Talara) que transfiere una regalía efectiva del 51.4%, o la empresa noruega Interoil que opera los lotes III y IV también en Talara abonando una tasa efectiva de regalía del 47%.

Esto significa que el Estado captura casi el 50% del valor de la producción por regalías al margen del impuesto a la renta, lo que elevaría la participación fiscal (
tax government) a un valor cercano al 60% del valor de la producción.

Si se tiene presente que en el 2009 más del 52 % de las regalías captadas por la actividad de hidrocarburos se explican por la explotación de los lotes 88 y 56 de Camisea, en particular por la extracción y comercialización de los líquidos de gas natural en un 85% y el resto producto de la explotación del gas natural. En ambos lotes la responsabilidad operativa es de Pluspetrol Perú Corporation (PPC) en representación del Consorcio Camisea, donde se abona una tasa del 37.24% sobre el valor de la producción que sumada a una tasa efectiva del impuesto a la renta elevaría la participación fiscal cercana al 50% del valor de la producción.

REGALÍAS FRANCISCANAS

En cambio, en el sector minero por la propia ley de minería las regalías fueron definidas como una contraprestación por la explotación de los recursos mineros no renovables que se aplican como un porcentaje sobre el valor del concentrado o su equivalente, deducidos los costos directos e indirectos asumidos. Creemos que aquí existe un problema de fiscalización de parte de la Sunat sobre los costos directos e indirectos incluida la depreciación que se deducen del valor de los concentrados, a diferencia de la recaudación de las regalías en los hidrocarburos.

Al margen que las empresas mineras más importantes del sector no están efectuando los abonos de regalías que por ley les corresponde, existe un problema en relación respecto a la fiscalización de los costos directos e indirectos que se deducen del valor del concentrado o su equivalente, lo que agrava los menores valores que por dicho concepto se han recaudado desde el 2005 al 2009 como se puede percibir en el cuadro respectivo.

En tal sentido, el nuevo gobierno tiene la obligación de renegociar con cada una de las empresas mineras que tienen firmados contratos de estabilidad jurídica, tributaria y administrativa para obligarlas al abono de regalías mineras, pues resulta un contrasentido histórico que frente a los altos precios de los minerales el Estado tenga una participación franciscana por no decir miserable por concepto de regalías mineras que básicamente son asumidas por la Southern Perú Copper Corporation, Volcan, Minsur, Mra. El Brocal.

De allí, el malestar en el MEF por el bajo nivel de las regalías y la necesidad de modificar las tasas de regalías sobre el valor del concentrado que en el mejor de los casos es del 3% sobre un valor de producción superior a los 120 millones de dólares anuales. En el año 2002 recuerdo que el congresista José Carlos Carrasco Távara actual presidente de la Comisión de Presupuesto del Congreso de la República, presentó un proyecto de ley para el establecimiento de una tasa del 10% por concepto de regalías mineras sobre el valor de producción minera, que debiera actualizarse.

En resumen, el Estado debiera tener una participación fiscal por lo menos equivalente a la vigente en el sector de hidrocarburos o por lo menos tender a ello en un plazo determinado. De esta manera el sector minero podría convertirse en una palanca de desarrollo local, regional y nacional. Los voceros de la Sociedad de Minería sostendrán que son actividades diferentes con sus particularidades geológicas y diferentes riesgos.

Mas lo cierto y evidente es que el riesgo de encontrar hidrocarburos es más alto que encontrar riqueza minera. El Perú ha sido bendecido por la naturaleza y geología como un país minero, pero el Estado a nombre de la Nación no está percibiendo lo que debiera de la renta minera. Por ello, ante franciscanas regalías, e impuesto a la renta mínimo, bien debe discutirse la aplicación de un impuesto extraordinario a las ganancias extraordinarias.










lunes, 23 de agosto de 2010

Renta diferencial y ganancias extraordinarias (2) *

Por Humberto Campodónico

“Se refiere a las frutas o ramas de árboles que se han caído por un fuerte viento y que, por eso, son gratuitas para todos. También significa, en sentido figurado, “adquisición inesperada”, término que se usa desde 1542”.

Esa es la definición que el diccionario etimológico de inglés Douglas Harper le da a las palabras “windfall profits”, que en castellano se podrían traducir como las ganancias inesperadas o extraordinarias que realizan las empresas. Estos “windfall profits” no tienen que ver con innovaciones tecnológicas o mejoras productivas que éstas realizan, sino con hechos exógenos. Como se aprecia, este concepto es distinto al de renta diferencial (o renta ricardiana, ver www.cristaldemira.com, 18/8/10).

Cuando las ganancias extraordinarias provienen de un alza de precios de los recursos naturales (hidrocarburos o minerales, que no fueron creados por las empresas) en numerosas oportunidades, en varios países del mundo, los gobiernos les han puesto impuestos. Así, ha habido “windfall profits tax” en Inglaterra y en EEUU (bajo Reagan).

Ahora bien, sucede que desde el 2004 hemos atravesado un periodo de altísimos precios de los minerales y del petróleo y, por tanto, de “windfall profits” para las mineras y petroleras. Veamos el ejemplo del cobre. En el 2003 el precio del cobre estaba en US$ 0.63 /libra, precio considerado “normal” (ver gráfico). Todas las nuevas inversiones tomaban ese precio para determinar la rentabilidad. Pero desde el 2004 los precios se quintuplicaron, superando los US$ 3 por libra. Con la crisis de setiembre del 2008 los precios cayeron en picada, pero se mantuvieron cerca de US$ 1.50 /libra, más del doble que en el 2000. En el 2009 los precios se recuperaron y en el 2010 superaron los US$ 3.20 /libra de cobre. Los “windfall profits” que generan estos valores superan largamente las expectativas de rentabilidad de las empresas. Normalmente, estas son cercanas al 13 a 15% de tasa interna de retorno. Pero con los precios “por las nubes” esas tasas suben al 50, 80 y hasta 100%.

Lo que se plantea entonces es: ¿acaso los Estados, propietarios de los recursos naturales no tienen derecho a participar de esa sobreganancia? ¿Por qué la empresa minera o petrolera se tendría que quedar con todo el “windfall profit”? Algunos dicen que el gobierno participa de esa sobreganancia con la tasa del impuesto a la renta, que en el Perú es de 30%. Así, si antes de los precios altos la empresa tenía utilidades de 1,000, el Estado recibía 300. Si, con los precios altos la empresa tiene utilidades de 10,000, el Estado ahora recibe 3,000, diez veces más que antes. Eso es cierto. Pero igualmente cierto también es que antes la empresa se quedaba con 700 de Utilidad Neta, mientras que en la nueva situación su Utilidad es de 7,000. Eso es sobreganancia y la cuestión es que esa sobreutilidad de 7,000 debe ser compartida por el Estado, en una proporción a determinar.

¿Cuándo se sabe que el precio es “extraordinario”? Existen diferentes cálculos técnicos para ello. En el Perú se usó el método de las dos desviaciones estándar (para un periodo de 15 años), en el 2006, para el cálculo del óbolo minero. Esa fórmula dio el precio de US$ 1.84 /libra de cobre, es decir que cualquier precio superior a ese ya estaba generando una sobreganancia. Miremos el gráfico de nuevo porque es tan explícito que lo explica todo. La cuestión es que en el 2011 vence el “óbolo minero” (equivale al 3.5% de las utilidades) y ya se habla de renovarlo (es lo que quieren las empresas). Esto sería escandaloso pues los precios siguen altos y, como dice Pedro Francke, las utilidades de las empresas mineras alcanzarán nada menos que S/. 22,000 millones en el 2010 y sus tasas de retorno superan cualquier cifra imaginada por los accionistas. Por eso, para financiar sus necesidades sociales y de infraestructura, el Perú necesita poner en práctica el impuesto a los “windfall profits”. Es de justicia.



(*) Publicado en La República / Página 15 / Lunes 23 de Agosto de 2010

jueves, 19 de agosto de 2010

Renta diferencial y ganancias extraordinarias *

Por Humberto Campodónico

Tanto en el sector agrario como en el minero se aplica con claridad el planteamiento del economista inglés David Ricardo (1772-1823) sobre la renta diferencial, en su libro clásico Principios de economía política y tributación. Para decirlo de manera concisa, Ricardo plantea que los rendimientos de los suelos y de las minas no son los mismos en todos los casos, pues hay tierras que son mejores que otras y, también, hay minas que tienen yacimientos más ricos que otros.

Su conclusión es, de un lado, que los altos costos de las tierras y las minas más caras (por tanto, menos eficientes) tienen una influencia determinante en la formación de los precios de los bienes finales. Y, de otro, que los productores que están en las tierras y las minas más eficientes se aprovechan de la renta diferencial, que, como su nombre lo indica, es la diferencia entre las distintas rentas de las tierras y de los suelos.

Ese tipo de medición se usa hasta hoy. Así, por ejemplo, la conocida consultora internacional Brook Hunt elabora curvas de costos para los productos mineros. Para el caso del cobre, en el año 2006, Brook Hunt establece que en el mundo se produjeron algo más de 30,000 millones de libras de cobre.

La producción de los primeros 5,000 millones tuvo costos bajos, que oscilaron alrededor de US$ 0.50 por libra de cobre (el costo medido por Brook Hunt, en este caso, no incluye la depreciación ni los gastos financieros). A medida que la producción de cobre va aumentando (de acuerdo a las necesidades de la demanda mundial), entran en producción minas cuyos costos son mayores, debido a varios factores (menores leyes del mineral, distancia a los puertos, costos de electricidad, salarios y otros).

Así, por ejemplo, cuando se llega a los 20,000 millones de libras de cobre, el costo de producción de esas minas es cercano a un (1) dólar la libra. El costo más alto lo tiene la producción de aquellas que cubren el último tramo de la demanda (cerca de los 30,000 millones de libras), pues allí éste llega a US$ 1.50/libra.

La teoría ricardiana establece que el precio de venta de la libra de cobre debiera alcanzar para cubrir los costos de los productores menos eficientes. Si ese fuera estrictamente el caso, la libra de cobre debiera venderse por encima del costo de la última libra producida. Es decir, por encima de US$ 1.50/libra.

En ese caso, los productores más eficientes tendrían una importante renta diferencial pues si bien tienen un costo de producción de US$ 0.50/libra, el precio en el mercado sería tres veces superior a ese costo. En la vida real, el precio promedio del cobre en el 2006 fue de US$ 2.77/libra, lo que nos dice que sí ha existido una renta diferencial.

Dos comentarios finales. Primero, que en el Perú, el costo de producción de la libra de cobre está en el primer 25% de la producción, es decir, está en la categoría de los mejores. Segundo, que la renta diferencial ricardiana es distinta al concepto de las “ganancias extraordinarias”, pues éstas se originan en alzas del precio de los productos agrícolas y mineros que poco o nada tienen que ver con la calidad de la tierra ni de los yacimientos mineros, ni con los costos de producción. Volveremos sobre ese tema, que es hoy materia de un importante debate en el Perú, en un próximo artículo.

(*) Publicado en La República / Página 14 / Miércoles 18 de agosto de 2010

miércoles, 18 de agosto de 2010

PERÚ: SOBRE UTILIDADES MINERAS Y POBREZA FISCAL

URGEN IMPUESTOS EXTRAORDINARIOS

Como economista sabemos que el mejor indicador para estimar la rentabilidad empresarial no es la utilidad neta, pues esta es el producto de una serie de deducciones, tales como los costos de venta, los gastos de venta y administrativos, donde se descargan las depreciaciones y amortizaciones, los costos por intangibles, los descargos por gastos financieros, de otras cuentas como la participación de los trabajadores y por último del 30% del impuesto a la renta pagado al fisco. Es decir, la utilidad neta resulta ser el resultado final, el residuo de los ingresos menos los diversos costos y gastos que tienen que asumir las empresas.

Esto significa que la utilidad neta constituye la partida que se distribuye a los accionistas si se adopta la decisión de distribuir las utilidades como dividendos, o que se puede reinvertir si las utilidades netas se disponen como incrementos del capital social, o como aumento del patrimonio o de las inversiones que permitan la ampliación de la capacidad de producción.

Es decir, la utilidad neta es el residuo de una serie de deducciones, donde una tasa, es decir la relación entre la utilidad neta frente a los ingresos superior al 30%, resulta prácticamente una “utilidad de monopolio” en la teoría económica, o mejor aún sería una utilidad extraordinaria en tanto que la actividad minera no se rige propiamente en el marco de una competencia monopolista, pues como actividad de exportación es tomadora de los precios internacionales.

Esto significa que los precios de los productos mineros son “exógenos” a las empresas que operan en el país, de allí las tendencias alcistas de los precios internacionales del oro, plata, cobre, estaño, zinc verificadas desde el 2004 a la fecha, con excepción del bajón de setiembre del 2008 en razón a la crisis financiera internacional, ha representado la obtención de tasas de rentabilidad extraordinarias, por encima del 50% gracias al diferencial entre los precios internacionales y los costos internos de producción.

Si a los inicios del 2001 los precios del oro se mantenían por debajo de los 272 dólares la onza de oro, y en el 2002 no superaban los 311 dólares por onza troy, empresas mineras como Mra. Yanacocha o la Mra. Barrick Misquichilca obtenían utilidades netas con costos de producción inferiores a los 100 dólares la onza. Por tanto, resulta evidente que con precios del oro por encima de los 1,161 dólares la onza troy para el promedio enero/agosto del 2010, las utilidades de las empresas auríferas son más que extraordinarias a pesar que los costos y gastos de producción se hayan incrementado.

En el caso de los precios del cobre menores a los 72 centavos de dólar la libra de cobre en el 2001, empresas como Southern Perú Copper Corporation (SPCC) obtenían utilidades por sus operaciones en Cuajone (Moquegua) y Toquepala (Tacna) con costos de producción menores a los 50 centavos la libra; es más proyectos de cobre como el de Antamina resultaban rentables en el largo plazo con precios de 95 centavos de dólar la libra. Por tanto, con precios por encima de los 300 centavos la libra las cupríferas como Mra. Antamina, Cerro Verde, Mra. Tintaya y la SPCC están obteniendo utilidades extraordinarias que no están siendo compartidas con el Estado.

En tal sentido, una rentabilidad normal debiera estar sobre el 15% al 20%, por ello tasas de rentabilidad superiores constituyen ganancias extraordinarias. Esto significaría por ejemplo que de cada 100 dólares de ingresos al final del año, 20 dólares serían utilidades netas con una tasa del 20%. En el mismo sentido, si la Mra Barrick al primer semestre del 2010 obtiene una tasa de rentabilidad neta del 56.3%, ello significa que de cada 100 dólares de ingresos, al final del primer semestre tiene una utilidad neta de 56 dólares. De allí, el gran atractivo que tiene nuestro país para la inversión minera, con una elevada utilidad que no se consigue en ninguna parte del mundo.

LAS MÁS RENTABLES

Sea cual fuere el caso, el cuadro del “Ranking de Utilidad Neta por Empresa Minera” al primer semestre del 2010, nos demuestra la continuidad de las utilidades extraordinarias en comparación a los años anteriores correspondientes al 2006, 2007, 2008 y 2009 tomando solamente las empresas que cotizan en la Bolsa de Valores de Lima (Conasev). En especial, las empresas mineras de oro y plata como Buenaventura están obteniendo tasas de rentabilidad increíbles en cualquier lugar del planeta.

Evidentemente si tales utilidades fueran compartidas con el Fisco no habría problemas, pero no es el caso. Esto se agrava pues el conjunto de las empresas que mantienen contratos de estabilidad jurídica, tributaria y administrativa como Mra. Yanacocha, Mra. Antamina, Xstrata. Tintaya, Sociedad Minera. Cerro Verde, Barrick Misquichilca por la unidad Pierina en Ancash y otras empresas, no están abonando las llamadas regalías mineras, y no están compensando a la sociedad por la explotación y agotamiento de los recursos mineros.

El pensamiento arcaico y tradicional de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía considera suficiente la participación del Estado en la renta minera a través del impuesto a la renta (30%) y de un adicional si se tiene firmado un contrato de estabilidad jurídica y tributaria (2%). En verdad, las empresas mineras están pagando tal impuesto como lo hace toda empresa que genera ingresos al margen de lo que pueda significar. Pero lo cierto y evidente, es que no están participando las utilidades extraordinarias con el titular de los recursos que es el Estado a nombre de la Nación.

Es más, las empresas mineras no están abonando a la sociedad peruana por el agotamiento (depletion) del mineral, así Mra. Yanacocha podrá remover una tonelada de tierra para obtener 2 o 3 gramos de oro, y por este concepto no está remunerando al país, y sin embargo, en su contabilidad privada esta cuenta sí está considerada, como el abono de regalías más de 14 dólares por onza producida que se carga a costos, como un asunto privado.

Si a ello, se agrega que el denominado “cogollo minero” como Mra. Yanacocha, Mra. Antamina, Sociedad Minera Cerro Verde más Xstrata. Tintaya ni siquiera pagan las llamadas regalías mineras al fisco, a pesar del mandato expreso del Tribunal Constitucional, se tiene una situación económica jurídica contraproducente a los intereses del país. De allí, la necesidad de analizar e imponer un impuesto extraordinario a las ganancias extraordinarias. Es decir, a las ganancias anormales que tienen las empresas, y que no se explican por una mayor productividad del capital, mayores riesgos en la inversión o innovaciones al estilo schumpeteriano, por lo tanto deben ser compartidas con el Estado por la propia gobernabilidad del país.

RENTABILIDAD AURÍFERA

En primer lugar, en cuanto a las empresas productoras de oro destaca la utilidad neta de la Mra. Barrick Misquichilca que al primer semestre del 2010 está generando 443 millones de dólares por concepto de utilidad neta, lo que significa más de 159 millones de incremento en relación a similar período del 2009 que representó 283 millones, es decir, una variación del 56%, y la producción para el mismo período se ha incrementado de las 634 mil onzas a 701 mil onzas troy de oro, lo que representa una variación del 11%. Por tanto, si bien se verifica un incremento productivo, el efecto precio es fundamental para explicar las mayores utilidades netas.

En la Barrick las utilidades netas 2008 alcanzaron los valores de 317 millones de dólares, en el primer semestre del 2007 fueron de 228 millones a pesar de los rendimientos decrecientes de la unidad de Pierina en Ancash y el auge de la unidad de Lagunas Norte en la sierra de La Libertad que empezó a producir desde junio del 2005.

Así, se puede decir que 145 millones de dólares de utilidades netas en el 2006 gracias a los altos precios y ampliación de operaciones se han alcanzado los 443 millones de dólares en el primer semestre del 2010, expresando una rentabilidad neta del 56%

Si la tasa de la rentabilidad neta de la Mra. Barrick Misquichilca alcanza el 56% para el primer semestre del 2010, y se mantiene por encima del 45% en el primer semestre del 2007, sube al 48% en el 2008 para mantenerse en 48.2% en el 2009, son utilidades extraordinarias que no se obtienen en ninguna parte del mundo, y resultan contradictorias con la pobreza regional.

En segundo lugar, destaca la utilidad neta de la Cia. de Minas Buenaventura con 266 millones de dólares en el primer semestre del 2010 y de 234 millones en el primer semestre del 2009, con una tasa de rentabilidad neta del 84% que se explican por la participación de las empresas relacionadas, es decir subsidiarias y afiliadas, en la que se debe considerar la participación de la Compañía de Minas Buenaventura en las ganancias de sus empresas afiliadas y subsidiarias tales como: Compañía Minera Condesa S.A, Sociedad Minera Cerro Verde S.A.A., Sociedad Minera El Brocal S.A.A., S.M.R.L. Chaupiloma Dos de Cajamarca, Consorcio Energético de Huancavelica S.A., Canteras del Hallazgo S.A.C., CEDIMIN, Minera La Zanja S.R.L., Compañía Minera Colquirrumi S.A., Minera San Francisco S.A.

Con una tasa de rentabilidad neta del 84% el grupo Buenaventura que tiene como principales accionistas a la familia Benavides de la Quintana, asume una rentabilidad extraordinaria pues de cada 100 dólares de ingresos prácticamente 84 dólares serían utilidades netas, gracias a la contribución de las empresas subsidiarias y afiliadas. Esta rentabilidad no se verifica en ninguna parte del mundo, y debe ser compartida con el Estado a través de la vigencia de un impuesto extraordinario.

En tercer lugar, destaca la utilidad neta de la Mra. Yanacocha que se incrementa en el primer semestre del 2010 en relación al 2009, alcanzando los 303 millones de dólares un poco más en relación a la utilidad neta del 2009 que sumaron los 297 millones de dólares. En verdad, esta utilidad es notable a pesar de la disminución de la producción de oro que transitó de 1,016,000 onzas (un millón dieciséis mil onzas) a 775 mil onzas, es decir con una disminución del 24% en los volúmenes producidos.

La cuestionada empresa Mra. Yanacocha que tiene como accionistas a la transnacional Newmont, al grupo Buenaventura y al brazo financiero del Banco Mundial (IFC) ha declarado utilidades netas del orden de 382 millones de dólares en el primer semestre del 2006, y tales niveles de rentabilidad neta del 41% no han sido reproducidos en los siguientes períodos en razón de las limitaciones que tiene la minera por los llamados conflictos sociales, a la falta de confianza frente a las comunidades campesinas y por la voracidad de sus accionistas por expandir sus operaciones.

En su conjunto solamente las empresas que declaran sus estados financieros en la Bolsa de Valores de Lima en el primer semestre del 2010 han obtenido utilidades netas del orden de los 2,482 millones de dólares, valores superiores a los obtenidos en el primer semestre del 2006 que sumaron los 1,963 millones de dólares, y a los 2,189 millones del primer período del 2007, y muy superiores a los 1,547 millones de dólares del 2009.

Evidentemente este estado de gracia de las empresas mineras en el Perú con la obtención de utilidades extraordinarias que no tienen parangón en la historia económica del país, ni a nivel internacional no resulta sustentable en el tiempo, en razón de la franciscana participación del Estado en la renta minera sea con regalías mínimas, óbolo minero o con el impuesto a la renta que tiene una serie deducciones.

De allí, que a diferencia de la campaña electoral del 2006, el nuevo gobierno debe asumir la necesidad y el imperativo nacional de aplicar un impuesto extraordinario a la ganancias extraordinarias. Con voluntad política, honestidad y transparencia se puede negociar con el conjunto de las empresas mineras que operan en el país. Estoy seguro que no será el fin del mundo.


Para poder visualizar los cuadros entre al siguiente enlace: http://www.mancozaconetti.com/index.php?option=com_content&view=article&id=220:peru-sobre-utilidades-mineras-y-pobreza-fiscal&catid=1:catmineria&Itemid=7

lunes, 16 de agosto de 2010

Domesticar las Finanzas en un Momento de Austeridad

Escribe: Joseph E. Stiglitz *

Nueva York – No fue hace tanto tiempo cuando podíamos decir: “Ahora somos todos keynesianos”. El sector financiero y su ideología de libre mercado habían llevado al mundo al borde de la ruina. Los mercados no se estaban autocorrigiendo. La desregulación había demostrado ser un fracaso abismal.

Las “innovaciones” desarrolladas por las finanzas modernas no conducían a una mayor eficiencia a largo plazo, a un crecimiento más rápido o a una mayor prosperidad para todos. Más bien, estaban destinadas a eludir las normas contables, y a evadir y evitar los impuestos necesarios para financiar las inversiones públicas en infraestructura y tecnología –como Internet– que son la base del crecimiento real, no del crecimiento fantasma promovido por el sector financiero.

El sector financiero pontificó no sólo sobre cómo crear una economía dinámica, sino también sobre qué hacer en caso de una recesión (que, de acuerdo con su ideología, podía ser causada por una falla del gobierno, no de los mercados).

Los halcones en el sector financiero dijeron que los gobiernos deberían concentrarse en eliminar los déficits, preferentemente reduciendo los gastos. Los déficits cercenados restablecerían la confianza, lo que a su vez restauraría la inversión –y, por ende, el crecimiento–. Pero, por más factible que pueda sonar esta línea de razonamiento, la evidencia histórica repetidamente la refuta.

Cuando el presidente estadounidense Herbert Hoover intentó esa receta, sólo sirvió para transformar el crac de 1929 en la Gran Depresión. Cuando el Fondo Monetario Internacional intentó la misma fórmula en Asia en 1997, las crisis se convirtieron en recesiones y las recesiones devinieron depresiones.

El razonamiento detrás de estos episodios se basa en una analogía errónea. Un hogar que debe más dinero del que tiene debe recortar el gasto. Pero cuando un gobierno lo hace la producción y los ingresos declinan, el desempleo aumenta y la capacidad de devolver el dinero, en realidad, puede disminuir. Lo que es válido para una familia no es válido para un país.

Los más sofisticados advierten que el gasto gubernamental hará subir las tasas de interés, “desplazando” la inversión privada. Cuando la economía está en un nivel de empleo pleno esta es una preocupación legítima. Pero no ahora en vista de las tasas de interés a largo plazo extraordinariamente bajas.

En Europa, especialmente Alemania y en algunos lugares de Estados Unidos, mientras los déficits y la deuda gubernamentales aumentan, también lo hacen los llamados a una mayor austeridad. Si se les presta atención los resultados serán desastrosos, especialmente teniendo en cuenta la fragilidad de la recuperación. El crecimiento se desacelerará, mientras que Europa y/o Estados Unidos posiblemente caigan nuevamente en una recesión.

El gasto en estímulo, el cuco preferido de los halcones del déficit, no fue la causa de gran parte del incremento de los déficits y la deuda, sino el resultado de “estabilizadores automáticos” –los recortes impositivos y los aumentos del gasto que automáticamente acompañan las fluctuaciones económicas.

La economía keynesiana funcionó: si no hubiera sido por las medidas de estímulo y los estabilizadores automáticos, la recesión habría sido mucho más profunda y más prolongada y el desempleo, mucho más alto. Esto no significa que deberíamos ignorar el nivel de deuda. Pero lo que importa es la deuda a largo plazo.

Existe una receta keynesiana simple. Primero, desviar el gasto de los usos improductivos –como las guerras en Afganistán e Irak, o los rescates bancarios incondicionales que no reaniman el préstamo– hacia inversiones de alto rendimiento. Segundo, fomentar el gasto y promover la equidad y la eficiencia aumentando los impuestos a las corporaciones que no reinvierten, por ejemplo, y bajándoselos a las que sí lo hacen, o subiendo los impuestos a las ganancias de capital especulativas (digamos, en bienes raíces) o a la energía contaminante con un alto consumo de carbono, al mismo tiempo que se recortan los impuestos de los contribuyentes de menores ingresos.

Existen otras medidas que podrían ayudar. Por ejemplo, los gobiernos deberían ayudar a los bancos que prestan a pequeñas y medianas empresas, que son la principal fuente de creación de empleo –o establecer nuevas instituciones financieras que lo hicieran– en lugar de respaldar a los grandes bancos que generan su dinero a partir de derivados y prácticas abusivas con tarjetas de crédito.

Los mercados financieros se han esforzado en crear un sistema que ponga en práctica sus puntos de vista: con mercados de capital libres y abiertos, un país pequeño puede verse inundado de fondos en un momento, sólo para pagar altas tasas de interés –o no recibir más fondos en absoluto– poco tiempo después.

Pero los mercados financieros son un capataz severo y caprichoso. Al día siguiente que España anunció su paquete de austeridad, se les bajó la calificación a sus bonos. El problema no fue una falta de confianza de que el gobierno español cumpliera sus promesas, sino demasiada confianza en que sí lo haría, y que esto redujera el crecimiento y aumentara el desempleo de su nivel ya intolerable de 20%.

En resumen, tras haber empujado al mundo en su actual descalabro financiero, los mercados financieros ahora les dicen a países como Grecia y España: malditos sean si no recortan el gasto, pero malditos sean si lo hacen también.

Las finanzas son un medio hacia un fin, no un fin en sí mismo. Se supone que son funcionales a los intereses del resto de la sociedad, no al revés. Domesticar los mercados financieros no será fácil, pero es algo que se puede y se debe hacer, mediante una combinación de impuestos y regulación –y, si fuera necesario, de intervención del gobierno para zanjar algunas de las brechas (como ya lo hace en el caso del préstamo a las pequeñas y medianas empresas).

No sorprende que los mercados financieros no quieran que los domestiquen. A ellos les gustan las cosas como han venido funcionando, ¿y por qué no debería ser así? En países con democracias corruptas e imperfectas, tienen los medios para resistir el cambio. Afortunadamente, los ciudadanos en Europa y Estados Unidos han perdido la paciencia. El proceso de atemperar y domesticar a los mercados financieros ya ha comenzado. Pero todavía queda mucho por hacer.

Publicado en Caretas Nº 2138 / 15 de julio de 2010

(*) Joseph E. Stiglitz es profesor de la Universidad de Columbia y premio Nobel de Economía. Su último libro, Freefall: Free Markets and the Sinking of the Global Economy, ya está disponible en francés, alemán, japonés y español

viernes, 13 de agosto de 2010

El monitor Manco Cápac y su comandante Capitán de Fragata José Sánchez Lagomarsino *


Escribe: Luís Siabala Valer



Comandante José Sánchez Lagomarsino


Operaciones navales durante la Guerra del Salitre

(Perú-Chile, 1879-1883)


Arica, viernes 27 de febrero de 1880

Después del bombardeo, desembarco en Pisagua y posterior descalabro de San Francisco, quedó asegurada la plaza de Tarapacá; el ejército chileno tomó entonces previsiones para penetrar en el sur del Perú, donde Tacna y Arica, todavía defendidas, resultaban de naturaleza estratégica. Libre la costa peruana del peligro que representaba el monitor peruano Huáscar y su comandante Grau muerto en acción en el combate de Angamos, el 8 de octubre de 1879, Chile consideró que había llegado el momento para preparar las operaciones en tierra.

Se dispuso el bloqueo de Arica, para evitar el aprovisionamiento o desplazamiento de la guarnición peruana y para efectuarlo se comisionaron al monitor Huáscar, al mando del capitán de fragata Manuel Tomas Thomson Porto Mariño y a la cañonera Magallanes, con el capitán de fragata Carlos Condell de la Haza. Estas naves arribaron al célebre puerto el 25 de febrero de 1880, para relevar al blindado Cochrane y su escolta la corbeta Covadonga que ya lo bloqueaban y que habían recibido castigo de los fuertes y baterías del morro.

Además de estos cañones, reforzaba la defensa en la rada de Arica el monitor Manco Cápac, una nave de lento andar, fuerte coraza y provista de dos cañones Dalgreen de 15 pulgadas capaces de disparar granadas de 500 libras desde la torre giratoria. Su silueta chata y alargada que dejaba ver torre y chimenea daba a esta unidad una extraña apariencia.

Esta nave, por sus características concebida para operaciones fluviales más que marítimas había sido destinada a la defensa como pontón. Su obra muerta o superestructura sobresalía del agua unas cuantas pulgadas y ofrecía poco blanco al fuego enemigo. Pero su andar de algo más de 4 nudos, no la hacía aparente para las evoluciones rápidas en el mar. Estaba al mando del capitán de fragata José Sánchez Lagomarsino.

La lancha torpedera América secundaba al monitor en esta tarea.

El viernes 27, a las 8:30 horas, Thomson, dispuso hacer disparos sobre el puerto con la artillería del Huáscar, al instante las baterías del morro y los fuertes contestaron los fuegos, empeñándose en un duelo que duró cincuenta minutos sin mayores resultados por ambas partes.

El Huáscar, La antigua nave peruana, inmortalizada por Miguel Grau, que había sido capturada en Angamos, venía ahora con distinta bandera, reforzada con artillería de retrocarga con dos cañones de 40 libras, tipo Armstrong cuyo alcance estaba entre 6.000 y 7.000 metros. Estos importantes cambios, dejaban al monitor en excelentes condiciones de batir la artillería de ánima lisa de los fuertes del Callao y Arica, ambas con un alcance de 3.500 metros. Le había sido dotado con nuevas calderas y su máquina estaba repasada.

A las 14 horas, despechado por los resultados Thomson decidió atacar esta vez un convoy de abastecimiento y tropa que se desplazaba en el ferrocarril procedente de Tacna, en el sector de playa Chinchorro y dispuso acercarse con la Magallanes para batir al tren.

Penetró el Huáscar dentro del sector de fuego de las baterías de tierra de 200 libras y del monitor Manco Cápac con sus cañones de 500 libras y disparó sobre el convoy. Entonces, habiéndose ubicado temerariamente dentro del campo de tiro de la artillería peruana recibió fuego concentrado.

Una granada hizo explosión en el monitor cerca de un cañón hiriendo mortalmente a un aspirante y matando seis hombres de la tripulación e hiriendo a doce. Además, hirió levemente al segundo comandante capitán de corbeta Emilio Valverde Prieto y al teniente 2o. Tomás Segundo Pérez.

En estas circunstancias el comandante peruano ordenó que la lancha América, saliera acompañando al monitor Manco Cápac, que estaba bajo su directo mando, para batir al enemigo, maniobra que se efectuó con toda decisión pese al lento andar del ex monitor confederado.

Thomson creyó sencillo atender la invitación a combate que le ofrecía el Manco Cápac y puso rumbo a él con rápido andar de la nave de su mando. Hizo maniobras destinadas para embestir con el espolón pero fracasó en su intento, disuadido de ello habida cuenta del superior blindaje del monitor peruano, mandó entonces virar y en un momento ofreció la popa a su enemigo. Sánchez Lagomarsino que tenía dispuesta su torre giratoria con los poderosos Dalgreen disparó uno de ellos por la aleta de estribor del blindado enemigo, y la granada pasó por el alcázar de popa del monitor donde se encontraba el desdichado comandante chileno cuyos restos quedaron esparcidos en cubierta. El proyectil destruyó el palo de mesana, aventó el código de señales y mató un número de tripulantes al hacer explosión. El Huáscar quedó fuera de combate y los ingenieros, poniendo renovado empeño pusieron en actividad nuevamente a la nave y la retiraron de la línea de combate.

El Manco Cápac y su acompañante la lancha América regresaron a su apostadero con la misma parsimonia y seguridad con que habían levado anclas rumbo al combate. Arica se mantendría otros cinco meses, libre del acoso por mar.

Parte oficial del combate naval de Arica por el capitán de fragata José Sánchez Lagomarsino

Comandancia del monitor Manco Cápac

Al ancla. Arica, febrero 27 de 1880.

Benemérito señor contralmirante, jeneral (sic) en jefe del primer ejército del sur.

Me es honroso poner en conocimiento de US. los acontecimientos realizados el día de hoi a bordo de este monitor, con ocasión del combate empeñado entre las baterías de la plaza i el “Huáscar” i la “Magallanes” que bloquean el puerto.

A 7 hs. A. M. se me dió (sic) parte por el oficial de guardia de que el “Huáscar”, en son de combate, avanzaba lentamente por el O., en demanda, al parecer, del fondeadero, i dispuse que en el acto se alistase el monitor para prevenir cualquiera eventualidad, porque personalmente observé que eran sospechosos los movimientos del enemigo.

En efecto, a las 8 hs. 15 ms., encontrándose el “Huáscar” al alcance de los cañones del Morro, rompió sus fuegos esta batería, cuando aquél se hallaba situado de este monitor a una distancia de 4.000 metros, mui (sic) superior al alcance máximo de nuestra artillería, razón por la cual me ví (sic) obligado a esperar que el enemigo, en sus evoluciones, se aproximase, para ofenderlo desde el fondeadero en que estaba obligado a permanecer este buque, por el mal estado de una de sus calderas, cuya compostura, se trabaja activamente.

A las 8 hs. 40 ms., después de apreciar la distancia que nos separaba, rompió sus fuegos este monitor sobre el “Huáscar”, continuándose hasta las 9 hs. 50 minutos, que éste se alejó, gobernando al N. E.

Mientras tanto la corbeta “Magallanes”, que desde mui temprano estaba fondeada por el N. del puerto, a seis millas aproximadamente, a los primeros disparos se puso en movimiento i, lejos del alcance de los cañones de las baterías, hizo algunos tiros sobre la población, uno de los cuales cayó bastante cerca de la popa de este monitor, pero se retiró con el “Huáscar” cuando suspendió éste sus fuegos.

A 11 hs. A. M. los dos buques situados al N. del puerto descargaron varios tiros de su artillería sobre el tren de pasajeros que venía de Tacna, e inmediatamente reparé el monitor para salir a batir al enemigo, dando orden de activar la reparación de la caldera de estribor que, como US. tiene conocimiento, se encontraba en mal estado desde días anteriores, i cumplo con el deber de recomendar a US. la actividad i el interés desplegado por el primer maquinista don Tomas Colguhoun para dejar espedita (sic) en el menor tiempo la compostura de esa caldera, obra que a no ser por esta circunstancia, habría demorado un tiempo más dilatado para su terminación.

A la 1 h. 15 ms. P. M. dejé el fondeadero, gobernando sobre el enemigo, que se conservaba a una distancia de cinco millas, más o menos, emprendiendo la marcha hasta tres millas fuera del puerto; i una hora después, estando a 3.500 yardas el “Huáscar”, descargó su artillería de la torre, i sucesivamente hizo otros disparos, hasta que encontrándome a 2.000 yardas hice romper los fuegos de este monitor, a las 2 hs. 10 ms. Se trabó entonces el combate, que por parte del enemigo era sostenido por el “Huáscar”, que acortaba la distancia, i por la corbeta “Magallanes”, que se conservó al mayor alcance de sus cañones; continuó, pues, avanzando hasta estrechar la distancia, haciendo siempre fuego sobre el blindado enemigo. Hubo un momento desgraciado en que se entorpeció uno de los cañones de la torre, por haberse quedado dentro de él la primera sección de la lanada; i fue entonces cuando el “Huáscar” nos ponía su proa, aproximándose rápidamente. En tal situación, gobernó sobre dicho buque, que llegó a pasar por nuestro costado de babor a la distancia de 50 yardas, empeñándose un pequeño tiroteo de ametralladoras i fusilería del enemigo el que era sostenido desde a bordo por la jente (sic) que me acompañaba sobre la torre.

Subsanado con actividad el inconveniente de que acabo de hacer mención, descargué sobre el “Huáscar”, que estaba ya por la aleta de babor, una de las piezas de la torre, cuyo proyectil fué (sic) a herir la popa de ese buque, echándole abajo la (sic) asta en que sostenía su pabellón.

A 3 hs. 30 ms. hice suspender los fuegos porque el “Huáscar”, aprovechando de su andar, se puso fuera de los tiros de este monitor, gobernando hacia afuera, lo mismo que la “Magallanes”.

Once tiros se hicieron con las piezas de la torre, de los cuales dos han ocasionado averías al enemigo; de los disparos de éste i la corbeta, que pasan de cincuenta, i entre los que cayeron sobre nosotros, solo causaron lijeras (sic) averias, (sic) llevándose parte del pasamanos alto i uno de los candeleros de la torre; hemos tenido también despedazada una de nuestras falúas. A las 4 hs. 30 ms. volví a ocupar con el buque de mi mando su antiguo fondeadero.

Antes de terminar, permítame US. hacerle presente que el digno capitán de navío don Juan G. Moore se me presentó voluntario a bordo, en el momento de la salida del monitor, solicitando cualquier puesto; i que tanto él como Leoncio Prado, cuya salud se encuentra notablemente quebrantada, el alférez de fragata don Francisco Forcelledo, ayudante de US, i el subteniente de artillería don Eduardo Lecea, han permanecido durante este corto combate sobre la torre, al lado del que suscribe. Lo que participo a US. conforme a ordenanza.

Dios guarde a US. B. S. C. A.

José Sanchez Lagomarsino.


En cuanto a la historia del monitor Manco Cápac, formó parte de las adquisiciones navales que hizo el gobierno peruano en 1868. Pertenecía a la clase Canonicus y su nombre USS era Oneota. Una nave blindada de fuerte coraza de hierro, su obra muerta sobresalía a toda carga únicamente 12 pulgadas y, generalmente, embarcaba agua sobre la cubierta. El viaje rumbo al Callao duró 15 meses. Fue remolcado.

Gemelo del monitor Atahualpa, de la misma clase y ex USS Catawaba.

Los datos que siguen pertenecen al Libro de Guardias de la nave, fechada el 3 de enero de 1869, al ancla en South West Pass, New Orleans:

Desplazamiento: 1034 toneladas

Fuerza de las máquinas: 330 caballos
Eslora: 226 pies
Manga: 43 pies
Calado de popa: 13 pies y 3 pulgadas
Calado en proa: 13 pies
Artillería: Dos cañones de ánima lisa sistema Dahlgren de 15 pulgadas
Blindaje del costado: 5 planchas de una pulgada
De la cubierta: 1 pulgada 7 octavos
De la torre 10 planchas de 1 pulgada.

Comandante, Capitán de fragata, don Camilo Carrillo
Teniente primero, José María Coronel Zegarra
Teniente graduado, Elías Aguirre
Teniente segundo, Ramón Freire
Teniente segundo graduado, José Rosas
Alférez de fragata, Diego Ferré
Alférez de fragata, Daniel Mac Kay
Tripulación, 64 hombres

El capitán de fragata AP José Sánchez Lagomarsino, tuvo importante y destacada participación en la defensa de Arica el 6 de junio del mismo año; al mando del Manco Cápac se había enfrentado entonces al Almirante Cochrane y a la cañonera Covadonga. Luego vino la acción sobre las naves chilenas bloqueadoras, del 27 de febrero de 1880. Cinco meses después, tras la victoria chilena en tierra, Sánchez Lagomarsino hundió su buque para evitar que cayera en manos enemigas. Fue capturado con su tripulación y enviado en calidad de prisionero de guerra a San Bernardo, en Chile.

Nació en Lima en 1844, murió en Chosica en 1898. Asistió a los combates de Abtao y 2 de Mayo, en el cual resultó herido por el casco de una bomba.

“Contribuyó al restablecimiento del orden constitucional cuando los coroneles Gutiérrez se apoderaron del mando, ejerciendo su influencia en las masas populares chalacas, y a la cabeza de ellas” (El Callao, 21 de marzo de 1898).

Sus relaciones con el contralmirante Lizardo Montero fueron tirantes y de profunda desavenencia.


Créditos:

Foto del comandante Sánchez. Archivo Courret. Biblioteca Nacional del Perú
Foto del comandante Thomson. Historia Ilustrada de la Guerra del Pacífico. (1879-1884) Edit. Universitaria. Sgo. de Chile. Mayo 1879.

http://es.wikipedia.org/wiki/Combate_naval_de_Arica
http://members.tripod.com/~Guerra_del_Pacifico/arica.html
http://www.armada.cl/arm_tradicion_hist/site/artic/20030514/pags/20030514122430.html http://www.armada.cl/site/tradicion_historia/historia/biografias/179egoyc.htm
http://huascar.web3s.com/chileno.html
http://es.wikisource.org/wiki/Parte_oficial_del_combate_naval_de_Arica_por_el_capit%C3%A1n_de_fragata_Jos%C3%A9_S%C3%A1nchez_Lagomarsino


(*)Publicado en Harun al - Rashid espacio de la literatura, la narrativa y el ensayo
El lunes 1 de enero de 2007

Pueden verlo en:
http://siabala.blogspot.com/2007/01/el-monitor-manco-cpac-y-su-comandante.html

martes, 10 de agosto de 2010

LA SAMBA DE VOTORANTIM EN MILPO Y ATACOCHA

UNA MAYOR INTEGRACIÓN MINERA-METALÚRGICA

La presencia de capitales brasileños en los diversos sectores de la economía peruana constituye un proceso que se ha fortalecido en los últimos años como parte de esta integración asimétrica entre el gigante brasileño y el Perú. En el sector energético destacan la petrolera estatal Petrobrás y Electrobrás, mientras en la construcción sobresalen Odebrecht, Andrade Gutiérrez, Camargo Correa, y sobre todo la expansión minera metalúrgica a través de las transnacionales Votorantim, Vale do Rio Doce en Bayóvar, y el grupo Gerdau con la mayoría accionaria en la Siderúrgica de Chimbote.

Es decir, la penetración del capital brasileño en el marco de su expansión imperial es cada vez más evidente, y ello no genera mayores preocupaciones en la clase política del Perú, a pesar de la mayor pérdida territorial en la Amazonía con dicho país. De allí la necesidad de tener un proyecto nacional de desarrollo frente a la expansión brasileña en la Amazonía que se fortalecería con la integración energética y las carreteras interoceánicas.

Resulta evidente que toda potencia mundial requiere asegurar su abastecimiento de recursos mineros, y el Perú es una oportunidad de mercado y de pingües negocios como lo demuestra la mayor capitalización accionaria del grupo Votorantim controlando la mayoría de acciones de la Mra. Milpo y por su intermedio a una serie de unidades mineras como Atacocha lo que permite una integración vertical con la refinería de Zinc de Cajamarquilla bajo responsabilidad del grupo brasileño.

Esta mayor presencia de la gigante brasileña Votorantim en la participación accionaria en la tradicional minera Milpo y de pasada en la Mra. Atacocha, controlando las unidades mineras de El Porvenir, Cerro Lindo, Mra. Iván en Chile y la unidad de Atacocha en Cerro de Pasco permite asegurar el abastecimiento de zinc en la refinería de Cajamarquilla en el largo plazo. De esta forma con el mayor control sobre las decisiones de estas empresas mineras se refuerza la integración vertical entre las actividades de refino y de la producción minera, alcanzando la forma más eficiente de operar por las sinergias productivas que se generan.

Se debe recordar que en agosto del año 2008, la brasileña Votorantim Metais – Cajamarquilla, subsidiaria del Grupo Votorantim adquiere 8.33% de las acciones de Milpo, acumulando su participación a 29.33%. Esta compra por parte de Votorantim sería solo el inicio de sus posteriores adquisiciones, en este sentido tenemos que el 3 de noviembre de ese mismo año, Votorantim Andina Perú S.A.C compró el 69.75% de las acciones de clase A de Cía Minera Atacocha,

La minera Atacocha es una minera polimetálica colindante y vecina de Milpo, que opera con la unidad de su mismo nombre en el departamento de Pasco y que además posee pequeñas subsidiarias en las actividades mineras, agropecuarias, en el mercado bursátil y actividades de generación eléctrica, y mediante esta adquisición Votorantim Andina pasó a ser el socio mayoritario. Luego a la semana siguiente, más específicamente el 10 de noviembre del 2008 la minera Milpo adquiere el 100% de Votorantim Andina Perú S.A.C, con lo cual ahora Milpo pasaba a controlar a la Cía Minera Atacocha convirtiéndola en su quinta unidad minera.

Por tanto, desde fines del año 2008 e inicios del 2009, Milpo se ha consolidado como un grupo minero económico, que posee cinco unidades en lo fundamental; la unidad de El Porvenir en Pasco la más antigua que es operada por Cía Minera Milpo, la Mina Iván en Chile operada por la subsidiaria Minera Rayrock, la Mina Chapi en Moquegua operada por la subsidiaria Minera Pampa de Cobre, la unidad minera de Cerro Lindo también operada por Cía Minera Milpo en el departamento de Ica y finalmente la mina Atacocha que es ahora de propiedad de Milpo como producto de la adquisición en noviembre del 2008.

Se debe tener presente que el Grupo brasileño Votorantim es un gigante de la minería mundial constituyéndose en la matriz de Votorantim Metais – Cajamarquilla el principal accionista en el Grupo Milpo. Entre los principales negocios y actividades del grupo Votorantim; que a su vez tiene en la familia Emírio de Moraes su mayor accionista, que administra este gigante conglomerado; tenemos la comercialización de cemento, metales entre las que destacan el zinc, el níquel y el aluminio, también el holding brasileño maneja negocios en siderurgia, fabricación de papel y agroindustria.

Pero Votorantim no sólo se desenvuelve en el ramo industrial, también tiene empresas financieras, destacando el Banco Votorantim y sus diversas filiales financieras. Por último, acorde con las nuevas tendencias en el mundo, el grupo brasileño posee una cartera de negocios en tecnología de la información, tercerizaciones de servicios y productos químicos.

Solamente como referencia el consolidado del Grupo Vororantim del Brasil declaraba un patrimonio neto superior a los 13,587 millones de dólares en el 2009 con ingresos brutos consolidados de sus segmentos industrial y financiero del orden de los 16,498 millones de dólares, es decir, el gigante brasileño obtuvo tantos ingresos como lo obtenido por la exportación del conjunto de la minería que opera en el Perú que fueron equivalentes a los 16,361 millones en el 2009.

En el Perú, con la participación en Milpo y Atacocha ahora integradas en la práctica a la Refinería de Zinc de Cajamarquilla, que produce refinados a base de los concentrados de zinc, ácido sulfúrico y concentrado de plata, etc; ha conseguido la integración económica material. Sobre la planta, se debe añadir que ha sido modernizada y se espera culminar con la ampliación de la capacidad hacia las 320,000 TM /año a fines del 2010, modernización que a la fecha tiene un avance del 80%.

CONTROL DE MILPO

En julio del 2010, Votorantim Metais – Cajamarquilla había lanzado una oferta pública de adquisición (OPA), en tal sentido la subsidiaria brasileña ofrecía adquirir hasta 163,000,000 (Ciento sesenta y tres millones) de acciones comunes con derecho a voto representativas del capital social de Compañía Minera Milpo, que representan el 14.76% del total de acciones emitidas y el 16.40% del total de acciones en circulación de Milpo, cada una con un valor nominal de S/. 1.00. El ofertante Votorantim Metais – Cajamarquilla ofrecía pagar S/. 7.26 por cada Accion, la oferta se inició el 1 de julio y concluyó el 30 de julio.

Al concretarse esta compra, Votorantim Metais - Cajamarquilla se ha convertido en el accionista mayoritario ya que según datos de la propia Matriz brasileña hasta antes de la compra poseía el 34.93% de participación en Milpo según reportes de los Estados Financieros del Grupo Votorantim del Brasil.

Es más, fuentes del mercado señalaban que la empresa brasileña ahora poseería el 50.02% de las acciones de la minera peruana, tras adquirir un nuevo paquete de 16.4%. Así, la brasileña Votorantim Metais pasó a tomar el control de Compañía Minera Milpo con el 50.02% de ésta, luego de adquirir este nuevo paquete accionario, dando así un paso importante en su proceso de consolidación en el país, con el interés de seguir creciendo comprando otras minas.

Sin embargo, con la información disponible de la Bolsa de Valores la nueva estructura accionaria según la Comisión Nacional Supervisora de Empresas y Valores (CONASEV), nos presenta la participación de Votorantim Metais-Cajamarquilla en la Cía. Minera Milpo que se ha elevado de 29.54% al 44.86% con la reciente adquisición, lo que significa un aumento de 15.32 puntos adicionales, según el cuadro de la Estructura Accionaria de Milpo entre junio y agosto del 2010.




El análisis de la nueva estructura accionaria demuestra que las acciones del Banco de Inversión Merril Lynch Pierce Fenner se han vendido, transfiriendo su participación accionaria del 5.83%, al igual que las acciones de la AFP Horizonte mantenidas en el Fondo 2 de riesgo mixto equivalentes al 8.51% del capital. Por último, se destaca una disminución de 1.67 puntos en las acciones de Compañía Minera Milpo S.A.A que disminuye del 11.66% al 9.99%. Es decir, las acciones transadas representan el 16.01%

Debemos inferir que la venta de la participación del Merril Lynch se explicaría como una forma de reponerse de las pérdidas financieras de la crisis financiera de setiembre del 2008, más extrañaría la venta de la participación de las acciones de la AFP Horizonte Fondo 2, en razón de la rentabilidad futura del negocio minero, y por la propia naturaleza de los fondos de pensiones sobre la capitalización interna. Es decir, la venta de las acciones de la AFP no deja de ser un des ahorro financiero que privilegia la liquidez del corto plazo, afectando a los futuros pensionistas.

En tal sentido, el crecimiento del grupo brasileño está cumpliendo lo afirmado por Joao Bosco, director superintendente de Votorantim Metais (VM) cuando señalaba en relación a la Mra. Milpo "Nuestro objetivo es llegar a un poco más de 50% de participación de acciones. Para el futuro se puede considerar crecer en participación".

Por medios periodísticos se afirma también que “La firma brasileña Votorantim elevó su participación en la minera peruana Milpo y su posición como mayor accionista, tras comprar un 16.4% de las acciones comunes en una operación valuada en unos 420.5 millones de dólares, según fuentes del mercado.

Si el grupo Votorantim ha desembolsado 420 millones de dólares por el 16.4 % de las acciones producto de la reciente oferta pública de adquisición (OPA), en una rentable empresa minera como Milpo que a su vez controla la mayoría accionaria de Atacocha, demostraría el mayor valor futuro que se espera obtener de estas sinergias. En tal sentido, el valor desembolsado por el 16.4% representa casi un equivalente del total del patrimonio neto del Grupo minero Milpo, como se puede observar en el cuadro Resumen de Estados Financieros de la Compañía Minera Milpo S.A.A y Subsidiarias.

Esto debiera hacer reflexionar a todos aquellos que apostaron por un proceso privatizador de las empresas estatales mineras sin planeamiento ni estrategia, donde activos y empresas en marcha fueron transferidas a precios subvaluados, como la unidad minera de Cerro de Pasco que fue vendida por un poco más de 60 millones de dólares, lo mismo que las unidades de San Cristóbal, Andaychagua que conformaban la parte más importante de la estatal Centromín en los años noventa.

ESTADOS FINANCIEROS DEL GRUPO MILPO

El comportamiento de los ingresos y las utilidades de Milpo han tendido al crecimiento a diferencia de otras mineras polimetálicas que fueron afectadas por la crisis financiera internacional. Con el inicio del boom minero se puede observar como en el 2005 se incrementaron los ingresos y utilidades de Milpo, pasando los ingresos de 122 millones a más de 312 millones en el 2007. En el año 2008 aumentaron los ingresos del Grupo Minero que engloba las unidades de Milpo tales como El Porvenir, Cerro Lindo, Iván, Chapi más Atacocha reportando 308 millones de dólares para incrementarlos en el 2009 a más de 401 millones.

Así, un análisis de los ingresos demuestra el crecimiento y fortalecimiento a nivel de los ingresos, crecimiento de los activos y el fortalecimiento patrimonial neto sostenido desde el 2005 al 2009, donde los ingresos del Grupo Minero se incrementaron de los 122 millones de dólares a más de 401 millones en el 2009. En el mismo sentido, el valor de los activos prácticamente se ha triplicado en el mismo período pasando de los 218 millones de dólares a más de 865 millones, lo mismo que el fortalecimiento patrimonial que pasó de 126 millones a más de 491 millones de dólares

En resumen el Grupo Milpo con el conjunto de sus unidades mineras expone una creciente rentabilidad operativa y neta a pesar que la adquisición de la minera Atacocha ha representado asumir y licuar las pérdidas de la anterior gestión en el 2008 y 2009. Es verdad que formalmente, es decir jurídicamente Milpo y Atacocha son dos empresas distintas pero que ahora tienen un mayor accionista en Votorantim de Brasil, y operan integradas a la refinería de Cajamarquilla.

La incorporación de Atacocha a partir del 2008 en el grupo Milpo ha significado menores utilidades consolidadas como se podrá observar en el cuadro respectivo, así se transitan de utilidades netas de 96 millones de dólares en el 2006, a 94 millones en el 2007 para llegar a los 15 millones en el 2008 e incrementarse a los 46 millones en el 2009. Al primer semestre del 2010 se recuperan para sumar más de 80 millones de utilidades netas.

El ratio utilidad operativa frente a los ingresos alcanzó las tasas de 59% y 42.5% en los años 2006 y 2007 para disminuir en el 2008 y 2009 representando una tasa de 13.7 % y 28.7 % respectivamente. Para el 2010 se espera una franca recuperación en razón de los mejores precios de los metales y una mayor eficiencia empresarial.

Similar tendencia en el comportamiento de la rentabilidad neta, aunque con menores tasas, en tal sentido en los años 2006 y 2007 se alcanzaron niveles de 34% y 30%, mientras para el año 2008 esta rentabilidad pasó a 4.7% y en el año 2009 se elevó a 11.4%.

Debiera ser evidente que una mayor racionalidad económica en la gestión de la unidad de Atacocha significará mayores utilidades en el futuro. Así, en el primer semestre del 2010 la utilidad neta de Atacocha ha representado un valor positivo de 15.6 millones de dólares después de arrastrar pérdidas de más de 35 millones de dólares para similar período del 2009.

En el mismo sentido, la utilidad neta de la minera Milpo al primer semestre del 2010 ha significado 65 millones de dólares. Ello significa que el Grupo Milpo incorporando los ingresos y utilidades de Atacocha al primer semestre del 2010 ha obtenido 80.6 millones de dólares por concepto de utilidades netas y un ingreso consolidado de 289 millones de dólares, lo que explica una tasa de rentabilidad neta del 28% con tendencia al aumento, lo que permite afirmar que está obteniendo utilidades extraordinarias que no son compartidas con el Estado al margen que la minera Milpo no abona las llamadas regalías.

En resumen, el crecimiento del Grupo Milpo con el respaldo de la transnacional brasileña Votorantim está asegurado. Esta tendencia se fortalecería con la adquisición de otras empresas mineras y el desarrollo de nuevos proyectos como el de Hilarión en Ancash y el de Pukaqaqa en Huancavelica que demostrarían el liderazgo de un grupo que está en tránsito de alcanzar los niveles de la gran minería para satisfacción de sus accionistas del Brasil.


jueves, 5 de agosto de 2010

La Batalla de Tacna *

Escribe: Luís Siabala Valer



Coronel Andrés A. Cáceres D. (Ayacucho, 1836-Ancón, Lima, 1923)


Intiorco, miércoles 26 de mayo de 1880

Operaciones militares de la Guerra del Salitre

Fue la de Tacna, salvando las distancias y las proporciones de los beligerantes, una de las batallas modernas del S. XIX libradas en América; su antecedente inmediato nueve años atrás la encontramos en la guerra franco-prusiana (1870-1871) cuando los ejércitos del Kaiser Guillermo I, conducidos con habilidad por el mariscal de campo Helmuth von Moltke, derrotaron en la batalla de Sedán a las tropas francesas y a su general en jefe el emperador Napoleón III.

El antecedente remoto se ubica dieciséis años antes con la batalla de Gettysburg, una de las más encarnizadas de la guerra civil de los Estados Unidos (1861-1865), que movilizó enormes contingentes de tropas y pertrechos. Ninguna otra tendría después de aquéllas esa importancia en América por los intereses en juego, la disposición de los ejércitos y el armamento empleado, hasta que se produjo la batalla del 26 de mayo de 1880, peleada en las cálidas pampas de Intiorco en Tacna.

Es claro que la experiencia europea como la americana habían aportado factores importantes a la ciencia militar y a la de los armamentos. Los militares mejor instruidos de Chile, Perú y Bolivia tenían en cuenta aquellos referentes. A saber: Los fusiles y carabinas habían abandonado los sistemas de chispa y posta por los de cápsula formada por casquillo, fulminante, pólvora y bala todo en uno y con sus particularidades así lo ofrecían los sistemas Comblain, Chassepot, Remington, Piebody, Spencer, Winchester, Grass, Minnie, Martín Evans; etc, etc.

La artillería de campaña formada por piezas de gran alcance y la de montaña, tan buscada por el Perú y Bolivia en función a lo complicado de sus territorios, habían sido probadas durante las últimas operaciones en Europa. Alfried Krupp fabricaba cañones de acero en sus fundiciones de Essen y su demanda era considerable: el eficiente sistema de cierre de la culata dejó obsoletos los mejores cañones de bronce alimentados por la boca, llamados también de avancarga, por la velocidad con que se podían efectuar los tiros y la consecuente cadencia del fuego en batería. Chilenos y bolivianos los tenían de estos tipos. El Perú piezas Blackley y Armstrong, de ánima rayada pero de avancarga, o de menor calibre como las piezas Vavasseaur traídas de Inglaterra por el coronel Bolognesi durante el gobierno del General Ramón Castilla.

El invento de la ametralladora con el sistema del norteamericano Gatling, que consistía en un haz variable de tubos a manivela montado sobre chasis ligero con ruedas, para disparar fuego permanente y concentrado, alimentado por balas alojadas en almacenes adosados, resultó un arma que por su cadencia de fuego se prestaba eficaz para el fuego de cobertura como para detener asaltos masivos.

Los servicios de comunicaciones abastecidos por el telégrafo a pila emitían su señal por Morse por rutilantes cables de cobre con sus manipuladores que se operaban desde una pequeña mesa o desde el muslo gracias a un arco rígido de ajuste; la intendencia con el transporte de los bagajes en carros uncidos a troncos de caballos o mulos; ambulancia y maestranza también modernizados; la cocina de campaña con marmitas y calderos, salvo la inveterada costumbre quechua y colla de las rabonas o mujeres que seguían a los ejércitos de origen andino para atender a sus enrolados maridos con alimentos, agua, lavado de ropa, carga y afecto; y las cantineras del ejercito de Chile asimiladas a las ambulancias para el cuidado de los heridos.

Tacna era el punto táctico para finalizar o continuar la guerra. Fuera de estas tropas comprometidas quedaban en Tarapacá fuerzas de reserva chilenas y en Arequipa se había formado el llamado Segundo Ejército peruano.

Planes de ataque y defensa

Habiendo sido ocupada Tarapacá, Chile estimó que el Perú cejaría en su empeño de continuar la guerra; entonces la conservaría como garantía para cobrarle una fuerte indemnización; pero, luego les pareció a los políticos, que en su gran mayoría eran financistas y mercaderes conocidos de La Moneda, que mejor que la indemnización era la garantía y deberían quedarse con ella, pero como quiera que no se expresó ningún ánimo de rendición y por el contrario se hicieron esfuerzos para continuar la resistencia, se dispuso llegar a Lima y tomar la capital para conseguir aquella esperada rendición.

Pero las necesidades logísticas del invasor hacían necesaria la captura de Tacna y la del magnífico puerto de Arica que sería el lugar de embarque para el norte. El ministro Sotomayor, jefe de la logística chilena, decidió que la artillería de campaña y su parque en Ilo fueran llevadas en transportes navales hasta la caleta de Ite más al sur. Además, que la caballería y la artillería de montaña partieran por tierra hasta alcanzar el valle de Sama y coincidir allí con las procedentes de Ite.

El Perú, en la contingencia de prevenir que aquello pudiera suceder reforzó sus tropas del sur, artilló el morro de Arica y los fuertes que guarnecían aquel puerto y con su aliada Bolivia concertó mantenerse en guerra. Las tropas aliadas quedaron en su cuartel general de Tacna.

Para el coronel boliviano Eliodoro Camacho el plan de defensa sería aguardar a los chilenos en el valle de Sama, bien provisto de recursos, y batir al detalle a las tropas sedientas y cansadas que por secciones se irían acercando al feraz valle. Plan contrario al defensivo y sedentario que propugnaba Montero propuesto a defender Tacna haciendo que el gasto del viaje fuera para el enemigo.

Entonces el coronel Camacho recurrió al Presidente de la República de Bolivia, general Narciso Campero a la sazón en La Paz, urgiéndole se hiciera cargo de la situación.

Las pampas de Intiorco

Al noroeste de Tacna sobre la seca meseta que corre al frente y por lo alto de la bella ciudad del río Caplina -un curso de agua de poco caudal que se pierde en los arenales antes de desaguar al Pacífico- el desierto es implacable, lo era más en 1880 por la modalidad de transporte a lomo de bestia.

Pese a la dureza de los elementos únicamente el recio tamarugo crece allí a expensas de los humedales que destilan de las camanchacas o neblinas tempranas. Cuando éstas se disipan abre el sol e inexorable abraza la pampa conforme transcurre hacia su cenit. La ausencia de agua y sombra son factores mortales para los imprevisores o aventureros.

Aquella meseta presenta un ligero declive al oeste hacia el distante océano y su suelo no siempre es plano, algunas depresiones, de ellas Quebrada Honda, algo más de una legua de Tacna hacen las dificultades del camino; mide de este a oeste entre 400 a 600 metros y unos 10 metros de terreno en depresión y 100 metros de norte a sur. La parte sur del lado de Tacna presenta una pampa con una ceja que es el borde norte de Quebrada Honda. Se trata de la pampa donde está el cerro Intiorco que le da su nombre.

Los arrieros que se arriesgaban por esa zona lo hacían para acortar en algo la ruta desde Ilo con una necesaria parada o pascana en el valle de Sama, de allí por Intiorco hasta Tacna el asunto era severo. Los había quienes venían de lejanos pueblos de las orillas del Locumba, de las poblaciones de Ilabaya, Candarave o más arriba en la cordillera.

En fin, por la zona nada es fácil salvo perecer de sed o de hambre si por negligencia se ha descuidado la provisión suficiente de agua y las raciones de boca para hombres y bestias que deben seguir el camino de huella algo endurecido por las carretas y las acémilas. Al occidente de ese camino, el terreno, por las dificultades que presenta es impracticable. Hacerlo por el oriente, por Quebrada del Diablo, producía superstición y los conocedores lo evitaban.

Desembarco chileno en Ite, de reconocimiento y sorpresa

A mediados de mayo tropas chilenas procedentes de Ilo desembarcaron en la caleta de Ite, conforme hemos expresado. Se acarreó bagajes, artillería y su parque en lanchones desde los buques hasta la playa; a la caballada le tomó mayor tiempo desembarcar, en su mayoría ganado mular necesario para tirar de los pesados cañones, 17 piezas Krupp que comprendían calibre de campaña y un número considerable de ametralladoras de tubos del sistema Gatling. Se despacharon algunas compañías sobre Moquegua usando el ferrocarril desde el puerto. Pese a los embarazos que ofreció la resistencia el valle fue dominado. Una columna peruana se hizo fuerte en las alturas del cerro Los Ángeles, al este de la ciudad y de allí pasó a Tarata.

El ministro de guerra chileno, en campaña, Rafael Sotomayor Baeza, que contaba con el apoyo de su amigo el presidente Pinto que lo había nombrado en el cargo, era, a despecho de los mandos militares, el director logístico, estratégico y supervisor de las operaciones de guerra. Una verdadera imposición civil en asuntos militares. A él se debía que la artillería de campaña, en vez del largo recorrido de las rutas regulares hasta el próximo valle de Sama, imposible de conducirse por su peso por esos caminos, fuera izada por las escarpaduras hasta las elevaciones de la caleta de Ite, para lo cual el cuerpo de zapadores practicó plataformas de tramo en tramo cuesta arriba, construyó los aparejos para elevar las onerosas piezas con sogas tiradas por mulas y a brazo de hombre para luego proseguir rumbo a Sama, estas operaciones duraron cuatro días. Sama sería entonces el punto de reunión para formar el ejército y el de partida del ataque a Tacna distante 38 kilómetros.

Llegados a la cima, de por sí una hazaña, la numerosa hueste continuó trepando los faldeos interiores y alcanzada que fue con esfuerzo la llanura, puso rumbo sureste hacia Buena Vista - Las Yaras, poblados sobre el río Sama donde se había ordenado la concentración de todas las divisiones chilenas; allí repondrán fuerzas gracias a la abundancia de elementos y pastos de aquel valle para después, descansadas convenientemente que fueran y previo reconocimiento de las posesiones enemigas, seguir rumbo a Tacna.

Se pensaba continuar la marcha al menguar el sol y luego de los altos horarios caer sobre los ejércitos aliados. Frente a Buena Vista, el 18 de abril, una avanzada de 20 cazadores que destacó Vergara sobre esa localidad había sido destrozada por los Flanqueadores de Tacna que operaba por la zona a las órdenes del coronel tacneño Gregorio Albarracín Lanchipa. Tomada la población, cuarenta aldeanos que habían defendido sus propiedades fueron pasados a cuchillo por los chilenos de Vergara, en abierta y cobarde represalia.

Sotomayor, investido de la cartera de ministro en campaña, pertenecía a la casta de accionistas de la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta, al igual que otros asimilados al ejército chileno, como José Francisco Vergara Echevers, que comandaba la caballería, un acaudalado cívico que también formaba dentro de los mandos del ejército de 13,500 hombres que marchaba sobre Tacna.

Este Vergara, comerciante con propiedades en Viña del Mar, donde se conserva su famosa Quinta destinada a festivales de verano, se distinguió por su crueldad y abuso.

A él se debe la masacre de los jinetes peruanos en la oficina salitrera de Germania. Una acción excesiva e innecesaria. Como él una suerte de supervisores chilenos, desde el Congreso de la República o desde el Gobierno se movían vivamente interesados en el éxito personal de la guerra y mandaban tropas de línea (Sotomayor, Vergara), o las mantenían con sus aportes dinerarios en fábricas de armamento, material ferroviario, bagajes, vestuario; etc, etc. que para el efecto de la guerra se habían montado en Valparaíso y Santiago. Capitalistas ingleses de la banca y el comercio formaban un núcleo importante en esta lucrativa aventura de conquista de los territorios del desierto.

Era la euforia por el salitre y la demanda mundial para fabricar pólvora que los empeñaba en la lucrativa tarea con el pretexto de la defensa patria.

Para el veterano general Erasmo Escala, jefe del ejército chileno, resultaba intolerable la intrusión civil en asuntos militares y más de una discusión había ocasionado su pedido de relevo y renuncia al cargo. El presidente Pinto, haciendo eco en la solicitud de Sotomayor, aceptó por fin aquella reiterada renuncia y para proveer su reemplazo se tuvo que escoger un jefe aparente a la conducción civil. Le fue necesario entonces decidirse entre el general Villagrán que era capaz e inteligente, condiciones no aparentes a la tutela civil que ejercía Rafael Sotomayor, y el general Manuel Baquedano González, de 60 años, que más bien pasaba por obediente, escasamente instruido, sin valor intelectual y algo tonto (Bulnes)

Se decidió por Baquedano que tenía, además, el antecedente de haber desalojado a las fuerzas de peruanos que se refugiaron y resistieron en las alturas de Los Ángeles en Moquegua al frente de los cuales estaba el coronel Andrés Gamarra, el 22 de marzo de ese año de 1880, quien, después de una pertinaz resistencia contra la numerosa tropa chilena se retiró con los restos de su efectivo a Tarata.

El durísimo esfuerzo de la subida de Ite había fatigado a la tropa y muchos hombres se abatieron extenuados. Las ambulancias estaban muy activas. El 20 de mayo, de pronto cundió la noticia, el ministro Sotomayor, víctima del tremendo esfuerzo y la responsabilidad que llevaba empeñados le produjeron un fulminante ataque de apoplejía que lo mató de inmediato en su campamento de Las Yaras. La noticia se propagó como áurea supersticiosa por doquier, no poca cosa era la muerte de un mando superior, en este caso un ministro de estado. La batalla por Tacna cobraba la vida de un importante enemigo.

Baquedano, pese al deceso producido y por la confusión del relevo en la conducción de las operaciones, se hizo el desentendido, no reconoció el mando del civil José Francisco Vergara, a quien días antes el ministro Sotomayor lo nombrara su reemplazo en caso que fuera necesario, actitud aprobada por la Moneda; por el contrario Baquedano lo relevó del mando de la caballería por un miembro nato de esa arma, el teniente coronel Tomás Yabar. De esta forma Baquedano, el tenido por tonto, se mantuvo al frente del ejército y sus planes fueron cumplidos.

Para conocer el emplazamiento de los aliados envió tropas de caballería, el 10 de mayo, con dirección al sur al frente de Intiorco. Estas estuvieron a la vista de los emplazamientos aliados y retornaron con su informe. Pero aquellos datos necesitaba confirmarlos.

Dispuso entonces la salida de un escuadrón de caballería de 700 jinetes a cuyas grupas deberían ir unos 300 soldados de infantería, además de llevar dos piezas Krupp. Este partió el 13 de mayo. Oficiales en gran número incluido Vergara, fueron de esa partida de reconocimiento que llegó frente a las tropas aliadas y después de hacer observaciones de los emplazamientos y disparar sus cañones y recibir la contestación, quedó claro que la izquierda aliada era en proporción la más débil y que las piezas chilenas alcanzaban los 4,000 metros y las aliadas 3,000. Luego retornaron a su base en Buena Vista ese mismo día para confirmar los datos de la expedición anterior.

Con un plan mejor estructurado, Baquedano, después de dejar la caballería, excepto el primer escuadrón de Carabineros de Yungay, ahorrándose así el necesario acarreo de agua y forraje para la caballada, partió de sus campamentos en Buena Vista - Las Yaras, el 25 de mayo rumbo a las pampas de Intiorco.

El general Campero llega a Tacna

Como hemos dicho, los jefes aliados sabedores de los esfuerzos del enemigo para desembarcar y trepar por Ite habían ensayado teóricos planes de defensa. El coronel boliviano Eliodoro Camacho en quien recaía la responsabilidad del mando de sus propias tropas traía abierta discrepancia con el contralmirante peruano Lizardo Montero respecto de cuál debería ser la línea de defensa aliada; para Camacho era importante avanzar las tropas hasta el valle de Sama y mantenerse de los recursos naturales que ofrecía, de ellos el agua. Esperarían al enemigo que de seguro llegaría por secciones y lo batirían al detalle. En caso de algún revés tenían disponible el camino hacia Bolivia. Es decir, se sugería pasar de la perniciosa espera defensiva a la acción del ataque. El plan estaba basado en una línea bien provista de recursos y la ventaja de recibir al enemigo cansado por las marchas en terreno difícil. Correspondería la decisión al general boliviano Narciso Campero.

El contalmirante peruano, Lizardo Montero Flores, en cambio, decía haber recibido instrucciones del dictador Piérola para mantener una línea defensiva y que había que prepararla en las cercanías de la propia Tacna, fuente básica de subsistencias, de la forma más adecuada, dejando al enemigo hacer el desgaste por secos arenales y con la posibilidad, en caso de un revés, de las rutas a Bolivia por Pachía. Pero Montero tenía el plan de que esa retirada sería sobre Arica que presentaba una mejor línea defensiva a la que podría llegarse por ferrocarril.

De alguna forma sería necesario zanjar esta discrepancia. Hacía poco tiempo que el presidente de Bolivia, general Hilarión Daza Groselle, depuesto por el coronel boliviano Eliodoro Camacho en Tacna, por su inexplicable y vergonzosa defección en Camarones, había sido reemplazado en el cargo de la primera magistratura de su país por el general Narciso Campero a quien adornaban cualidades distintas y que gozaba de gran aceptación. Sabedor de las disputas en Tacna y en su calidad de general en jefe de las tropas aliadas, por así consignarlo el respectivo tratado defensivo de 1873, hizo caso a las reiteradas instancias de Camacho y con un par de ayudantes marchó de La Paz a Tacna donde llegó de improviso.

Al mando ya de las tropas, como quiera que los partidarios de la táctica de Camacho fueran sus paisanos de igual manera que para los peruanos lo era la de Montero, el Presidente de Bolivia, ahora en su calidad de Jefe del ejército aliado decidió con la práctica asegurar la teoría de Camacho. Dispuso la salida de las tropas con toda su impedimenta y bagajes rumbo a Sama.

La ausencia de suficientes bestias para la conducción del material de guerra fue el primer inconveniente que se encontró; tampoco existían las acémilas y odres requeridos para el acarreo del agua; de esta forma al llegar a Intiorco, aproximadamente siete kilómetros al noreste de Tacna, la fatiga hizo los primeros estragos en este ejército. Campero decidió entonces retornar a la ciudad y el plan de Camacho quedó desechado.

Más tarde, sin embargo, un espía italiano que había seguido la ruta de Intiorco aseguró haber visto al numeroso ejército chileno que se acercaba desde Sama. Alarmado por esta noticia Campero ordenó apresuradamente que nuevamente las tropas se pusiesen en marcha y por consenso se acordó como el mejor lugar para esperar al enemigo las estribaciones inmediatas a Quebrada Honda, justamente hasta donde habían llegado en su expedición anterior, la pampa de Intiorco.

Se colocaron los batallones en una línea de defensa en forma de media luna con vista noroeste, para que los rayos del sol no pudieran herir los ojos; escogieron el lado sur y de espaldas a Tacna un poco más al borde de la elevada pampa y cuyo glacis baja hasta los arenales inmediatos al valle del Caplina donde se yergue Tacna. Ese lugar fue denominado Alto de la Alianza, en virtud del compromiso de peruanos y bolivianos en la defensa territorial.

Más tarde una avanzada chilena de 60 mulos con odres y su escolta de caballería fue interceptada y hecha prisionera por un destacamento de caballería de los Húsares de Junín que se encontraba de vigilancia en las avanzadas de Quebrada Honda que los condujo al cuartel general aliado donde fueron interrogados.

Los prisioneros declararon que efectivamente el ejército chileno marchaba sobre Quebrada Honda y tenía una fuerza de 22,000 hombres. Campero alarmado por el número de enemigos quedó persuadido que la única manera de reducir las fuerzas enemigas era un ataque por sorpresa durante la noche cuando estuvieran descansando en la depresión. Este plan lo comunicó a Camacho y a Montero que aceptaron de inmediato y con entusiasmo. Entonces se hicieron los preparativos y sin un plan claro y en franca improvisación Campero se puso a la cabeza de las tropas que dividió en tres secciones que marcharían paralelas, lo suficientemente espaciadas y precedidas por guías; dejó una reserva en Intiorco y marchó a la media noche del 25 al 26 para sorprender y batir a los chilenos donde pernoctaban.

Dos horas después de la marcha se presentó la niebla o camanchaca y en medio de la oscuridad el coronel peruano Cáceres, conocedor de la zona, advirtió que oblicuaban un tanto hacia la derecha de tal forma que podría haberse sobrepasado al ejército enemigo. Noticiado de esto Campero ordenó corregir el rumbo sobre la izquierda y pronto chocó con las tropas bolivianas del centro que continuaban al norte, entonces cundió la confusión, el extravío era un hecho.

Se dieron órdenes de inmediato para que los ayudantes del comandante en jefe regresaran a Intiorco para alimentar hogueras y a esa señal retornar a su base las cansadas tropas, frustradas en su pretendida sorpresa al enemigo.

Pero la división del coronel Herrera que marchaba a retaguardia ignorante de estas disposiciones pasó sin ser visto entre las columnas de los que retornaban a sus bases y de pronto se encontró a inmediaciones de las avanzadas del ejército chileno cuyos centinelas al divisar su presencia hicieron disparos que fueron contestados por las tropas de Herrera. Una gran alarma cundió entre el ejército enemigo que apresurado disparó una pieza Krupp en la oscuridad, al tanteo, hiriendo a su propia gente. Herrera entonces, fracasada la sorpresa en sus propósitos finales y luego de advertir que se encontraba solo, regresó a Intiorco. Así de aventurado e improvisto resultó el plan de sorpresa al enemigo que pernoctaba.

Poco después del amanecer retornaron a sus bases las tropas aliadas, donde los esperaba un ejército de rabonas bolivianas y la cocina de la intendencia peruana. Los batallones que habían incursionado en Quebrada Honda llegaron a las seis. Herrera recién apareció al frente a las siete.

Armados los fusiles en pabellones los soldados se línea se preparaban a tomar desayuno, cuando de pronto los vigías de avanzada tocaron a generala con lo que la tropa acudió a las armas; se ordenó a las rabonas retornar de inmediato a Tacna. El ejército chileno hacia su aparición dejando una gran polvareda; los contundentes cuerpos de infantería se presentaban a lo lejos en sus uniformes característicos.

Orden de batalla

Ejército aliado

Primera Línea
De acuerdo con los planes, el general Narciso Campero, presidente de Bolivia y general en jefe del ejército aliado, dispuso la siguiente conformación:

Extrema derecha, contralmirante Lizardo Montero
Primera y Sexta divisiones peruanas
Batallón peruano Lima Nº 11
Primera División Peruana, coronel Justo Pastor Dávila
Batallón peruano Cusco
Batallón boliviano Murillo
Primera mitad del Primer batallón de la Tercera División Boliviana
Batallón Peruano Lima Nº 21
Sexta División Peruana, coronel César Canevaro
Batallón peruano Rímac
Segunda mitad del Primer batallón de la Tercera División Boliviana
6 cañones Krupp y 2 ametralladoras, en el reducto de la derecha, coronel boliviano Flores.

Centro, coronel Castro Pinto
Segunda División Boliviana, coronel Acosta
Batallón boliviano Loa, coronel Castro Pinto
Batallón boliviano Grau
Batallón boliviano Chorolque
Batallón boliviano Padilla
1 cañón rayado, en reducto 2 ametralladoras 2 cañones rayados La Hite 4 ametralladoras, en reducto

Extrema Izquierda, coronel Eliodoro Camacho
Tercera División Peruana, coronel Suárez
Batallón peruano Pisagua
Batallón peruano Arica
Segunda División Peruana, coronel Andrés A. Cáceres
Batallón peruano Misti
Batallón peruano Zepita
7 cañones de a 4 y 2 Blackley de a 12, en el reducto de la izquierda, coronel Arnaldo Panizo

Segunda Línea
Reserva del ala derecha Batallón peruano Nacionales, formados por ciudadanos de Tacna, profesionales, empleados públicos, obreros, gendarmes de policía y otros cívicos, al mando del prefecto Pedro Alejandrino del Solar
Batallón boliviano Colorados, coronel Idelfonso Murguía
Batallón boliviano Alianza
Batallón boliviano Aroma (Amarillos)
Cuarta División Boliviana, coronel Gonzáles
Batallón boliviano Zapadores

Reserva del Centro
Batallón peruano Arequipa
Quinta División Peruana, coronel Herrera
Batallón peruano Ayacucho
Columna Sama, de la División Solar

Reserva del ala Izquierda
Batallón Huáscar
Cuarta División Peruana, coronel Mendoza
Batallón Victoria
Batallón Viedma
Primera División Boliviana, coronel Zapata
Batallón Tarija
Batallón Sucre

Detrás del ala derecha
Escuadrón peruano Húsares de Junín
Escuadrón peruano Flanqueadores de Tacna,
Coronel Gregorio Albarracín Lanchipa.
Escuadrón peruano Guías
Escuadrón boliviano Coraceros
Escuadrón boliviano Vanguardia de Cochabamba
Escuadrón boliviano Libres del Sur
Escuadrón boliviano Escolta

Los 6 cañones Krupp de la brigada de artillería boliviana y 1 pieza peruana de bronce, más 2 ametralladoras del ala derecha aliada estaban encerrados dentro de un parapeto protegido por sacos de arena que habían sido construidos con el auxilio de un español.

Total del Ejército Aliado: 9,500 hombres (5,500 peruanos, 4,000 bolivianos)

Ejército chileno

Extrema derecha:
Primera división, coronel Santiago Amengual
Regimientos Chillán (600)
Navales (600)
Esmeralda (1,200)
Valparaíso (1,200)
Ocho piezas Krupp
Ametralladoras

Centro:
Segunda División, coronel Francisco Barceló
Regimientos Santiago (1,200)
2. de Línea (1,200)
Atacama (1,200)
Ocho piezas Krupp
Ametralladoras

Extrema Izquierda:
Tercera División, coronel Domingo Amunátegui
Regimientos Lautaro (1,200)
Zapadores (600)
Coraceros (600)
Ocho piezas Krupp
Ametralladoras

Entre la Derecha y el Centro:
Cuarta División, coronel Orozimbo Barboza
Regimientos Chacabuco (600)
Coquimbo (600)
Granaderos (600)

Comandante en jefe chileno, general Manuel Baquedano González, al mando de la reserva conformada por los regimientos:
Buin (1,200)
3. de Línea (1,200)
4. de Línea (1,200)
Carabineros (700)
Cazadores (500)
Coraceros (500)
Pontoneros (250)

Total: 13,500 hombres

La Batalla

En virtud al reconocimiento chileno, del 13 de mayo, Baquedano había calculado que la izquierda aliada era la más débil por tanto dispuso que la derecha avanzara su infantería con aquella dirección, a la par que la artillería rompió los fuegos para cubrir el ataque.

Eran las 10 de la mañana, apuntaba el sol y la claridad era espléndida.

Proyectiles de los cañones de campaña en su comienzo se introducen en la arena sin estallar. Camacho adelanta sus tropas que dispararan a su vez sobre el enemigo que se aproxima formado en guerrilla, sus cañones rayados hacen efecto en los asaltantes que para evitar mayores estragos se lanzaron a la carrera de frente y por el flanco. En esta situación las tropas de Cáceres del Zepita van al encuentro de los chilenos con decidido ímpetu disparando sus rifles para frenar el asalto. La lucha es porfiada en este punto al extremo que Baquedano dispone el refuerzo inmediato con el apoyo del regimiento Cazadores. La fuerza defensiva aliada es recia y los batallones chilenos son destrozados y van cediendo terreno.

Campero al observar ese movimiento ordena reforzar el contraataque de la izquierda con el batallón los Colorados que acude al trote y se une al Zepita para resistir los esfuerzos de la caballería enemiga para desmembrarlos; cada vez que se produce una carga, colorados y zepitas forman en cuadro y rechazan las cargas a nutrido fuego de fusil. Un movimiento probado con éxito por Wellington en Waterloo contra la poderosa caballería de Ney. La derecha chilena del coronel Amengual cede y empieza el repliegue. Pero Baquedano atento a esta circunstancia emplea a la reserva. Se lanza entonces aquella.

El escenario de gran confusión, estruendo y humo tiene por fondo el griterío enardecido de las tropas en pugna. En este punto ya generalizada la batalla en toda su línea es preciso conocer, en glosa, del informe del coronel Andrés A. Cáceres Dorregaray, detalles de esta acción:

[...] el (Contraataque) se inició, saliendo fuera de la línea, con el avance de mi división, la de Suárez y la de Castro Pinto. Apenas había adelantado yo unos cien metros a la cabeza de mis batallones Zepita y Misti, cuando perdí el caballo. Mi ayudante, Capitán Lazútegui, me dio el suyo, que quedó pronto inutilizado. Mi segundo jefe, comandante Llosa, al avanzar sobre el enemigo, recibió un balazo en el pecho, que le mató instantáneamente; su caballo, sintiéndose sin jinete, partió a la carrera, pero fue alcanzado por uno de los oficiales; al tiempo de poner el pié en el estribo, fue arrancado éste por una bala y hube de montar por el lado opuesto. De los ayudantes, que me acompañaban cayeron los capitanes Chacón y Cabello. El abanderado, teniente Padilla, cayó haciendo flamear la bandera en medio de la lucha, y ordené al teniente Castellanos que recogiera la insignia del Zepita.

Nuestro contraataque seguía, en tanto, pertinaz. Los Colorados rivalizaban con nuestros bravos del Zepita, y la refriega tornábase cada vez más enconada. Aliados y chilenos acometíanse furiosamente, haciendo extraordinarias proezas. Con todo, nuestro decidido empuje adelantaba, pero nos faltaron refuerzos para cubrir las bajas y sostener la impulsión del contraataque, refuerzo que ya no era posible obtener porque todas las reservas estaban empeñadas en la línea de combate.

El enemigo, fuertemente reforzado, volvía, en tanto, al ataque. La lucha era tremenda. El fuego que nos dirigía de todas partes diezmaba mi división y la de Suárez, y hubo momentos que estuvimos en un tris de ser completamente envueltos, pues el resto de la línea no había acompañado nuestro avance, por hallarse combatiendo duramente en sus propias posiciones. Varios jefes habían ya caído en la porfiada lid, muertos o heridos; y a poco fue también herido el valeroso coronel Camacho, comandante general del Centro. El general en jefe, que no perdía detalle en la conducción de la batalla, ordenó al instante al coronel Ramón Gonzáles sustituirle [...]

El coronel boliviano, Idelfonso Murguía, jefe del batallón Los Colorados, cuando se refiere al empuje que conjuntamente el batallón peruano Zepita contuvo e hizo retroceder a las maltrechas tropas del Santiago y el Atacama que asaltaron la izquierda aliada, explica el uso táctico de una bien probada organización para contener la carga de los Coraceros que venía en socorro de los batallones en fuga, al mando del coronel Vergara:

[...] Presentóse la caballería enemiga en veloz carrera y por escuadrones, pretendiendo flanquear nuestro costado izquierdo y envolvernos. Vi entonces ocasión de cumplir mis previsiones de los días de instrucción: los brillantes cuadros de infantería, que para algunos estaban proscritos de la táctica moderna. Nos sirvieron allí para mostrar al enemigo la destreza y pujanza de nuestros soldados. Ante la carga de la caballería chilena, ordené formar cuadrilongos. Se formaron en número de seis. Al centro tres dirigidos por los intrépidos mayor José María Yáñez, capitán Gumercindo Bustillo y capitán Juan S. González. A mi izquierda otro, por el jefe del tercer batallón, teniente coronel Zenón Ramírez, que a mil metros a retaguardia había perdido su caballo. Por último, otros dos cuadrilongos a mi derecha bajo el mando del teniente coronel Felipe Ravelo. La rapidez de su formación correspondió a la rapidez del avance del enemigo. Una inmensa nube de polvo y el estruendo de sus armas acompañaban a los corceles. Llegó el enemigo hasta 15 metros de nosotros. Una descarga que parecía hecha por un solo hombre lo recibió, y después otra y otra. La caballada dio vuelta en menos tiempo del que basta para decirlo. Ordené dispersión en guerrilla para seguir con el avance. Se me obedeció con pasmosa serenidad. Los bravos del batallón se lanzaron en persecución del agresor. [...]

La artillería peruana, dotada de piezas de menor factura que las chilenas mostró en un primer momento su eficacia. Escuchemos al coronel Arnaldo Panizo Abasolo, comandante general de la artillería de campaña, en una glosa de su parte fechado en Tarata el 30 de mayo de 1880:

[...] a las 7 de la mañana, se presentó, a la vista, el enemigo, manifestando por su orden de marcha y formación, pronunciar su ataque por el ala izquierda de nuestra línea, lugar que yo ocupaba con la Brigada de Campaña a retaguardia de nuestra infantería.

A las 8.45 a.m. recibí orden verbal de S. E. el Superior Director de la Guerra, para avanzar y romper los fuegos sobre el enemigo, tan pronto que estuviera al alcance de nuestros cañones; en efecto, a las 9 a.m. ordené al comandante de la Brigada Tnte. Cnel. Don Domingo Barboza, hiciera avanzar la 2. batería, comandada por su capitán don Eduardo Águila, con el 3. Jefe de la Brigada, Sargento Mayor don José Manuel Ordóñez, sobre la ceja delantera del campamento que ocupábamos, y que a su derecha, se colocara la sección de a 12, comandada por el Capitán don Ricardo Ugarte, con el 2. Jefe de la Brigada Sargento Mayor don Pedro Ugarteche, quedando de reserva, a retaguardia, la 1. batería comandada por el Sargento Mayor Graduado don Manuel Carrera, lo que fue ejecutado inmediatamente, hice romper los fuegos con magníficos resultados sobre la línea enemiga, cuyos fuegos fueron contestados por su artillería, hasta las 10 a.m. en que haciéndonos esta, por demás más (sic) descargas por baterías, ordené al Comandante de Brigada, aumentara las distancias entre las piezas e hiciera venir a la línea, la 1. batería que se hallaba de reserva; ejecutado lo cual, ordené nuevamente, romper los fuegos hasta las 11 a.m., que recibí orden del Sr. Cnel. Comandante en Jefe del ala Izquierda del Ejército, Dn. Eleodoro Camacho para cesar los fuegos, y ocultar las baterías de la vista del enemigo, colocándolas a la izquierda, de la línea de infantería, en un bajo pliegue del terreno; mientras tanto, el enemigo avanzaba sobre nuestras posiciones, y los tres batallones bolivianos Tarija, Viedma y 2. de Línea se hallaban a la vanguardia de muestras baterías, desplegados en guerrillas y esperando al momento del ataque.

A las 11.3 a.m. dichos batallones recibieron orden de romper los fuegos, y como ocupasen las posiciones que yo había dejado, avanzando al mismo tiempo sobre el enemigo, que venía haciendo fuego y ocultándose por momentos en los repliegues delanteros y perfectamente pronunciados del terreno, era absolutamente imposible, a la artillería que estaba bajo mis órdenes, hacer fuego en la posición que había dejado, so pena de herir a nuestros propios soldados, que con un arrojo digno de alabanza, se lanzaban valerosos sobre el enemigo. Ante tal situación, y cuando los batallones Victoria y Huáscar, que se hallaban a retaguardia, a pocos metros de distancia, avanzaban también hacia la línea, ordené que la 1. y 2. baterías cargaran su material y desfilando por la izquierda al trote pasaran a ocupar una lomada que se hallaba a retaguardia y a la izquierda del puesto que ocupaba el batallón Victoria; en cuyo punto un tanto elevado sobre el terreno de vanguardia, podíamos dominar al enemigo que avanzaba, sin ofender a nuestras tropas.

La 2. batería ejecutó su movimiento de cargar su material y desfilar inmediatamente sin ser ofendida por los fuegos enemigos, por hallarse en la parte más baja del repliegue citado, pero en su tránsito, el nutrido fuego del enemigo, que había pronunciado su ataque por ese lado y que avanzaba arrollando nuestra izquierda, había muerto y herido la mitad de su gente, entre ellos, herido su capitán don Eduardo Águila, matando al mismo tiempo seis mulos conductores, cuyas cargas quedaron en el campo. Una vez en la altura, soportando un vivísimo fuego de fusilería y ametralladora, nos fue imposible hacer fuego, pues ya nuestras tropas estaban confundidas con las del enemigo. Mientras esto pasaba con la 2. batería; la 1. que había quedado a la retaguardia, y en terreno más elevado, al cargar su material para seguir a la 2., fue víctima, así su tropa como sus acémilas, de nutrido fuego enemigo, a pesar de la serenidad y empeñoso interés del Jefe de la Brigada, Mayor Graduado don Manuel Carrera y demás oficiales de la batería, para salvar sus piezas, todo empaño fue imposible, quedando heridos el Capitán Graduado don Elías Bodero y Teniente don Eduardo del Castillo.

La sección de a 12, que ocupaba el centro de las baterías ya citadas, por su naturaleza pesada, para seguir con la regularidad debida al movimiento de las anteriores, y hallándose más cerca de la ceja predominante de nuestras posiciones, a las órdenes del 2. Jefe Sargento Mayor Graduado don Pedro Ugarteche, hicieron seis disparos, hasta que encontrándose acribillado por el fuego enemigo, y sin poder retirarse por las razones ya expuestas, perdiendo toda su gente, y, al Maestro Mayor de obreros Pedro Sánchez, que con sus subordinados, se ofrecieron a servir dichas piezas, a pesar de los heroicos esfuerzos de este Jefe, de su Capitán don Ricardo Ugarte y los de igual clase graduados don Eloy Caballero y don Pedro Odriozola, y después de quedar contusos el 2. y 3., viendo imposible todo esfuerzo de salvar esta sección, se replegaron a la 2. batería.

El que suscribe, con sus tres piezas de la 2. batería y 18 hombres, los tres jefes de la Brigada y los oficiales que se habían replegado, viendo pronunciado el triunfo a favor del enemigo trató de salvar las piezas mandándole orden con el Alférez Pedro Carlín al Capitán Don Félix del Piélago, que se hallaba encargado del parque, se replegase hacia nosotros que nos dirigíamos siguiendo la oleada de dispersos, que cubría la entrada a Tacna, hacia el Alto de Lima, eran las 3 p.m. [...]

La sangrienta batalla costó a los ejércitos aliados de 2,500 a 3,000 soldados, lo que dice de la resistencia que opusieron al enemigo que dejó en el campo 2,200 hombres. Los batallones chilenos que perdieron el 50% de su efectivo fueron el Regimiento de Infantería Santiago y el Batallón de Infantería Atacama No. 1, ambos pertenecientes a la 2. División.

Corresponde un alto precio el pagado por el arrojado batallón de los Colorados de Bolivia que fue exterminado. Numerosos y distinguidos jefes y oficiales aliados rindieron la vida aquel memorable día.

Las tropas sobrevivientes bolivianas pusieron rumbo al altiplano. Montero con el parque que se pudo salvar hacia Arequipa. La débil resistencia de Tacna, emprendida por sus autoridades, fue acallada por una descarga de artillería.

Por la tarde el coronel Santiago Amengual hacía su entrada en la vieja ciudad del Caplina; quedaría cautiva hasta 1929.

Museo de Sitio en Intiorco

Próximo al cementerio militar y la cruz monumental que se levanta en la pampa de Intiorco, en Tacna. Conserva documentos, uniformes, armas y municiones de aquella batalla que convocó a tres ejércitos. Fue erigido en la década de los años ochenta.

Pueden verse algunos emplazamientos y las demarcaciones en el terreno de las tropas aliadas, practicadas en los lugares que ocuparon.

Así informó The New York Times, entre otros hechos, la acción de Tacna:

http://query.nytimes.com/mem/archive-free/pdf?res=9C07EEDB173EE733A25755C2A96E9C946797D6CF

Fuentes:

Historia Militar del Perú, 2. Tomo; Teniente Coronel de Caballería, Carlos Dellepiane, 1931, Lima-Perú

Guano, Salitre y Sangre, Ricardo Querejazu Calvo. Cochabamba, Bolivia, 1979

Historia General de Bolivia, Alcides Argüedas. Librería Editorial Juventud. La Paz-Bolivia, 1994 Historia de la Guerra del Pacífico (1879 - 1881); Diego Barros Arana, Ed. Andrés Bello. Santiago de Chile, 1979

Narración Histórica de la Guerra de Chile contra el Perú y Bolivia; La campaña del sur. Tomo II. Mariano Felipe Paz Soldán. Ed- Milla Batres. Edición conmemorativa del Primer Centenario de la Guerra del 79.

Internet

En el Alto de la Alianza, Luis Guzmán Palomino

La Batalla de Tacna, Jorge Ojeda Frex

Parte peruano del coronel Andrés Cáceres

Parte boliviano del coronel Idelfonso Murguía

Parte peruano de la batalla por el coronel Arnaldo Panizo

La batalla de Tacna, de Wikipedia que cita este artículo,

http://en.wikipedia.org/wiki/Battle_of_Tacna

Monumento del Alto de la Alianza, en Intiorco, Tacna

Fanfarria militar Cavalery Trumpet calls.- Roland Kiper. Belgian Military Marches. Conductor: Norbert Nozy /CD87 040 DDD/ NOBLESSE -1993 Drummers Lilt.- Te Corps of Drums. Royal Marines. Hellmark 303782 – 1996

(*)Publicado en Harun al - Rashid espacio de la literatura, la narrativa y el ensayo
El jueves 03 de enero del 2008

Pueden verlo en:
http://harumalraschid.blogspot.com/2008/01/la-batalla-de-tacna.html